El martirio de las cosas (1)
Junto al martirio de miles y miles de personas durante la gran persecución (19311939) que tuvo lugar en España, paralelamente no deja de llamar poderosamente la atención lo que desde el principio vino en llamarse el martirio de las cosas: destrucción o profanación de iglesias, imágenes sagradas, etc. De forma consciente se intentó eliminar a la Iglesia, de manera radical, de la vida española.
Por ejemplo, en el año 2008 Mossèn Josep Maria Martí Bonet documentaba de manera pormenorizada en su obra “El martirio de los templos en la diócesis de Barcelona (19361939)”, el alcance de la destrucción sólo en la archidiócesis de Barcelona:
· 40 iglesias fueron totalmente destruidas
· mientras que todo el resto de templos, hasta llegar a 500 y a excepción de 10, fueron parcialmente dañados, profanados o saqueados.
· Las llamas y, en buen número de casos, directamente la rapiña acabó por ejemplo con 464 retablos (37 de estilo gótico, 44 renacentistas...)
· también se perdieron o se quemaron 244 órganos, entre ellos el de Santa María del Mar de Barcelona, considerado uno de los mejores de Europa, junto a centenares de otros objetos artísticos.
Una vez más insistimos en lo ya dicho, esta vez desde esta diócesis catalana: “No fue gente incontrolada, como se ha dicho, fue gente muy controlada, porque, si no, no se entiende que simultáneamente se quemaran todas las iglesias de Cataluña, eso quiere decir que anteriormente estaba ya programado. La finalidad era arrasar cualquier signo de tipo religioso, primero sacerdotes y católicos que fueron asesinados y después los templos y todos los objetos de arte religiosos… Está documentado que muchos de los autores materiales formaban parte de los comités locales, partidarios de uno revolución bolchevique como los miembros de la CNT y la FAI”. La fotografía pertenece a los destrozos ocasionados en la parroquia de la Purísima Concepción de Barcelona.
Los siguientes dibujos de Carlos Sáenz de Tejada, y ya estamos en el volumen IV de la “Historia de la Cruzada española”, muestran escenas que se pudieron dar en cualquier punto de la España que sufrió el azote de los controlados-incontrolados.
"Tres bárbaros revestidos con casullas, pasearon por el pueblo entre gritos blasfemos" (volumen IV, página 70)
"El párroco fue preso y atado a la pata de una mesa, mientras sus aprehensores se entregaban en la misma a un copioso festín" (volumen IV, página 91).
"...En la iglesia excavan las sepulturas y roban las alhajas de los muertos..." (volumen IV, página 186).
"Saqueo y destrucción de las bibliotecas de los conventos" (volumen IV, página 543).
"Tres bárbaros revestidos con casullas, pasearon por el pueblo entre gritos blasfemos" (volumen IV, página 70)
"El párroco fue preso y atado a la pata de una mesa, mientras sus aprehensores se entregaban en la misma a un copioso festín" (volumen IV, página 91).
"...En la iglesia excavan las sepulturas y roban las alhajas de los muertos..." (volumen IV, página 186).
"Saqueo y destrucción de las bibliotecas de los conventos" (volumen IV, página 543).
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