Así lo afirmó hoy lunes el Papa al presidir la misa en el Bellahouston Park, a unos cinco kilómetros del centro de Glasgow, Escocia, el mismo lugar donde Juan Pablo II había celebrado una misa durante su visita al país en 1982.
El Pontífice llegó hoy a Escocia, comenzando así un viaje de cuatro días al Reino Unido, que incluirá un discurso ante representantes de la sociedad británica, y la beatificación del cardenal John Henry Newman.
En su homilía, pronunciada ante unas 65.000 personas, el Papa resaltó que “la evangelización de la cultura es de especial importancia en nuestro tiempo, cuando la ´dictadura del relativismo´ amenaza con oscurecer la verdad inmutable sobre la naturaleza del hombre, sobre su destino y su bien último”.
“Hoy en día, algunos buscan excluir de la esfera pública las creencias religiosas, relegarlas a lo privado, objetando que son una amenaza para la igualdad y la libertad. Sin embargo, la religión es en realidad garantía de auténtica libertad y respeto, que nos mueve a ver a cada persona como un hermano o hermana” dijo Benedicto XVI ante miles de personas presentes en la misa al aire libre en el Bellahouston Park.
Por ello, prosiguió, “os invito particularmente a vosotros, fieles laicos, en virtud de vuestra vocación y misión bautismal, a ser no sólo ejemplo de fe en público, sino también a plantear en el foro público los argumentos promovidos por la sabiduría y la visión de la fe”, continuó.
Prosiguiendo con su intervención, el Papa aseguró que “la sociedad actual necesita voces claras que propongan nuestro derecho a vivir, no en una selva de libertades autodestructivas y arbitrarias, sino en una sociedad que trabaje por el verdadero bienestar de sus ciudadanos y les ofrezca guía y protección en su debilidad y fragilidad. No tengáis miedo de ofrecer este servicio a vuestros hermanos y hermanas, y al futuro de vuestra amada nación”.