La asociación católica progresista Església Plural no desaprovechará la exposición mediática de la próxima visita del Papa Benedicto XVI para reinvidicar su legitimidad y alargar un poco más su supervivencia en el escenario eclesial montando un «acto simbólico» durante la visita papal a Barcelona en el que exigirá un nuevo modelo de Iglesia y, particularmente, la reforma del papado y de la jerarquía eclesiástica.
La asociación considera que la visita del Papa a Barcelona es «una oportunidad de primer orden» para reflexionar sobre el modelo canónico de papado y la estructura de la jerarquía eclesiástica que, a su juicio, «siempre se ha cerrado a las reformas».
En un comunicado, esta asociación de católicos críticos señala que la actual jerarquía de la Iglesia católica es «una estructura asimilada de la que era propia del Imperio Romano y de las monarquías absolutas posteriores y que siempre se ha cerrado a aceptar reformas que incorporen los valores democráticos de las sociedades modernas».
En su opinión, «es necesario ir a la raíz y abordar el modelo de gobierno de la Iglesia», por lo que Església Plural ya ha empezado a trabajar para presentar «una postura lo más representativa posible de los diversos sectores católicos progresistas» durante la próxima visita del Papa.
Església Plural propugna una reflexión sobre «los mecanismos de elección del Papa, el rol de la curia y la función de nuncios y cardenales», entre otros temas, porque, a su juicio, la realidad eclesial viene determinada por «la personalidad del Papa» e incluso por la curia, «que a veces condiciona de forma alarmante las decisiones papales».
Acorde al modelo de Iglesia que propone, la entidad cuestiona el pontificado de Benedicto XVI porque «ha superado de largo la edad de jubilación del resto de los obispos (que se retiran a los 75 años), que ostenta un poder absoluto y absolutista, se manifiesta contrario al reconocimiento de los derechos de las mujeres en plena igualdad con los de los hombres y persigue implacablemente la disidencia y las expresiones de pluralidad interna». También quiere denunciar «la imposibilidad de cuestionar las actuaciones del Papa» sin «ser demonizados, perseguidos y conminados a dejar la Iglesia». El papado, concluye, «no es un hecho inamovible e incuestionable».
Por ello Església Plural viene organizando un «acto simbólico» de «reflexión amplio y plural» y ha invitado al resto de los movimientos católicos progresistas a unirse a su propuesta. Planea que se lleve a cabo en una iglesia a la misma hora en que estará volcada para aclamar al Santo Padre en la avenida de la Catedral, tras su aterrizaje en el aeropuerto de El Prat el próximo 6 de noviembre.