El arzobispo de San Francisco, Salvatore Cordileone, acaba de publicar una carta pastoral reafirmando poderosamente la importancia de la enseñanza de la Iglesia sobre la dignidad de la vida humana y, por tanto, su no al aborto. Pero el alcance de su escrito no está dirigido a reafirmar la doctrina científica y médica de todos conocida, sino que se ha convertido en un serio desafío a todos los católicos, especialmente al resto de obispos norteamericanos, y principalmente a los políticos más significativos que apoyan el aborto legal mientras se declaran católicos. Un mensaje que tiene un particular destinatario: la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, que vive en la archidiócesis de San Francisco, pero que también afecta a otros prominentes políticos, como al propio Presidente Biden que presume de católico aunque después sea un abortista declarado.
Salvatore Cordileone, arzobispo de San Francisco
Responder ante Dios por la sangre inocente
“Temo que si no desafío abiertamente a los católicos bajo mi cuidado pastoral que defienden el aborto, tanto ellos como yo tendremos que responder a Dios por sangre inocente”, escribe el Arzobispo Cordileone. No menciona nombres y enfatiza que un obispo debe amonestar a un pecador en privado antes de emprender cualquier acción pública, por lo que se entiende que el prelado ya ha amonestado a Pelosi, y ahora está contemplando el siguiente paso.
“Cuando nuestra cultura fomenta la violación de la vida en su condición más joven y vulnerable, otras normas éticas no pueden permanecer por mucho tiempo”, escribe Cordileone, por lo que la cuestión del aborto no es solo un tema de una larga lista sino el tema público prioritario hoy en día.
Parte del problema reside en que “el tema está envuelto en sofismas por sus defensores y la discusión al respecto está prohibida en muchos lugares", a la vez que denuncia que "esta conspiración de desinformación y silencio está alimentada por el miedo a lo que significaría reconocer la realidad con la que nos enfrentamos". Entre los sofismas se encuentra el argumento a favor de la “elección”, una estratagema retórica totalmente vacía de contenido, porque los defensores del aborto no están interesados en dar a las mujeres otra “opción” que el aborto.
Nancy Pelosi se declara católica, sin embargo es una de las mayores promotoras del aborto en la política norteamericana
La responsabilidad de los obispos
Pero Cordileone ahonda aún más en otra fuente de escándalo que pertenece específicamente a los católicos en la vida pública: “Si sus pastores no abordan directamente su participación en el mal del aborto, esto puede llevar a los católicos (y otros) a asumir que la enseñanza moral de la Iglesia Católica sobre la inviolable santidad de la vida humana no se sostiene seriamente".
El episcopado norteamericano está dividido entre quienes defienden su deber de proteger la santidad de la Eucaristía y la coherencia de vivir según las enseñanzas de la Iglesia, y la de aquellos que creen que la discusión “politiza” la Eucaristía. Ejemplo de ello es el artículo de Samuel Aquila, arzobispo de Denver, en la revista America, argumentando que la Iglesia "debe estar dispuesta a desafiar a los católicos que persisten en pecados graves", mientras se producía una reacción del cardenal Blase Cupich pidiendo una “aclaración pública”. Lo cierto, como señala un tercer actor en los últimos tiempos, el padre Thomas Weinandy, es que la Eucaristía ya ha sido politizada por personajes católicos presuntamente devotos que promueven abiertamente el aborto.
No es una cuestión de debilidad humana: “Todos nos quedamos cortos de varias maneras, pero hay una gran diferencia entre luchar por vivir de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia y rechazar esas enseñanzas", denuncia Cordileone.
Samuel Joseph Aquila, arzobispo de Denver
Medidas disciplinares
Los obispos católicos estadounidenses han estado emitiendo declaraciones durante décadas, insistiendo en la importancia crucial del tema del aborto. Pero hasta la fecha, la mayoría se ha negado a dar el siguiente paso, a imponer alguna forma de disciplina a los católicos prominentes que rechazan sistemáticamente la enseñanza de la Iglesia en este tema crucial -es decir la excomunión- y que ahora, incluso, amenazan con silenciar o castigar penalmente a quien se oponga al aborto.
El Cordileone ha repetido y subrayado los argumentos a favor de la coherencia eucarística, y mientras muchos católicos en Estados Unidos se encuentran a la expectativa de qué harán personas como Nancy Pelosi y otros políticos, se preguntan cuál será el siguiente paso dará que arzobispo de San Francisco.