Abby Johnson es un referente provida a nivel mundial. De hecho, la película Unplanned (Inesperado) está basada en su propia historia. Esta mujer abortó voluntariamente en dos ocasiones y durante años dirigió una clínica abortista de Planned Parenthood. Pero, en 2009 tras observar un aborto por ultrasonido dejó su cargo y se convirtió en una valiente activista provida.

Ella está ahora casada y es madre de cuatro hijos. Pero también su militancia provida ha ido evolucionando hasta hacer una defensa “sin excepciones” de toda vida, pues hubo un tiempo que defendió como mal menor una ley del aborto restrictiva pero que establecía excepciones para los casos de violación. El encuentro con una mujer que nació fruto de una violación cambió su perspectiva. Y en este artículo que publica Salvar el 1, la propia Abby habla de esta postura, de por qué es básico que no haya excepciones y cómo conseguirlo por la vía política:

Sí a la vida sin excepciones. Mi postura sobre el aborto

Aunque he escrito alguna vez sobre  mi camino de conversión al pensamiento provida sin excepciones, nunca he compartido esta historia públicamente pero creo que es hora de hacerlo.

En el año 2011 trabajé muy duro para asegurarme de que se aprobara la “ley del ultrasonido” en Texas. Era una buena ley y estoy orgullosa de apoyarla. Tenía una excepción en casos de violación, pero pensé que no era importante ya que hay muy pocos bebés abortados que hayan sido concebidos en una violación. Si hay menos de un 1%... trabajemos para salvar el 99%.

Abby, con Rebecca Kiessling, concebida en una violación

La ley se aprobó y poco después tuve una conversación con Rebecca Kiessling. Rebecca fue concebida en una violación muy violenta contra su madre biológica. A pesar de que ella probablemente estaba disgustada porque había apoyado estas leyes discriminatorias, fue muy paciente conmigo y me explicó los matices de ser provida sin excepciones. Después de varias conversaciones con ella, de mucha oración y de leer mucho al respecto, me di cuenta de que estaba equivocada y que al apoyar un proyecto de ley con la excepción en caso de violaciones, estaba devaluando a aquellos que ya han sido tan marginados anteriormente. Así que decidí hacer algo al respecto. Yo había sido una voz muy importante en hacer que se aprobara la ley de ultrasonido... Quería enmendar las cosas y hacer desaparecer las excepciones por violación así que tomé la decisión de que esa fuera mi única prioridad en la sesión de 2013 (en Texas se tiene solamente una sesión cada año).

Regresé con uno de los legisladores clave en el proyecto de ley (a quien yo estaba muy cercana) y le dije que mi única meta en esta sesión legislativa era acabar con esa excepción por violación. Su respuesta fue: “Eso no va a pasar, Abby. Se hicieron tratos con diferentes políticos para que se aprobara la ley y los acuerdos incluían las excepciones por violación. No daré marcha atrás con los acuerdos. Sería malo para mí”. Así que hacemos acuerdos excluyendo a los bebés concebidos en violación. Me senté con lágrimas en los ojos. No podía creer que hubiera creído en la idea de “volver” para protegerlos a todos. Eso había sido una gran mentira.

Así que pensé y me dije a mi misma: Entonces vayamos por las excepciones en la enmienda Hyde. Regresé al Capitolio y me entrevisté con varios legisladores provida. Cada uno de ellos me dijo que jamás tratarían de derogar las excepciones en la enmienda Hyde. Uno de ellos me dijo que si apoyaba las excepciones, eso sería una “muerte electoral” para él. Una legisladora afirmó que suprimir cualquier excepción por violación sería “cruel” para las mujeres que habían sido violadas. ¿De verdad? ¿Cruel? ¿Cruel para quién? Ciertamente no es cruel para los bebés no nacidos. Y no puede ser cruel para una mujer que ha concebido en una violación tener los mismos derechos e información que las mujeres que no han concebido en violación.

Yo sabía que teníamos que volver, rectificar las propuestas de ley y sacarlas... porque nuestros políticos jamás permitirían  que se borrasen las excepciones por violación. Para ser honesta, ellos no quieren suprimirlas.

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Escuchamos todo el tiempo: “Sólo aprobamos  esta ley y volvemos a salvar al 1%”. ¿De verdad? ¿Cuántas veces han “vuelto” por estos bebés? ¿5 veces? ¿10 veces? No. Nunca. Nunca hemos vuelto. Y por lo que parece,  jamás lo haremos. Las personas que dicen que volveremos, no tienen la capacidad de volver y cerrar la brecha. Las únicas personas que pueden hacerlo son nuestros políticos, y ellos no lo harán si nosotros no lo demandamos. Ya les hemos dicho una y otra vez que estos niños no son tan importantes. Entonces, ¿Cómo hacemos para que nuestros políticos dejen de incluir las excepciones por violación? Antes que nada, el movimiento provida tiene que definir una postura fuerte. Tenemos que dejar de aceptar estas excepciones por violación y oponernos a cualquier ley en las que se incluyan. Y, después, debemos decirle a estos políticos que si incluyen excepciones por violación o votan a favor de ellas nosotros no los votaremos. Tenemos que decirles que perderán nuestro apoyo. Nosotros tenemos que tomar una fuerte postura y responsabilizarlos.

Verán, ellos hacen eso porque nosotros se lo permitimos. Si el movimiento provida tomara una fuerte postura contra estos proyectos de ley con excepciones, ellos se lo pensarían dos veces antes de incluirlas. Si le dijéramos a estos políticos, “si incluyes una excepción por violación, nos aseguraremos de que éste sea tu último cargo,” entonces ellos ya no lo harían. ¡Pero no lo hacemos! ¡Sólo seguimos y lo aceptamos!

Creo en el aumento progresivo... pero no si una ley discrimina a un grupo en particular. Cuando la gente establece  una analogía con  “un edificio que está en llamas”, mi respuesta es simple. Mi meta es prevenir que el fuego empiece para no tener que decidir qué vida es valiosa. Si te encontraras con un edificio en llamas y tuvieras que  salvar niños, ¿elegirías a los que tuvieran cierto color de cabello o fueran de cierta etnicidad? Porque eso es lo que estás haciendo cuando apoyas estos proyectos de ley. Estás eligiendo quiénes tienen valor y a quiénes vale la pena salvar.

¿Apoyarías una ley que estableciera que sólo los bebés blancos deberían ser protegidos del aborto? ¿Apoyarías una ley que dijera que los abortos serían realizados para todos los bebés, a menos que sus padres tuvieran educación universitaria? ¿Apoyarías una ley que sólo protegiera a los bebés del aborto en caso de que su sexo fuera masculino? ¿No? ¿Por qué no? ¿Porque eso sería sexista? ¿Porque eso sería racista? ¿Porque eso sería discriminatorio? Sí, tienes razón. Estas leyes son tan discriminatorias como las leyes que permiten abortar a bebés concebidos en violación.

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Podrías decir: “Pero Abby, ¿podría eso funcionar?” Sí, sí puede. Estados como Georgia y Michigan JAMÁS han pasado una ley con alguna excepción. ¿Por qué? Porque sus legisladores saben que si siquiera sugirieran que una excepción fuera añadida a una ley, ellos perderían apoyo. Puede funcionar. Funciona. ¡Pero no sucederá a menos que empecemos a actuar como verdaderos provida y adoptemos una actitud firme!

Uno de nuestros hijos es producto de una situación abusiva. No puedo decirles lo doloroso que es para mí, su madre, ver en la sección de noticias de mi Facebook, cuántos de nuestros “amigos provida” apoyan estas leyes que discrimina su vida, que dicen que su vida no tiene el mismo valor. Porque cuando lo tomo en mis brazos y miro su cara, veo que él está destinado a algo increíblemente especial. Él es igualmente humano, con el mismo valor, su vida es igualmente valiosa y merece también protección. Y lo más importante, él es igualmente precioso ante los ojos de Dios. Y aunque me duela en mi propio hijo, no puedo imaginar lo doloroso que es para personas como Rebecca Kiessling ver el apoyo de sus amigos a una ley que dice que su vida no es valiosa. No puedo ni imaginar ese dolor y la traición. Así que la pregunta es ésta: ¿Apoyarías una ley que sólo permitiera que se abortaran los bebés blancos? Si no, entonces deberías dejar de discriminar a los niños concebidos en violación. Dile no a las excepciones por violación. Levántate, ten el valor y deja de aceptar la excepción.

“¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le descarría una de ellas, ¿no dejará en los montes las noventa y nueve, para ir en busca de la descarriada? Y si llega a encontrarla, os digo de verdad que siente más alegría por ella que por las 99 no descarriadas. De la misma manera, no es voluntad de vuestro Padre celestial que se pierda uno solo de estos pequeños”. (Mateo 18: 12-14).