Aunque cada año aumentan las facilidades e investigaciones que ayudan a lograr embarazos de forma natural, los tratamientos de reproducción asistida a la hora de buscar un hijo son un recurso al alza a la hora de buscar un hijo. Según datos de la clínica Fertilab de Barcelona, uno de cada diez nacimientos de los que tuvieron lugar en 2022 fueron mediante este procedimiento.
Una cifra que, según se desprende de las declaraciones del doctor de la misma clínica, Álex García Faura, responde al alarmante retraso de la edad de maternidad.
"Mientras que en el 2000 la edad media del primer parto era a los 26 años, actualmente sobrepasa los 32", explica. Una edad peligrosamente cercana al fin de la vida útil de los ovarios a partir de los 35 años.
Para la doctora en Biología y especialista en infertilidad Rocío Núñez, el "principal problema" -la edad- se debe a "la incorporación de la mujer al trabajo". "Hasta que no estás un poco asentada no tienes una situación en la que puedas plantearte tener hijos. Cuando empiezas a planteártelo, quizás no lo consigues, y te plantas en los 38 años", declaró a La Voz de Galicia.
La crisis y el descenso en los matrimonios -algo directamente proporcional al deseo de formar una familia- no colabora: si la edad media de acceso al primer matrimonio en España es precisamente a los 35 años, la media de edad entre primeros y siguientes matrimonios es casi de 40 años, cuando la concepción natural de un hijo empieza a ser prácticamente improbable.
Así, la misma doctora Núñez subraya que las técnicas de reproducción asistida se muestran como la solución artificial al problema que, entre otras cosas, hace que el fenómeno de las madres solteras deje de ser minoritario y empiece a ser una elección propia y no el último recurso para concebir.
"La mujer ha visto que no necesita de un varón para tener un hijo o una familia, con lo cual se plantean ser madres solas, y cada vez está habiendo más `familias´ de este tipo", explica.
Según datos recientes de la Comunidad de Madrid sobre la natalidad en la región, hasta cuatro de cada diez madrileñas se ha planteado ser madre soltera y para ello la reproducción asistida se plantea como su única opción para tener hijos, ya sea por edad o por ausencia de proyecto vital con un hombre.
El mito de la fiabilidad: tu padre podría ser cualquiera
Uno de los aspectos más difundidos por las clínicas de reproducción asistida para atraer la atención de un nicho de clientes cada vez más numeroso es precisamente la seguridad y fiabilidad de estas técnicas.
Algo que, sin embargo, podría considerarse de un simple mito. El último ejemplo que hace dudar de ello ha salido a la luz el 21 de marzo. Tuvo lugar en 2021, en el hospital Puerta del Mar (Cádiz) cuando una pareja denunció al centro porque su supuesto bebé, concebido in vitro, resultó ser hijo biológico de la madre… pero no del padre.
Según informó el diario La Razón, los hechos se remontan a 2019 cuando esta pareja decidió iniciar un proceso de reproducción asistida, que resultó exitoso en 2021.
Según la denuncia hecha pública por la Asociación El Defensor del Paciente, "era un matrimonio feliz que había conseguido el sueño de tener un hijo en común, hasta que los reiterados comentarios de la familia sobre la falta de parecido físico" llevó a los padres a hacerse una prueba de paternidad "que tuvo el resultado devastador de saber que el niño no es hijo biológico del padre".
Según el abogado Ignacio Martínez, el daño es "grave e irreparable porque el niño se verá privado de por vida del vínculo natural biológico con quien es su padre y toda su familia paterna además de que su propia historia y origen será siempre un interrogante". También advierte de que desconocer a su padre biológico tiene consecuencias en la salud "por no conocer el perfil genético de sus antecesores, clave en la medicina moderna".
El de esta pareja no es el primer caso de hijos "fabricados" con células extraviadas. Tampoco será el último, ni el único de los riesgos asociados directamente a la reproducción asistida.
Mientras las técnicas de reproducción asistida difunden el mito, nuevas opciones de ayuda para tener hijos de forma ética y natural como Fertilitas van abriendo camino con cientos de casos de éxito en España.
Aunque sus partidarios afirman que esta técnica asiste a unos avances técnicos que la hacen fiable y segura, los estudios y especialistas que muestran efectos adversos en los hijos concebidos in vitro y en las madres que los albergan no dejan de salir a la luz:
1º Mayor riesgo de cáncer
Cada vez con más frecuencia, los embriones concebidos mediante fecundación in vitro se someten a procesos de congelación y descongelación antes de ser implantados en el útero de las madres, en lugar de hacerlo tres días después de lograr la concepción en un laboratorio.
Una práctica de alto riesgo que, según un reciente estudio de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) publicado en PLOS Medicine, estaría directamente asociada al mayor riesgo de cáncer. Concretamente, los niños nacidos tras la transferencia de embriones congelados y descongelados tienen un riesgo de sufrir cáncer entre 1,6 y 1,7 veces mayor que los nacidos y concebidos de forma natural.
2º Asma y alergia
Según otro estudio publicado en 2022 realizado por investigadores de los Institutos Nacionales de Salud y publicado en Human Reproduction, el asma y diversos tipos de alergias son otros riesgos directamente asociados a la concepción mediante reproducción asistida.
Realizado sobre una muestra de 5.000 madres y 6.000 niños, el estudio concluyó que los niños que se concibieron después del tratamiento tenían un 30 % más de probabilidades de padecer asma, un 77 % más de probabilidades de padecer eczemas (una afección alérgica que provoca sarpullido y picazón en la piel) y un 45 % más de probabilidades de recibir medicamentos recetados para alergias entre los 7 y los 9 años.
3º El doble de riesgo de bajo peso
Otro de los estudios relativos a los riesgos es el publicado por The New England Journal of Medicine, realizado por el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades en torno a los embarazos producidos por reproducción asistida entre 1996 y 1997. Se comprobó cómo, de los embarazos únicos y no múltiples, el riesgo de bajo peso era 2,6 veces mayor (un 6,5%) que en la población en general (un 2,5%), sin contabilizar los nacimientos de prematuros.
Tras la investigación, sus autores concluyeron que este mayor riesgo no se explica por diferencias entre las dos poblaciones comparadas respecto a la edad gestacional al nacer, la edad de las madres y otros factores considerados, sino a las técnicas de reproducción en sí mismas.
El propio aborto, embarazos ectópicos o múltiples son solo algunos de los riesgos de la fecundación in vitro reconocidos por organizaciones dedicadas a la reproducción asistida, que se suman a los descritos en este artículo.
4º Defectos congénitos graves
Otro de los estudios de los que se ha hecho eco Bioéticaweb analiza simultáneamente los registros australianos de defectos congénitos, partos y procedimientos de reproducción asistida entre 1993 y 1997. Describen cómo al año de edad, la incidencia de defectos congénitos graves en estos niños es del 9,0% frente al 4,2% en la población general. Para los investigadores, los factores que podrían influir en esta diferencia son: la edad avanzada de las parejas estériles, los fármacos utilizados para inducir o mantener el embarazo en sus fases iniciales y las técnicas en sí mismas.
5º Mayor riesgo de preeclapmsia
Respecto a los riesgos de la reproducción asistida durante el embarazo en las madres, la hipertensión y su extremo, el fantasma de la preeclampsia -afecta a 1 de cada 25 embarazos en EE.UU.-, son dos de los más destacados. Según la investigación publicada el pasado 26 de septiembre en Hypertension, la fertilización in vitro con embriones congelados se asocia a un riesgo un 74% mayor de sufrir trastornos hipertensivos durante el embarazo.
Hace tiempo que se conoce la relación entre estos trastornos y la transferencia de embriones congelados. Lo que no se terminaba de probar, y este informe argumenta, es si el motivo de estos riesgos era atribuible a los padres o al tratamiento de FIV. La investigación encontró que entre las mujeres que tuvieron un embarazo por concepción natural y otro por FIV de transferencia de embriones congelados, el riesgo de trastornos hipertensivos en el embarazo después de la transferencia es del doble en comparación con los embarazos de concepción natural.
6º Mayor riesgo de partos prematuros
Del mismo estudio se desprende un mayor riesgo de partos prematuros: en torno al 7% de los bebés concebidos a partir de la transferencia de embriones congelados nacieron prematuros (antes de las 40 semanas de gestación), así como el 8% de los bebés gestados por transferencia de embriones frescos. Respecto a los concebidos de forma natural, el porcentaje se reducía al 5%.
7º Hasta diez veces más en riesgo de trombosis
Asimismo, estudios internacionales liderados por un equipo español junto a la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia ha demostrado que la fecundación in vitro y los tratamientos hormonales incrementan hasta diez veces más el riesgo de trombosis, en comparación con un embarazo natural -que podría conllevar el aborto-. El informe, Trombosis en el ámbito de la mujer a cargo de la Sociedad Internacional de Trombosis y Hemostasia (ISTH), también ha detectado que el 10% de las mujeres gestantes tiene alguna complicación tromboembólica durante el embarazo o el postparto.
8º Y de diabetes gestacional
Otros estudios e investigaciones, como la presentada en el congreso anual de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD) en 2019, han encontrado un riesgo 53% mayor de diabetes gestacional en aquellas que habían utilizado métodos de reproducción asistida en comparación las concepciones naturales.