Blanca Goytisolo y María Blanc viven en Barcelona (España), son compañeras de clase y, sobre todo, amigas. Intentaron rescatar un bebé de cinco meses de gestación, pero finalmente fue abortado. Esa experiencia les hizo salir de la zona de confort y decidirse a luchar por la defensa de los no nacidos.
"Nos avisaron de que en una parroquia había una pareja que quería abortar. Llamé a María y nos presentamos allí. Intentamos hablar con ellos y darles un mensaje de esperanza. Nos dijeron que su hijo estaba enfermo y que lo tenían todo decidido. Nos sorprendió cuando la madre dijo que llevaba varios días de luto", comenta María.
Maria y Blanca llegaron a la conclusión de que formar a los jóvenes en la cultura de la vida es algo fundamental. Para eso crearon el proyecto Makarioi ("bienaventurados", en griego) para dar charlas en colegios, universidades, parroquias... utilizando la apologética, la filosofía, el derecho, la ciencia, la psicología y la propia fe para concienciar sobre el aborto.
"Es un proyecto modesto, esperamos ir sumando a más gente, queremos formar y servir de puente para las madres que están desesperadas", explica Blanca.
(Quien quiere puede invitarlas a dar una charla a los jóvenes escribiendo a: proyectomakarioi@gmail.com ).
El fin de semana del 3 al 5 de marzo fueron invitadas por LifeTeen, un consolidado método de evangelización para adolescentes, a Montserrat (Barcelona), para ofrecer una charla sobre formación provida a los catequistas presentes. En marzo tienen cerrados tres encuentros más en diferentes lugares.
Defender la vida, debate más vivo que nunca
"Es muy importante hacer rescates y rezar frente a las clínicas, pero también es clave ir a la raíz del problema, que es la formación, poder utilizar la Filosofía o el Derecho para defender la vida de los no nacidos. A los jóvenes les interesa mucho y nos hacen un montón de preguntas", comenta Blanca, estudiante de Derecho y Filosofía en la Universidad Abat Oliba de Barcelona.
"Hace poco debatimos en clase sobre el aborto y, al principio, se recibió muy mal mi mensaje, pero, después de explicarme, la gente me daba la razón. Un chico terminó diciendo que si la vida no empieza en la concepción, no empieza nunca, y, otro, que intentaría animar a su novia a que no abortara nunca. Es importante dar argumentos. Ellos piensan que te opones de manera dogmática, que no te vas a saber defender", añade la joven.
La experiencia de María es muy parecida. "Una chica de clase me dijo que si realmente había artículos que demostraban que la vida empezaba en la concepción, me quedé en shock. ¿Cuántas chicas habrá como ella, que se han creído la mentira del Estado?", se pregunta esta estudiante de Psicología y Filosofía.
Para ellas, la idea de que el aborto es un "debate superado" es simplemente falsa. "Interesa muchísimo a los jóvenes, los que están a favor solo necesitan encontrar a alguien que se oponga para poder darse cuenta de sus errores. Si nuestros políticos están siempre legislando sobre el aborto y hablando todo el día de ello... es porque interesa", asegura Blanca.
"Es un debate robado, no nos dejan hacer ni siquiera preguntas. Hay miedo a que se vea lo dramático que es, sería admitir que nos hemos cargado a millones de persona. Cuando vi a la ministra Irene Montero alegrarse por el aborto, como si hubiera descubierto América... me hubiera encantado preguntarle lo que haría con todas estas mujeres que están llorando por haber abortado", explica María.
Los padres tienen la llave
Ellas animan a los padres a que eduquen a sus hijos en la defensa de la vida. "Es muy importante educar a los hijos en la verdad, y en la belleza de la vida, que sepan que cada ser es irrepetible, que la vida es un don. Y también que tu hijo se sienta querido, no basta con decir que el aborto es un drama, es fundamental incidir en la belleza del amor y de la vida", relata María.
"Hay que contrarrestar la educación afectivo-sexual que ofrece el Estado, que va en contra de la propia naturaleza del hombre, y que es la raíz de tantos embarazos no deseados y de tantos abortos, están creando una mentalidad anticonceptiva", añade la joven.
Para Blanca, es necesario hablar de la fortuna que es poder vivir. "En nuestras charlas no nos centramos solo en cómo se hace un aborto sino en lo increíble que es la gestación de una vida. Debemos recuperar la mirada de asombro. Por eso es muy importante servir de puente para todas aquellas madres embarazadas que necesitan alternativas", relata.
"A veces se saca la casuística de si el niño puede nacer mal... Nosotros deberíamos querer acabar con el sufrimiento, pero nunca con el que sufre. A nadie se nos garantiza que vamos a tener siempre un techo o una estabilidad. Hay que educar en la fragilidad del bien. El problema de hoy es que no nos quieren educar sobre el sufrimiento. La vida no pierde dignidad porque tengas sufrimiento. Nosotros admiramos a la gente que lucha", afirma María.
En este punto, Blanca recuerda que "el aborto es la lucha más importante que puede librar un cristiano". "No se puede esperar nada de alguien que mira el aborto con indiferencia. La Iglesia ha estado siempre al lado de los más débiles; en la época de los romanos, estaba con las viudas y con los huérfanos; en la Edad Media, estaba con los enfermos... creó los hospitales, defendió a los obreros en la Revolución Industrial... y hoy nos toca a nosotros defender a los no nacidos", comenta.
María añade que no todos los católicos están llamados a estar en primera fila en este tema, pero sí a "crear la cultura de la vida". "Podemos colaborar en centros de embarazadas o formándonos, dando charlas... tenemos que ser la cara provida para nuestro contexto. Si tenemos a alguien cerca en esa situación, que pueda venir a nosotros porque sabe que defendemos la vida. Hay vidas concretas en juego. Yo a veces pienso en lo que sería mi vida sin una amiga concreta. Aquí pasa lo mismo", asegura la joven.
Una ley contra la razón
Sobre la reciente ley del aborto aprobada en España, María comenta que "ahora toca luchar más, rezar más, y ofrecer una voz". "Hemos llegado a esta situación porque los buenos hemos callado. En Estados Unidos se ha prohibido el aborto porque la gente buena y sencilla ha luchado. En ese país, en cada una de las parroquia hay información provida. No se puede permitir que en España se aborten miles de niños y hagamos algo solo un día al año. Todas las parroquias deberían ser centros de ayuda a las mujeres", reclama.
Para Blanca, que estudia Derecho, se trata de una ley injusta. "Esta 'ley' no tiene fundamento, es una de las leyes más irracionales de los últimos tiempos. He visto gente que está a favor del aborto y en contra de esta ley. Se han superado todos los límites. Por eso es importante la formación. La sentencia que permitía el aborto en Estados Unidos cayó porque hubo mucha gente que se formaba y daba la batalla, y, ya después, el Supremo se atrevió a dar el paso", comenta.
Por su parte, María, asegura que no se trata ni siquiera de una ley. "Estas leyes no son verdaderas leyes, contradicen la razón, y no sirven para el bien común. Cuando desobedeces un tipo de leyes así, no desobedeces una ley sino un mandato injusto y arbitrario. Ha llegado el momento de dar la cara. Cuando la gente ve a personas capaces de ir a la cárcel, eso les remueve la conciencia. Si alguien es capaz de padecer esto, es porque realmente está convencido", asegura.
"Legalidad no significa moralidad. Que sea legal el aborto no quiere decir que sea bueno. Estas leyes van en contra de la naturaleza humana. No podemos callar. Yo sería la primera que tendría miedo de ir a la cárcel, pero, ¿a precio de qué? ¿de consentir que maten inocentes? En mi conciencia yo no quiero eso", añade María.
Para las chicas, la causa provida va más allá de defender el derecho del no nacido. "Ser provida es luchar porque la vida vale pena. Que los jóvenes no se suiciden, que los ancianos no estén solos...", comenta María. Y, también, reconoce, evidenciar al mundo la sabiduría con la que actúa la propia naturaleza.
"El feminismo ha intentado separar maternidad de mujer. Me hace gracia cuando dicen que el patriarcado nos obliga a ser madres. Es nuestro propio cuerpo el que nos dice que estamos hechas para ser madres. La maternidad está en el corazón de cada mujer, en cada uno de nuestros corazones está el acoger para dar vida", explica María.
Para María y Blanca es muy importante que todo esto lo escuchen los jóvenes. "Hay mucha ignorancia de lo que la Iglesia dice. La infertilidad, por ejemplo, es una cruz y la Iglesia sabe dar un eco a este dolor. Vemos que hay una 'sobrespiritualización', se convierte a Dios en un sentimiento a nuestra medida. La Iglesia dice lo que dice, no porque nos quiera oprimir, sino porque da respuesta a cómo estamos hechos", asegura María.
Las chicas animando a salir a las calles en defensa de la vida, por ejemplo con la marcha provida que tendrá lugar el día 12 de marzo por las calles de Madrid. "Hay que demostrar a los que han hecho esta ley que no toda la sociedad está dispuesta tragar con esto, es importante saber que no estás solo y encontrarte con gente a la que todo esto le duele igual que a ti", comenta Blanca.
"Hay que salir porque somos la cara provida, de nosotros dependen vidas en concreto, aunque seamos cuatro gatos, los discípulos fueron sólo doce. Vale la pena dar respuesta a tanto odio, ¿quién no te dice que una madre vea esta marcha y pida ayuda?", relata María.
Si quieres invitarlas a dar una charla a jóvenes escribe a: proyectomakarioi@gmail.com .
Más datos sobre la Marcha Sí a la Vida Madrid 2023 aquí:
https://sialavida.es