Loles Barrado es abogada especialista en Derecho fiscal y Rafa Cervera (bien conocido por los lectores de ReL a través de su blog) es periodista especializado en fútbol americano. Se casaron en 1995, tienen cuatro hijos, un nieto y llevan un cuarto de siglo dando cursos prematrimoniales.
Fruto de esa experiencia de tantos años preparando a otros para el sacramento, y de su propia experiencia personal de pareja y de hogar, es su libro Destino Caná (PPC). Una lectura tan amena como sólida en torno a todo lo que hace posible y hermosa la vida matrimonial y su consecuencia natural, a saber, una familia razonablemente feliz. Sin tonos rosas ni violines, pero con un fundamento sólido en Jesucristo.
-¿Qué principales diferencias aprecian entre los novios de hace veinticinco años y los de ahora?
-Loles: La principal diferencia es que ahora se casa menos gente por la Iglesia. Cuando empezábamos, dábamos tres cursos al año en cuatro sesiones diferentes, cursos que impartíamos diferentes parejas. Ahora, son cursos más personalizados, fuera de un programa predeterminado. Es decir, un sacerdote como el padre Joaquín Petit, L.C., con el que llevamos más de veinte años trabajando, casa a una pareja y nos la envía para que realicemos, junto a él, la preparación.
-Rafa: Otra diferencia es que muchas parejas que preparamos ahora ya conviven. Sin embargo, podríamos decir que se toman más en serio el tema de casarse por la Iglesia, de hacer de su compromiso un sacramento. Ya no es necesario casarse simplemente por una tradición familiar o por quedar bien. Por lo tanto, creo que hoy en día tiene un gran valor tomar esta decisión. Nosotros solemos empezar las charlas felicitando a los futuros esposos, porque su testimonio es algo espectacular en los tiempos que vivimos.
-¿En qué consiste su labor con ellos?
-Rafa: Hacemos lo básico que son cuatro charlas sobre el amor, la convivencia, paternidad responsable y el sacramento. De hecho, en nuestro libro, Destino Caná, reflejamos las tres primeras que son las que impartimos nosotros. La otra, sobre el sacramento, la da un sacerdote. Trabajando con el padre Joaquín sí que él realiza un seguimiento bastante exhaustivo de la pareja. No solo les da la charla correspondiente, sino que profundiza muchos más.
'Destino Caná' tiene prólogo del cineasta Juan Manuel Cotelo.
-Hay un viejo debate en la Iglesia sobre la preparación matrimonial: larga o corta, intensiva o extensa, complementaria o específica, doctrinal o espiritual... ¿Qué opinan?
-Loles: El debate es totalmente lícito. Siempre pensamos que lo que damos es poco. Pero, por otro lado, si repartiéramos un temario de muchas más sesiones que se extendiera durante más de un año, ¿cuánta gente dejaría de casarse por la Iglesia? Gente con poca formación, gente que está más alejada… Ante todo, lo importante es acoger y explicar perfectamente lo que implica el compromiso.
»Quizá la clave sería ofrecer algo equilibrado. Nosotros siempre hemos pensado que un retiro de fin de semana, donde se ofreciera lo que ya damos, pero en el que se profundizara más en el tema, se incluyeran testimonios, momentos de oración, reflexiones en pareja… en el que entusiasmáramos a los futuros esposos por el sacramento del matrimonio sería maravilloso.
-¿Cuál es su "consejo estrella", el que más parejas les comentan, pasados los años, que les resultó útil?
-Rafa: Lo que suelen destacar es que les hayamos traducido el valor de nuestra experiencia, el cual les ha servido en sus inicios. Es curioso, pero lo que genera más impacto, más que la teoría, es el cómo vivir un matrimonio cristiano en el día a día. La comunicación y ponerse en la piel del otro también la suelen mencionar.
-Loles: Para mí, nuestro “consejo estrella” es el “control de calidad”. Valoran mucho la necesidad que exponemos en el curso de revisar periódicamente cómo vamos. Si el coche pasa la ITV o el calentador de gas necesita una revisión anual, con nuestro matrimonio debemos ser más estrictos en ese control de la calidad.
-Recuerdo unas estadísticas francesas sobre las últimas décadas: mientras los divorcios en matrimonios con 0 a 2 hijos se han disparado, en familias de 3 o más han crecido, pero muchísimo menos. ¿Corrobora esto su experiencia?
-Rafa: No tenemos datos concretos, pero estas estadísticas francesas reflejan una realidad patente: los hijos te hacen salir de ti mismo, dando lo mejor. Para hablar en términos que están de moda hoy en día: te hacen salir de tu zona de confort. ¡Y de qué manera! Por los hijos te entregas al máximo, en una entrega totalmente generosa. Si te casas y un día no haces la cama, no pasa nada; pero si a un hijo no le das de comer, se muere….
-Entonces, los hijos ¿son causa o consecuencia del éxito matrimonial? ¿Se tienen más hijos porque el matrimonio es estable, o el matrimonio es estable porque los hijos lo estabilizan?
-Loles: La familia es una escuela de crecimiento. Te hace ensanchar el corazón y pensar en el otro. Compartir la vida es un gran don que se multiplica en una familia numerosa. No hay mejor regalo para un niño que tener un hermano. Tener hijos estabiliza el matrimonio, pero la base la construye la pareja. La solidez entre los cónyuges transmitirá solidez a los hijos, los cuales, en el plano espiritual, son la participación en la obra creadora de Dios, y en lo humano, el fruto del amor de sus padres.
Rafa y Loles nos hablan de 'Destino Caná'.
-En el libro insisten en que los cónyuges compartan una vida espiritual común. ¿No basta ir juntos a misa el domingo?
-Rafa: Hombre, claro que hay que ir a misa juntos los domingos, también con los hijos, pero un matrimonio no es solo de domingos, sino de todos los días de la semana. “El matrimonio es cosa de tres”, decía nuestro admirado obispo Fulton Sheen. Es fundamental poner a Dios en el centro de nuestra vida, por eso nos casamos por la Iglesia, por eso nuestra unión pasa a ser un sacramento. A nosotros nos encanta el deporte y sería ridículo, teniendo al mejor jugador de la liga, dejarlo en el banquillo, no pasarle el balón. Jesucristo tiene que ser el protagonista de nuestra vida, de nuestra familia.
-Enrique Rojas habla del divorcio como una epidemia. ¿Lo ven así? ¿Hay un ambiente que lo favorece?
-Loles: Desde luego que el divorcio es una epidemia. Y por supuesto que hay un ambiente que lo favorece. Es más, hasta en algunos libros, programas de televisión… la infidelidad intenta representarse como algo positivo. Menciono la infidelidad porque es el detonante de la ruptura de muchos matrimonios.
-¿Con qué estrategia resistir a ese ambiente?
-Loles: Aquí lo que sugerimos es practicar la medicina preventiva. No ser ingenuos. Ser conscientes que si quedas con otra persona a desayunar, comer y cenar, porque es un compañero de trabajo con el que te entiendes muy bien, puedes desatar una chispa que te enganche emocionalmente… Nadie estamos exentos, jamás nos podemos confiar, tenemos que estar siempre en guardia. Y también, como mencionábamos en la respuesta anterior, es necesario rezar, rezar diariamente por el matrimonio y por lo hijos.
-Antes, decir "recién casados" era decir "jóvenes". Hoy ya no es así. ¿Animan ustedes a una persona joven a contraer matrimonio razonablemente pronto?
-Loles: Si te has enamorado, cuando ese amor madura lo lógico es que estés determinado a casarte con la persona que amas. Es cierto que hoy en día hay condicionantes, sobre todo económicos, que pueden demorar esa fecha. Sin embargo, hay que perderle el miedo a casarse, a establecer un compromiso para siempre, que a muchos suele dar vértigo. Vamos, que hoy en día anuncias que te casas joven (menos de 30 años) y prácticamente te dan el pésame.
-¿Ventajas e inconvenientes?
-Rafa: Si es su vocación, el matrimonio es la aventura más grande en la que una persona se puede embarcar, mucho más que viajar, recorrer el mundo o estudiar varios masters... Casarse joven y tener hijos joven es una gran ventaja. Tienes toda una vida por delante, para vivirla juntos, y a los hijos les puedes dedicar toda tu energía. Los inconvenientes vienen primordialmente por la inmadurez. La pregunta aquí es clara: si alguien no es maduro a los 27, ¿lo será a los 34 o a los 42?
-¿Qué influencia tiene el matrimonio de los padres en el futuro matrimonio de sus hijos?
-Loles: Muchísima. Educamos mucho más por lo que hacemos que por lo que decimos. No hay nada mejor para unos hijos que ser testigos del amor que se profesan sus padres. Los hijos buscan referentes. Tener como referencia el amor que se han tenido y se siguen teniendo unos padres después de muchos años casados transmite una seguridad muy grande a un hijo que vaya a emprender la gran aventura del matrimonio.