En 10 años más de 1.500 bebés no deseados han sido salvados gracias a la “baby box” (una canastilla), que puso en marcha un pastor de una iglesia de Seúl, en Corea del Sur. El pequeño centro, que funciona en un edificio acondicionado para alojar a niños no deseados, fue el primero en su tipo en Corea del Sur, un país donde la población tiene una de las tasas de natalidad más bajas del mundo.
El pastor de la iglesia de Joosarang, Lee Jong-rak cuenta que las madres “junto a los niños, dejaron cartas con historias desgarradoras”. Desde su institución, el centro ha sido fuente de polémicas. A partir de la revisión de la ley sobre adopción, en el 2012, creció vertiginosamente en número de bebés recibidos en el hogar.
Veinteañeras y adolescentes
Según recoge AsiaNews, la mayor parte de las madres que dejan a sus niños son mujeres que han llevado adelante un embarazo fuera del matrimonio o tras sufrir un episodio de violencia sexual. En más del 50% de los casos son jóvenes veinteañeras o, con cada vez mayor frecuencia, adolescentes. “Habitualmente, las mamás dejan una carta que cuenta historias desgarradoras, junto a resueltas promesas de regresar en el futuro, algún día. En general, ellas viven en circunstancias desesperantes, no tienen dónde ir y nadie a quien recurrir”, afirma este pastor de 64 años, al dialogar con la agencia surcoreana Yonhap.
Tras realizar una investigación policial y los debidos procedimientos administrativos, los niños son acogidos en un orfanato o en la casa de una familia. Desde su institución, la “baby box” (canastilla para bebés) ha sido fuente de polémicas: los críticos sostienen que esto insta a las personas a tomar el camino más simple para huir de su responsabilidad como padres. Durnate años, el gobierno ha pedido que esta sea retirada afirmando que Lee arriesgaba acusaciones penales por concurso o favorecimiento del abandono de bebés.
Varias mujeres cambiaron de opinión
El pastor se niega a instalar cámaras de seguridad y limpia las huellas digitales que quedan en el lugar, para impedir que los progenitores sean detenidos y castigados. Pero la apertura de la rueda de la canastilla hace sonar la campana ubicada dentro de la iglesia. Entonces Lee, u otro miembro de la comunidad, sale afuera e intenta convencer a los progenitores. “Cerca del 95% han tenido un breve coloquio conmigo –declara el pastor- y 17 han cambiado de idea”.
La iglesia se ocupa del cuidado de los niños hasta que cumplen seis meses. Las mamás solteras que deciden criar a su hijo reciben varias formas de sostén, que incluyen subsidios financieros y servicios de asesoramiento.