Mientras en España, México, Argentina y otros países los políticos buscan formas de recortar la objeción de conciencia de los sanitarios frente al aborto, la eutanasia y otras prácticas contrarias a la buena ética médica, el Papa se ha dirigido este jueves a un grupo de farmacéuticos defendiendo que la objeción de conciencia es "fidelidad a vuestra profesión".
No se dirigía a una asociación cristiana, sino a los participantes del Congreso de la SIFO (Sociedad Italiana de Farmacéutica Hospitalaria), una entidad aconfesional con más de 2.300 miembros.
En un discurso en el Vaticano este jueves al recibir a los farmacéuticos, el Santo Padre les recordó: “vosotros estáis siempre al servicio de la vida humana”.
El Santo Padre les invitó a tener ese principio siempre muy presente ya que “el farmacéutico, cada uno de vosotros, utiliza sustancias medicinales que, sin embargo, pueden convertirse en venenos. Aquí se trata de ejercer una vigilancia constante, para que el objetivo sea siempre la vida del paciente en su totalidad”.
"La objeción no es deslealtad, sino fidelidad a la profesión"
Ese servicio a la vida humana puede requerir, “en algunos casos, la objeción de conciencia, que no es deslealtad, sino, por el contrario, fidelidad a vuestra profesión, si está válidamente motivada”.
“Hoy en día está algo de moda pensar si estaría bien eliminar la objeción de conciencia. Pero, pensad que ésta es la intimidad ética de todo profesional de la salud y esto nunca debe negociarse, es precisamente la responsabilidad última de los profesionales de la salud”.
El Pontífice argumentó que la objeción de conciencia tiene una dimensión de testimonio y protesta: “es también una denuncia de las injusticias cometidas contra la vida inocente e indefensa”.
El Papa Francisco insistió en algo que ha declarado ya muchas veces: el aborto es matar a alguien. “Sabéis que sobre esto soy muy claro: se trata de un homicidio y no es lícito hacerse cómplice”, afirmó.
“Dicho esto, nuestro deber es la cercanía, nuestro deber positivo: estar cerca de las situaciones, especialmente de las mujeres, para que no se llegue a pensar en la solución del aborto, porque en realidad no es la solución. Después, la vida, pasados diez, veinte o treinta años te pasa la factura. Y hace falta estar en un confesionario para entender el precio, tan duro, de ello”, aseguró el Pontífice.
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No al dios dinero, trabajar para la persona
El Papa también se refirió a otros criterios de la buena ética médica. "Los criterios de gestión y financieros no son el único elemento a tener en cuenta. La cultura del rechazo no debe afectar a su profesión. Y este es otro ámbito en el que debemos estar siempre atentos. "Dios, nuestro Padre, ha dado la tarea de cuidar la tierra no al dinero, sino a nosotros: a los hombres y a las mujeres".
Advirtió de que la humanidad es sacrificada a los "ídolos del beneficio y el consumo: es la "cultura del despilfarro", incluso, dijo, en los ancianos: da la mitad de la medicación y acorta la vida... "Es un desperdicio, sí".
Y añadió: "La gestión de los recursos y el cuidado de no desperdiciar lo que se confía a las manos de cada farmacéutico adquiere una importancia no sólo económica sino también ética. Pensamos en la atención al detalle, la compra y el almacenamiento de los productos, su uso correcto y su destino a los que lo necesitan con urgencia. Pensamos en la relación con los distintos operadores -los celadores, las enfermeras, los médicos y los anestesistas- y con las estructuras implicadas".
En los últimos 2 años se han multiplicado los ataques contra la objeción de conciencia sanitaria y la buena ética hipocrática en Europa e Hispanoamérica; puede leer sobre ello en nuestra sección Objeción de Conciencia. En España la asociación que defiende la objeción de conciencia de los sanitarios es ANDOC.