Esta es la era del porno superfácil y superaccesible y superadictivo. Por primera vez un estudio en España (con 2.500 entrevistados de ambos sexos en 7 autonomías) mide los efectos del nuevo porno entre niños, adolescentes y jóvenes, de 16 a 29 años.
Es nuevo porque se accede a él en grandes cantidades, de forma fácil y gratuita, desde edades muy tempranas y contenidos muy extremos. No tiene nada que ver con el adolescente de los años 80 que conseguía de vez en cuando revistas o algún vídeo. Esto es consumo infinito y gratis y en el bolsillo, sobre todo al acceder a un móvil u ordenador propio con acceso a Internet.
Y son efectos malos. Hay al menos 7 razones.
Primero, porque está muy difundido: el 87% de los chicos y el 54,8% de las chicas de han consumido alguna vez pornografía.
Segundo, porque engancha mucho: hasta el 30% de los varones de esta edad reconoce ser adicto o estar en camino de serlo. El 37% de los varones ellos admite acceder a estos contenidos al menos una vez por semana y el 14% (uno de cada 7) lo hace a diario.
Tercero, porque ahora se añade un público nuevo, las chicas: el 54,8% de las muchachas de esa edad reconoce ver porno; son veinte puntos más que hace tan solo cinco años.
Cuarto, porque lo usan como su principal base de educación sexual: 3 de cada 4 cuatro adolescentes dice que el porno es el lugar donde acude a resolver dudas y aprender. Nada de preguntar a adultos, y ya casi ni se consulta con los amigos: todo está en Internet. Y en Internet se acostumbran a ver mujeres humilladas y violadas, sumisas y "sexo sin límites".
Quinto, porque afecta a las prácticas sexuales reales de los jóvenes: el 50% de los entrevistados dice que aumentó prácticas de riesgo (sexo sin preservativo, con diversas parejas o en grupo, con violencia o asfixias, etc.) motivado por el consumo de porno. Los chicos lo ven en los vídeos y se lo piden a las chicas. Ellas también lo ven, y asumen que "es lo que hay".
Sexto: porque se accede a él a edades muy tempranas, con las vulnerabilidades propias del cerebro infantil o adolescente. La mayoría de los varones comienza a consumir porno a los 14 años, pero hasta un 25% se inició antes de los 13. La edad de inicio vive un descenso acelerado, pues los que tienen ahora 29 años empezaron de media a los 16 y los que cuentan hoy con 18 se conectaron entre los 12 y los 13. Hay algunos casos ya de niños de 8 años enganchados.
Séptimo: porque los que consumen porno reciben publicidad insistente de prostitución o sexo virtual: un 46% de varones ha recibido esas ofertas, un 4,5% declara que ha pagado por sexo, o va a hacerlo; es decir, al menos 300.000 chicos españoles de 16 a 29 años se ha iniciado en la prostitución a través de las webs de pornografía. De hecho, consideran que la cifra real es mucho más alta, porque hasta un 25% de los jóvenes interrogados no quiso contestar a esta pregunta. El porno es el trampolín a consumir prostitución.
La investigación, titulada 'Nueva pornografía y cambios en las relaciones interpersonales', dirigida por los profesores de la Universidad de las Islas Baleares Lluís Ballester y Carmen Orte, constata que las películas porno, con sus mujeres dóciles y sumisas, «normaliza en muchas mentes juveniles el sexo violento e incluso la violación». Ambos autores creen que «el aumento del consumo de porno violento está vinculado al incremento de las manadas».
Señalan además que este consumo acelerado y temprano de pornografía coincide en España con la investigación judicial de 101 casos de agresión sexual en manada en los últimos tres años, con 350 procesados, lo que describen como una cifra inédita en este país.
5 rasgos de la nueva pornografía
1) Gran calidad de imagen
2) Asequible, baratísima o gratuita
3) Accesible: oferta ilimitada, y cada vez más variada, buscando nuevos públicos (mujeres consumidoras)
4) Acceso a prácticas sin límite moral alguno: incluyendo de gran riesgo, ilegales y brutales
5) Puede calibrarse la interactividad: desde simplemente ver un vídeo, a interactuar cara a cara a distancia con quien ofrece el servicio porno
"Su consumo no ha dejado de aumentar, generando adicción en los consumidores habituales", afirma el estudio. "Al margen de la adicción, no puede ignorarse su impacto sobre los consumidores adolescentes y sobre sus relaciones interpersonales".
Cada vez hay más conciencia de que la
pornografía daña a niños, jóvenes y adultos;
este libro del Doctor Kleponis explica como
es posible dejarla, prevenirla y superarla
El psicólogo Alejandro Villena explicaba en 2018 cómo la pornografía tiene efectos negativos en la psicología, emotividad, libertad y relaciones de la persona