La educación concertada ha sido uno de los caballos de batalla en el 2020 que ha concluido y lo seguirá siendo en este 2021. La Ley Celaá y el ataque del Gobierno a la libertad de las familias a la hora de elegir centro ha provocado una respuesta contundente por parte de colegios, profesores y familias.
Precisamente, en esta tercera edición de los Premios ReL se ha entregado el galardón “Educación Integral” a Alfonso Aguiló, presidente de la Confederación Española de Centros de Enseñanza y de la Fundación Arenales, que engloba a una treintena de colegios católicos, por su labor educativa y en defensa de la libertad de enseñanza de los padres y del respeto al ideario de los centros.
Al recoger el premio, Aguiló señaló que en estas décadas que lleva dedicadas a la educación ha ido “descubriendo que una sociedad que lograra enormes avances en el desarrollo económico, científico y cultural pero que fracasara en la educación de la siguiente generación se podría decir que es una sociedad fracasada”.
El presidente de la fundación que engloba los colegios Arenales dijo que llegó a la educación “un poco por accidente” pues él en realidad es ingeniero de caminos. “No pensaba dedicarme a esto, me propusieron ser subdirector del Tajamar allá por el año 1987 y han pasado ya 33 años”, agregó.
De este modo, Alfonso Aguiló afirmó que “pronto descubrí la importancia que tiene la identidad cristiana de la escuela. Es algo que en este país está muy claro para mucha gente. Mas del 60% de la educación privada y concertada es católica, y es un porcentaje que no está descendiendo, más bien al contrario”.
Por ello, recalcó que hay que tener “una gran fe y un gran compromiso para lograr que los valores cristianos estén presentes en la educación, porque es un valor añadido enorme”.
Sin embargo, cree que es importante no quedarse sólo en los valores cristianos sino ir más allá también con la “práctica cristiana” con la oración y los sacramentos porque “los chicos y las chicas cuando están en la escuela además de saber lo que quieren hacer también es muy importante que aprendan a pedir ayuda a Dios para poder hacerlo”.
“Hay mucha gente que cuando escucha esto cree que no es propio de la escuela, pero lo que tienen que hacer es probar a hablarlo con los jóvenes que todavía no están contaminados de otros prejuicios y verán la naturaleza del hombre, de la mujer, que conecta en seguida con estas ideas trascendentes”, añadió.