La Constitución española de 1978 afirma en su artículo 39: "Los poderes públicos aseguran la protección social, económica y jurídica de la familia".

Pasado casi medio siglo, y aunque el país es más rico y productivo y la tecnología y medicina ofrecen oportunidades maravillosas,  la familia en España es muchísimo más débil que entonces. Por eso, un nuevo estudio que lo aborda se titula: Constitución y familia: Un principio fallido.

La democracia en España, o la forma de aplicarla, le ha sentado mal a las familias, a la nupcialidad, a la natalidad, a la prevención de la soledad...

Lo analiza un informe el CEU - CEFAS ( Centro de Estudios, Formación y Análisis Social) que constata que no sólo la familia es más débil y frágil (en número de miembros, estabilidad y régimen legal) sino que el Estado español la trata mucho pero que en 1978.  

Descargue el informe completo aquí en Cefas.ceu.es.

Algunos datos para comparar con aquellas familias de 1978:

Así, el informe Constitución y familia. Un principio fallido afirma que "en diversas cuestiones clave el Estado no protege a las familias, contraviniendo lo que establece al respecto la Constitución de 1978".

La familia sufre hoy de muy baja nupcialidad, de muy alta divorcialidad (es decir, es inestable, frágil, precaria) y de una fecundidad y natalidad bajísima.

Los niños sufren de soledad y empobrecimiento afectivo (crecen sin hermanos, a menudo sin primos, muchas veces incluso sin padre o madre). 

La soledad va golpeando cada vez más a los ancianos: llegan a la vejez personas que no llegaron a tener pareja estable ni hijos. 

Niña sola mira un bosque tenebroso, símbolo del daño de la ruptura familiar, foto de Fredrik Solli Wandem en Unsplash.

Fragilidad matrimonial: 60 divorcios por cada 100 nuevas bodas

La tasa de “fragilidad matrimonial” (número de divorcios por cada cien bodas) ha superado el 60% en 13 de los últimos 18 años. Con las pautas de ruptura conyugal que hay, al menos 50% de los matrimonios se acabarían separando. De ellos, un tercio se separa antes de los 20 años de casados y la quinta parte, en los primeros 10 años.

Desde comienzos de los años 80 se han roto unos 3 millones de matrimonios legales, cada uno de ellos con su trauma y sus heridas.

Fruto de ello, de 3,5 a 4 millones de niños y jóvenes han sido afectados directamente por la separación de sus padres.

Los sociólogos constatan que el divorcio empobrece a los hijos que viven con sus padres, produce daños afectivos y psicológicos, perjudica al rendimiento académico, baja el futuro éxito profesional.

El informe detalla además que "al menos 1,5 millones de adultos casados se divorciaron contra su voluntad".

Natalidad hundida...¡desde hace cuarenta años!

La natalidad se ha hundido: desde 1981, la fecundidad en España, medida en hijos por mujer en edad fértil, es inferior al llamado "nivel de reemplazo", establecido en 2,1. Ya hace años que es menor a 1,2.

Cada nueva generación de españoles es un tercio menos numerosa que la anterior y esto se va a acelerar: la próxima será un 45% menos numerosa que la anterior.

Hace ya más de 10 años que en España hay más muertes que nacimientos. En el último año, las muertes superan en 100.000 a los nacimientos, pero si medimos sólo a los españoles autóctonos, son 200.000 más fallecimientos que partos.

En la primavera de 2024 se ha llegado a una pérdida acumulada de 1,5 millones de españoles autóctonos desde 2012, por más fallecimientos de personas nacidas en España que nacimientos de bebés con madres nacidas en España. El informe denuncia que esta situación no es bien conocida por el público

Injerencias del Estado contra la libertad de educar a los hijos

Como ejemplos de esta injerencia, los autores del informe ponen la asignatura “Educación para la Ciudadanía”, obligatoria de 2007 a 2016, "con contenidos y libros de texto con sesgos de valores inaceptables" para muchas familias.

También "las diversas leyes LGTBI (autonómicas y la estatal), con una concepción de la sexualidad y sus derivadas sociales impregnada del acientífico y ambiguo concepto de género", que incluyen "contenidos obligatorios de educación sexual y en los conceptos de la ideología de género a niños y adolescentes".

También critican "la inmersión lingüística obligatoria en lenguas regionales", que "es inconstitucional y dañina para las familias castellanoparlantes, y en especial, para sus hijos".

Familias sin protección económica

La presión real de los impuestos sobre las familias es hoy el doble que en 1978: el informe habla de una presión "confiscatoria".

De 1978 a 2023 ha habido un paro medio del 17% -y el desempleo juvenil, muy superior-, muchísimo más que antes de la CE-78.

En relación a la renta media disponible, comprar una vivienda es mucho más costoso que hace 45 – 50 años. La deuda pública actual, resultado de sucesivos déficits fiscales, hipoteca a cada familia con más de un año completo de su renta (hay que recordar que en 1976 apenas había deuda pública).

Hace medio siglo, un español pagaba en impuestos un 20% de lo que ganaba (sumando impuestos directos, indirectos y cotizaciones de Seguridad Social). Hoy, un español paga de media el 40 o 45% de lo que gana. Eso incluye impuestos a su patrimonio acumulado  (después de pagar impuestos por las rentas obtenidas para poderlo acrecentar, de forma inmediata cada año o bien al fallecer e ir a disponer de ese patrimonio sus legítimos herederos).

El informe denuncia que se gravan ganancias patrimoniales aparentes, aunque la inflación entre la adquisición de un activo y el momento de su venta supere su revalorización nominal, o el caso de personas que pagan en impuestos más del 50% de lo que ganan, pese a ser algo prohibido por la propia Constitución.

El informe denuncia "claras -e inconstitucionales- inequidades interregionales en prestaciones-impuestos: el cupo fiscal al Estado del País Vasco y Navarra es bajísimo, lo que permite gastar allí mucho más en prestaciones y servicios públicos por habitante".

También queda claro que no se ha cumplido lo que pedía la Constitución en materia de vivienda y de suelo, "con grave perjuicio para las clases populares y los jóvenes en edad de emancipación".

Hubo promotores inmobiliarios que compraron barato suelo no urbanizable en zonas urbanas: luego "amigos suyos" en los ayuntamientos recalificaron esas zonas para vivienda. Esa recalificación "selectiva" hizo subir el precio del suelo y de la vivienda. España, que en los años 60 y 70 ofrecía y construía mucha vivienda protegida (en 1978 vivía en ellas un 40% de españoles) hoy apenas construye estas viviendas.

El informe considera que han complicado el acceso a la vivienda más factores: la llegada de multitud de inmigrantes, la negligencia / tolerancia oficial ante la “ocupación de viviendas”, la sobreprotección legal de los inquilinos morosos y la de impagadores de préstamos para  viviendas. 

Así, los jóvenes de clase media-baja y baja no pueden acceder a la vivienda. Si en los años 70 un joven se iba de casa a los 25, hoy se va (cuando se va) a los 30... y eso hunde la natalidad: sin casa, no se fundan familias

Mejora de la esperanza de vida: Madrid, lo mejor del mundo

En materia de sanidad, que tanto valor tiene para las personas concretas y sus familias, en líneas generales, y sin entrar a analizar la eficiencia en el gasto público en este punto, el artículo 43 de la Constitución sobre protección de la salud se ha cumplido hasta ahora satisfactoriamente.

Madrid es la capital o ciudad con más de un millón de habitantes con mayor esperanza de vida del mundo (datos de 2019). La esperanza de vida en los dos distritos capitalinos donde es más baja (Puente de Vallecas y Villa de Vallecas) es superior a la de Suecia.

España ya había convergido en esperanza de vida con la Europa rica en 1975-1976, partiendo de bastante menos en 1900. En los últimos 45 años, España se ha situado en cabeza de la UE en esperanza de vida. Pero el envejecimiento cada vez mayor y la llegada de inmigrantes van a tener también un efecto en la sanidad.

La familia en la Ley antes de la Constitución

El estudio recuerda que "con el franquismo no había constitución como tal, pero un  conjunto de leyes llamadas 'fundamentales' cumplían un papel más o menos equivalente. Una de ellas era “El Fuero de los españoles”, sobre los derechos,
libertades y deberes de todo español. En ella, en relación a la familia, se decía lo siguiente:

Artículo 22: El Estado reconoce y ampara a la familia como institución natural y fundamento de la sociedad con derechos y deberes anteriores y superiores a toda Ley humana positiva. El matrimonio será uno e indisoluble. El Estado protegerá especialmente a las familias numerosas".

¿De quien es la culpa de esta degradación?

El informe concluye buscando responsables: los políticos, los intelectuales callados, el pueblo con su voto durante 5 décadas y cada uno, con sus decisiones, al no casarse, divorciarse o no tener hijos, cada uno en su contexto y a su nivel.

Se incumple la Constitución, dice el texto, "en muchos puntos muy importantes", porque "o bien los políticos constituyentes se pasaron de buenistas y de intentar agradar, o bien los que gobernaron España de 1979 en adelante -muchos de los cuales participaron en el proceso constituyente-, con algunas zonas de luz, no lo han hecho nada bien para la familia en relación a temas esenciales".

"Los intelectuales/académicos y los creadores de opinión pública por la vía mediática influyen mucho en los políticos y el electorado. Y con escasas excepciones, poco han hablado y advertido sobre el hundimiento de la familia y la natalidad en los últimos 45 años", denuncia el texto.

"Tampoco es culpa de la Constitución Española de 1978 como tal el haber sido incumplida en tantos puntos importantes, salvo en aquellos en que fuera muy complicado cumplirla, por contener mandatos o promesas intrínsecamente difíciles de satisfacer, bien por ser excesivamente buenistas, bien por ser contradictorios con otras partes de la propia Constitución", matiza el informe.

Lo que pide el Catecismo que la Constitución no ofrece

El informe finaliza comparando las peticiones sociales del pensamiento católico en el Catecismo y lo que ofrece el texto de la Constitución de 1978. Hay una gran concordancia entre ambos textos, pero dos puntos en los que la Constitución se queda coja:

- El Catecismo pide explícitamente que se reconozca y aplique el principio de subsidiariedad en relación a la familia (para protegerla de un Estado invasivo-totalitario); la Constitución no menciona explícitamente esta subsidiariedad;

- El Catecismo pide a Estados y sociedades proteger la estabilidad del vínculo conyugal; la Constitución española no promete tal protección ni estabilidad; los datos han demostrado la gran fragilidad de los matrimonios en España, sin apoyo apenas del Estado y sus leyes.

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