Una y otra vez, cuando a los sociólogos cristianos les preguntan qué puede hacer un cristiano para salvar el mundo, mejorar la sociedad o ayudar a la Iglesia, su respuesta es: ante todo, cásate, ten hijos, edúcalos bien.
Las tres cosas son cada vez un poco más difíciles en nuestros días.
En las culturas tradicionales, los hijos crecían trabajando con su padre, bien en el campo o en un taller, como Jesús aprendió a trabajar en el taller de San José, que además debía estar en casa o muy cerca. Había cercanía física y los niños aprendían tal como la naturaleza les ha programado: mirando e imitando al adulto. Siempre se podía hacer un alto en la tarea para hablar.
Sin embargo, en nuestra época los padres trabajan lejos de los hijos, y además trabajan muchas horas. Sin que haya ningún divorcio por medio, un adulto puede ser "padre ausente" simplemente porque siempre está fuera trabajando.
Lo curioso es que el padre trabajoadicto a menudo acaba siendo muy poco productivo, señala John Snarey, un investigador de la Emory University, del National Center for Fathering.
Esto se debe a que el trabajoadicto a la larga desarrolla conflictos maritales, o legales, que truncarán su carrera. Un estudio de Snarey detecta que a los padres que declaran haber rechazado trabajos o proyectos adicionales no les ha ido peor a la hora de desarrollar su carrera profesional.
¿Cuándo te conviertes en un trabajoadicto? En la web AllProDad señalan estos 10 indicios inquietantes que, acumulados, levantan las alarmas:
1. ¿De qué conversas?
¿De qué hablas con los amigos y la familia? Si eres un trabajoadicto, probablemente hables casi exclusivamente de cosas relacionadas con el trabajo. Cuando la conversación trata de cosas intrascendentes y coloquiales, enseguida la llevas de nuevo al trabajo. Harás que todo gire alrededor del trabajo y probablemente no sabes casi nada de nada más.
2. ¿Quiénes son tus amigos?
¿La gente con la que socializas es la misma gente con la que pasas la mayor parte de tu vida en el trabajo? Las amistades a menudo se basan y se refuerzan por intereses compartidos. El trabajoadicto a menudo es incapaz de conectar a largo plazo con gente fuera de su profesión.
3. Control
El trabajoadicto a menudo necesita sentir que tiene el control directo de todas las tareas, le cuesta mucho delegar en otros compañeros. Piensa que nadie puede hacerlo suficientemente bien y que, por lo tanto, tiene que estar siempre trabajando.
4. Adicción al móvil o celular
El trabajoadicto se lleva el móvil a la iglesia, a la playa o a donde sea. Le obsesiona que pudiera llegar un e-mail o un dato. Su hija hace un castillo de arena en la playa pero él ni lo mira porque no deja de repasar su móvil.
5. Evitas concentrar los días en vacaciones largas
Este trabajoadicto quizá dice a sus compañeros que "me iré todo el mes de julio", como si fuera una amenaza cataclísmica... pero en realidad nunca lo hace. Intenta que las vacaciones sean breves y los días festivos estén muy repartidos.
6. Tu escritorio es una cafetería
Este trabajoadicto tiene los cajones de su escritorio lleno de chucherías, comida prefabricada y hasta latas de conservas. No dedica tiempo para salir a comer, así que come las cosas prefabricadas que almacena. La máquina de café y alimentos de su oficina es el lugar que visita con más asiduidad. Piensa que así ganará tiempo para llegar a alguna actividad deportiva de su hijo... pero al final no acude a esa actividad. Sus únicas comidas formales o elaboradas son las de trabajo.
7. Nunca está enfermo
Aunque tosa o se maree, se declara simplemente alérgico y se automedica con lo que encuentra en el botiquín de casa. En la oficina difunde sus gérmenes. Se considera muy productivo. ¿Y los diez compañeros contagiados y enfermos? Los considera débiles.
8. Pasa horas a media noche, en la cama, planificando tareas
Son las tres de la mañana, está en la cama con su cónyuge durmiendo al lado y pasa hora tras hora planeando tareas de su trabajo, objetivos y protocolos. Los trabajoadictos muy a menudo tienen trastornos del sueño.
9. Sin tiempo para el cónyuge: lo trata como a un compañero de piso
Ni tiene tiempo de calidad con su cónyuge, ni se lo lleva a excursiones o actividades conjuntas o espontáneas. El trabajoadicto trata a su cónyuge como un compañero de piso que le hace perder tiempo. A menudo el trabajoadicto se queda en el ordenador mucho más tarde por la noche: su cónyuge ni se entera cuando se acuesta. No pasaría nada si el adicto se quedara a dormir en su oficina.
10. ¿Quiénes son esos críos?
El trabajoadicto recuerda que nacieron sus hijos y luego, como por sorpresa, mira a su alrededor y ve una serie de niños que hacen ruido y no le dejan concentrarse en el trabajo. No establece relaciones personales con cada hijo. No sabe casi nada de sus profesores ni de sus mejores amigos ni de sus sueños o esperanzas.
En el futuro, sus hijos le dirán: “Papá, lo único que siempre quisimos fue tu tiempo, pero siempre estabas ocupado". Es el destino del trabajoadicto.
(Publicado originariamente en ReL en agosto de 2021, a partir de los consejos de AllProDad).