Al comentar este jueves la reunión de obispos de la Comisión Permanente, el portavoz de la Conferencia Episcopal Española, el sacerdote José María Gil Tamayo, ha dedicado un rato de su presentación ante la prensa a denunciar la "cultura del descarte" y el "corredor de la muerte" que es la eutanasia que se está estudiando legalizar en el Congreso de los Diputados.
Gil Tamayo ha explicado que "ante la admisión en el Congreso de la proposición de ley del PSOE sobre la eutanasia, los obispos de la comisión permanente hacen suya la nota del 21 de mayo de la subcomisión de Familia y Defensa de la Vida".(No es muy larga: se puede leer íntegra aquí)
No matarás, lo más básico
"Para la Iglesia y para la más elemental conciencia ética está el principio de no matarás", proclamó el portavoz. "Esto tan elemental y básico está puesto en cuestión por cualquier iniciativa que atente contra la vida. A todos nos obliga el respeto a la vida, la ajena y la propia. La defensa de la vida debe ser integral, no según baremos de calidad de vida".
Tamayo recuperó una expresión que ya usó en otra ocasión: "Es crear un corredor de la muerte voluntario; no podemos hacer corredores de la muerte, ya tenemos bastantes y esperemos que desaparezcan. Una defensa de la vida integral, desde el ser concebido hasta el término natural. Y decir que no también a la pena de muerte, como pide el Papa Francisco y la Conferencia Episcopal se adhiere a la reforma del Catecismo, para que sea taxativo el rechazo a la pena de muerte".
La Iglesia, siempre en contra de la eutanasia
Recordó también el pronunciamiento de San Juan Pablo II, "de la mayor solemnidad", que proclamaba que "la Iglesia siempre ha considerado la eutanasia como un mal moral y un atentado a la dignidad de la persona". "Confirmo que la eutanasia es una grave violación de la ley de Dios en cuanto eliminación deliberada y moralmente inaceptable de una persona humana", decía el santo papa polaco, como recordó Tamayo.
La eutanasia no es un acto médico, añadió. "Asistimos a manifestaciones de la Organización Médica Colegial clarísimamente afirmando los principios éticos médicos: curar, al menos aliviar, siempre acompañar y consolar... En el artículo 36 del código de deontología ética de la OMC se afirma: el médico nunca provocará intencionadamente la muerte de ningún paciente ni siquiera por petición expresa de este".
La eutanasia tampoco es un derecho, dijo Tamayo: "no se puede ir haciendo derechos de laboratorio que no nazcan de la dignidad y naturaleza humana. Hay una ecología de lo humano que creemos y debemos defender".
"Un cristiano no puede seguir el camino del corredor de la muerte voluntario que supone la eutanasia en cualquier país", insistió.
¿Por qué no hay ley de cuidados paliativos?
"Es llamativo también que se quiera imponer una ley de eutanasia cuando no se ha legislado la instauración de los cuidados paliativos ni la formación reglada de esta disciplina de alto valor ético, cuidados ampliamente demandados por la sociedad y los profesionales".
Así, resumió que la Iglesia "apuesta por la vida, no por el encarnizamiento terapéutico; porque, si no, abrimos una cultura del descarte, según circunstancias de dolor, una puerta con los signos de peligro de muerte".
"Hay que cambiar el chip y pensar cómo cuidamos. Que todos los hogares tengan medicina paliativa en centros hospitalarios y en las casas, que no sean solo médicos, sino de acompañamiento espiritual y psicológico, como tenemos cuando hay un atentado o catástrofe. Sí a los cuidados paliativos y el reconocimiento de profesionales especializados. ¿Por qué no se libera con medidas económicas adecuadas a familiares para que acompañen a sus seres queridos con enfermedades terminales?"