España vive confinada por el coronavirus. Italia lleva más tiempo al igual que China, y cada vez son más países los que están decretando la cuarentena en sus países. Esto ha obligado a suspender las clases presenciales por lo que millones de niños están ahora en sus casas junto a sus padres, muchos de los cuales tienen que teletrabajar.
Ante esta situación excepcional que se está viviendo en los hogares, las familias que en el mundo han optado estos años por el homeschooling, es decir, por la educación en el hogar, están ofreciendo algunos sencillos consejos a los padres para ayudarles en este momento de prueba. Y aunque las dificultades son palpables también se abren posibilidades para conocer mejor a los hijos y desarrollar con ellos algunas de sus capacidades. Estos son algunos consejos de estos padres veteranos que recoge la versión en inglés de Aleteia:
1. No intentes recrear la escuela en tu casa.
El confinamiento en los hogares se alarga y todavía no hay certeza de cuando acabará. Como padres es bueno ayudar a los niños a aprender juntos pero no hay que intentar replicar su día a día escolar en casa.
Según estos padres veteranos en la educación en el hogar hay que resistir al impulso de planificar cada minuto porque aunque es bueno tener objetivos, un horario muy rígido puede ser sofocante. Es importante avanzar pero ser flexibles. De hecho, avisan que se necesitan semanas para convertir el salón de casa en un aula en el que haya un ritmo, unas pautas.
“Si su hijo tiene que ir a la escuela en casa mientras esté en cuarentena, tenga en cuenta que puede hacerlo todo en 2-3 horas, fácilmente. O podrían sentirse más cómodos para que su cerebro lo haga en 8 con muchos descansos y distracciones en el medio. No intentes forzar algo, el entorno es completamente diferente y eso tendrá un impacto. No es bueno ni malo, simplemente es así”, afirman estos padres expertos.
2. Leer en voz alta
Muchos padres que practican el homeschooling coinciden en la importancia de leer en voz alta. A los niños de todas las edades les encanta que les lean y aprenden mucho de esta manera.
Leer en voz alta con ellos realmente une a toda la familia. Inspira a los niños en su juego, fomenta su imaginación, amplía su vocabulario y su comprensión lectora. Es además una forma fantástica de aprender sobre todas las materias.
3. Si trabajas desde casa hay un salvavidas: ¡audiolibros!
En este tiempo de confinamiento debido al coronavirus hay muchas familias en las que las clases en casa se complican porque además deben compaginarlos con el teletrabajo. Una solución para cuando se necesita mantener a los hijos ocupados durante un buen rato sin que la televisión entre en escena son los audiolibros. Además, en niños mayores de cuatro años se les puede poner un audiolibro mientras se les da algo que hacer con sus manos (plastilina, dibujos…).
4. Deja espacio para el aburrimiento.
Un consejo de padres veteranos en homeschooling: no intentes mantener a tus hijos todo el día con una infinidad de actividades. De hecho, el aburrimiento debe tener también su espacio y conduce a la creatividad y al aprendizaje. Si los padres intentan pasar todo el día entreteniendo a sus hijos acabarán quemados muy pronto.
“Deje a sus hijos solos, y puede que te sorprenda en qué tipo de aprendizaje fuera de lo común se sumergen. Y todos estarán más felices si se deja suficiente tiempo en su día para jugar y explorar de forma abierta y no estructurada”, afirman estos padres.
5. Sigue a tu hijo
Este tiempo de confinamiento ofrece la oportunidad a los padres de sumergirse de manera más profunda en los intereses de los niños. Ahora es un buen momento para que los niños aprendan sobre cosas que le interesen. Si por ejemplo desde la ventana se ve una roca o una montaña y pregunta: "¿De dónde vienen las rocas?", aprovéchalo. Investiga y aprended sobre ello hasta que los niños estén satisfechos. Para ello, es bueno preguntar qué le interesa al niño y sobre qué quiere aprender. Puede ser una gran oportunidad.
6. Enseñar habilidades para la vida
Todo este tiempo no estructurado en el hogar es una oportunidad propicia para enseñar a los niños más mayores sobre habilidades prácticas que les serán muy útiles en su vida. La limpieza y la cocina son prioridades, son algunas de las cuestiones más básicas. Pero hay mucho más que pueden dominar durante este tiempo: clases de pintura, coser o aprender cuestiones de electricidad, carpintería o fontanería. Aprender idiomas a través de internet o incluso observar el teletrabajo de los padres en ciertos asuntos puede ser también muy útil en su formación.
7. Aprovechar bien el tiempo de la mañana.
A primera hora de la mañana, después del desayuno y de vestirse, es cuando la mayoría de los niños están en su mejor momento. Su capacidad de atención es máxima y están frescos. Piensa cuidadosamente en lo que quieres enfocarte durante esta valiosa hora del día.
Hacer el trabajo más importante a primera hora de la mañana simplificará enormemente el día. De hecho, el tiempo enfocado de la mañana es muy popular entre los padres que optan por el homeschooling.
8. Prudencia en el tiempo frente a la pantalla
El mundo vive una crisis internacional sin precedentes y muchos padres lo están afrontando como buenamente pueden pues deben además trabajar desde casa. El tiempo frente a la pantalla puede ser una excelente manera para que los niños aprendan mientras los padres pueden hacer otras cosas (como trabajar desde casa).
Dicho esto, si se puede limitar o evitar por completo el tiempo de pantalla es posible que te sorprendas al descubrir que la vida en el hogar es más fácil. Muchos niños, especialmente los menores de 6 años reaccionan mal cuando se debe apagar la pantalla.
Eliminar el tiempo frente a la pantalla puede evitar altibajos y mantener las cosas en equilibrio. Una madre explica que aprendió “esta lección de una manera difícil. Tengo tres hijos menores de 6 años y, después de muchas pruebas y errores, descubrí que se comportan mucho mejor en días sin pantalla. Hago todo lo posible para limitar la televisión y las películas a 2-3 veces por mes, y guardo esas raras ocasiones para cuando realmente lo necesito (llamadas telefónicas de trabajo, por ejemplo)”.
9. Déjalos jugar
El juego es claramente lo mejor para la educación de la primera infancia, y los beneficios del juego no se evaporan a medida que los niños crecen. Jugar es una forma poderosa de aprender para niños de todas las edades.
Los niños pueden aprender a través de juegos de mesa. El juego imaginativo no es una distracción de su educación. Puede ser la parte más importante de su educación, ya que es a través del juego que sintetizan y dan sentido a todo lo que han aprendido.