Este domingo 23 de junio se celebra por tercer año la Jornada Mundial de los Abuelos y los Mayores, una fiesta creada por el Papa Francisco para potenciar el reconocimiento a las personas mayores y la oración con y por ellas. Es el domingo cercano a la fiesta de San Joaquín y Santa Ana, abuelos maternos de Jesús según la tradición.
Este año coincide con los días previos a la JMJ: las diócesis de todo el mundo, pero especialmente las de España, se vuelcan en apoyar a sus jóvenes para que participen en la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa.
Pero muchos tratan de enlazar ambas cosas: jóvenes y abuelos se pueden beneficiar mutuamente. El Papa Francisco lo expresa con un gesto al final de la misa en San Pedro del Vaticano el domingo 23, cuando cinco personas mayores – en representación de los cinco continentes -entregarán la Cruz Peregrina de la JMJ a cinco jóvenes que parten hacia Lisboa: es símbolo de la fe que pasa de generación en generación. También expresa la oración de los mayores por los jóvenes.
Sobre esto reflexiona un texto que proponen los delegados de Pastoral Familiar de la diócesis de Málaga, Rosa Bejarano y Ramón Acosta, quienes han elaborado un decálogo "para que los jóvenes os lo llevéis en la mochila de la JMJ". Estos son sus 10 puntos.
1. Fecundidad.
"No dudéis que el Espíritu Santo bendice y acompaña cada encuentro fecundo entre generaciones distintas, entre abuelos y nietos, entre jóvenes y ancianos. Agradeced todo lo que recibís de ellos".
2. Alegre sabiduría.
"Dios desea que alegréis el corazón de los ancianos, y que adquiráis sabiduría de sus vivencias. Descubrid y potenciad sus tesoros".
3. Presencia y compañía.
"No dejéis solos a los ancianos, no los descartéis de vuestra vida. Luchad contra la discriminación de los mayores".
4. El arte de la escucha.
"Los abuelos y las personas mayores necesitan ser escuchados, acogidos y queridos. Abrid vuestros oídos y, sobre todo, vuestro corazón cuando estéis con ellos".
5. Custodiad la memoria.
"El Señor espera que, de vuestro encuentro con ellos, acojáis la llamada a custodiar la memoria y reconozcáis el don de pertenecer a una historia más grande. Os ayudarán a no reducir la vida al presente y a recordar que no todo depende de vuestras capacidades. Buscad esa memoria que enraizará vuestra vida y os permitirá crecer en el futuro".
6. Esperanza.
"Vuestra presencia les da esperanza de que todo lo que han vivido no se perderá y que sus sueños pueden realizarse. Centraos en la experiencia que compartís y que agranda sus horizontes para llenarlos de esperanza".
7. Vivid el tiempo en plenitud.
"No olvidéis que las realidades más grandes y los sueños más hermosos no se realizan en un momento, sino a través de un crecimiento y una maduración; en camino, en diálogo, en relación. Aprended de su proyecto de amor, que atraviesa pasado, presente y futuro, abraza y pone en comunicación las generaciones. Vuestro tiempo es oro para los mayores".
8. Un proyecto que va más allá.
"Superad esa inmediatez en la que se confina la realidad virtual. Ayudad a los ancianos a que no se instalen en el lamento de lo que ya no es y de lo que ya pasó. Mirad hacia adelante y ayudadlos a que miren más allá, para que transformen sus “heridas” en “perlas”".
9. Honradlos con un gesto.
"Una visita, una carta de agradecimiento, un abrazo… Cualquier gesto concreto que suponga abrazar a los abuelos y a los ancianos. No los dejéis solos, su presencia en las familias y en las comunidades es valiosa. De ellos recibís la conciencia de compartir la misma herencia y de formar parte de un pueblo en el que se conservan las raíces. Ellos entregan al presente un pasado necesario para construir el futuro. Haceros visitadores con corazón".
10. Un renovado encuentro.
"Antes de partir para la JMJ, visitad a los abuelos o a personas mayores solas. No dudéis que contaréis con sus oraciones. Buscad ese encuentro de corazones".