María San Gil ha estado durante años luchando duramente contra el terrorismo en el País Vasco. Le tocó incluso ver como justo a su lado ETA asesinaba a sangre fría en 1995 a su jefe y amigo Gregorio Ordóñez, teniente alcalde del Ayuntamiento de San Sebastián, lo que lejos de asustarla le insufló valentía para luchar en favor de los más débiles.
Ahora una vez que su etapa en la política ya tocó su fin, San Gil defiende con valentía la vida desde su concepción hasta su muerte natural, oponiéndose al aborto y a la eutanasia. Y por ello, anima a asistir a la gran manifestación provida del próximo domingo 26 de junio en Madrid. Comenzará a las 12.00 horas e irá desde la Glorieta de Bilbao hasta Colón.
En una entrevista con El Debate, María San Gil espera que el domingo se reúna mucha gente que deje claro que se opone “a la batería de medidas ideológicas con la que nos está bombardeando el Gobierno”.
“Somos muchas las asociaciones, colectivos, fundaciones… que nos estamos movilizando y seguro que sorprendemos a más de uno cuando nos vea manifestándonos por defender nuestros valores. Ha llegado el momento de que todos nos unamos para que se nos oiga. No vale de nada quejarnos desde nuestras casas. Animo a quienes nos lean que se sumen a nosotros, que puedan decir más tarde: yo estuve allí para defender la vida y los valores que defienden la dignidad de las personas”, afirma María San Gil.
La vicepresidenta de la Fundación Villacisneros asegura que es necesario esta manifestación a favor de la vida y la verdad “porque el Gobierno está impulsando leyes que atentan contra ambas. Está favoreciendo el aborto y la eutanasia que es, por decirlo en pocas palabras, solucionar mediante la muerte de seres humanos problemas complejos que pueden abordarse desde otras perspectivas más humanas, respetando la vida, apoyando a las personas cuando lo necesitan en lugar de señalar la muerte como salida fácil.
Además, recuerda que “los argumentos con los que justifica estas leyes son falsos, tanto desde el punto de vista científico, como desde la ética. Por no hablar del poco respeto a la Verdad que se observa en la nueva ley de educación o la legislación sobre ideología de género, la del solo sí es sí, etc”.
La necesidad de que la marcha se celebre ahora se justifica en que “la nueva ley sobre el aborto es sin duda la gota que colma el vaso, un detonante, una ley sacada adelante, sin esperar que el Tribunal Constitucional se haya pronunciado sobre el tema, con el marco de fondo de Macron diciendo que va a convertir el aborto en un derecho reconocido en Europa…”.
“Este es el momento de demostrar que somos muchos los que pensamos que todo esto es un disparate que hay que frenar ya. Esta manifestación es una oportunidad para salir de la desesperanza y la comodidad. Tenemos que movilizarnos. Basta ya de incomparecencia cultural. Tenemos la ocasión de canalizar nuestro descontento, no la desaprovechemos y acudamos en masa a la manifestación del domingo día 26. Revertir esta situación depende de todos y cada uno de nosotros, que este Gobierno nos vea y nos escuche y que el próximo sepa que vamos a seguir dando la batalla cultural desde las calles de nuestro país”, afirma de manera contundente.
Por otro lado, María San Gil se refiere también a la prohibición de rezar u ofrecer ayuda frente a los abortorios. A su juicio, “sólo desde un punto de vista perverso se puede entender que rezar u ofrecer ayuda es acoso. El problema es que la ley ha sido redactada con un claro sesgo ideológico, y así se explica que se haya antepuesto ideología al respeto a derechos fundamentales como la libertad de expresión… Las mismas personas que han impulsado esta ley son las que afirmaban que no había nada malo en realizar escraches a figuras públicas en la calle (hasta que les tocó a ellos) pero al parecer la ideología es impermeable a las incoherencias”.