En un nuevo episodio de Red de Redes, la catequesis desenfada que impulsa la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), los sacerdotes Jesús Silva, Patxi Bronchalo y Antonio María Doménech abordan la castidad como una visión integral que libera a las personas y previene adicciones.
Hablar de castidad en el siglo XXI, en medio de una sociedad saturada de imágenes y mensajes que banalizan la sexualidad, puede sonar radical. Sin embargo, en el último capítulo de Red de Redes, los sacerdotes influencers Antonio María Doménech (@sotanarural), Jesús Silva (@elpadrejesus) y Patxi Bronchalo (fjbronchalo) abordan esta cuestión con un enfoque actual, cercano y positivo.
“La castidad no es solo una serie de ‘noes’; es un ‘sí’ a la dignidad de la persona y a la libertad”, señalan en el episodio.
De hecho, los tres sacerdotes destacan cómo, al practicar esta virtud, se puede experimentar una libertad interior que va más allá de cualquier limitación externa.
Prevención contra al porno
Silva, Bronchalo y Doménech dan varios tips para vivir la castidad, que supone aprender a ver al otro como un fin en sí mismo, no como un medio para satisfacer los propios deseos. Porque “el amor verdadero no cosifica”, subrayan.
De este modo, la castidad se convierte en una herramienta liberadora, capaz de prevenir adicciones al sexo y a la pornografía, además de una auténtica defensa de la dignidad y el valor de cada persona como hijo de Dios, explican.
A lo largo de la conversación, que se desarrolla en el habitual tono accesible e incluso humorístico de este programa de catecumenado para adultos producido por la ACdP, los tres sacerdotes también alertan sobre cómo la cultura hipersexualizada de nuestra sociedad está impactando en nuestras relaciones humanas.
Una hipersexualización que no sólo a los adolescentes y a los jóvenes, sino también a los adultos, entre quienes promueve actitudes egoístas “y que nos dejan vacíos” por “reducir la sexualidad a impulsos”.
“Es que hemos de aprender a no dejarnos llevar por esta cultura hipersexualizada, que al final nos deja vacíos”.
El poder transformador del Espíritu Santo
Pero lejos de quedarse en una mera denuncia, el programa de la ACdP destaca también el papel del Espíritu Santo como fuerza de transformación y sanación para quienes buscan restaurar su pureza.
“El Espíritu Santo nos ayuda a restaurar nuestra virginidad espiritual, a sanar nuestras heridas”, explican. Y enfatizando que la castidad no solo es para jóvenes, sino una virtud que puede vivirse en cualquier etapa de la vida como signo de respeto hacia uno mismo y hacia los demás.
Tanto Bronchalo como Silva han escrito libros sobre el tema, especialmente dirigidos a jóvenes. Además, en otros casos abordaron temas muy cercanos, como en el programa dedicado al noviazgo y las 4 efes del amor.
“El amor y el respeto, cuando se viven de forma auténtica, dan sentido a nuestras relaciones”, concluyen los curas de Red de Redes.
Lea más sobre el tema en nuestra sección Visión cristiana del sexo y en la sección Peligros de la pornografía.