Miles de malteses han salido a las calles de La Valetta este martes 24 de abril en una manifestación que pedía que se respete el derecho a la vida de los seres humanos en su etapa de embrión y que esos seres humanos no sean congelados y almacenados.

En una resolución firmada el pasado día 20, la Asociación Pediátrica Maltesa (www.paediatricsmalta.org) denuncia que la nueva legislación que prepara la Cámara de Representantes Maltesa: 

- "permite congelar embriones, lo que implica un riesgo substancial para la vida del embrión"... 

- "la nueva ley introduce la donación de embriones sobrantes para la adopción anónima"

- "las enmiendas propuestas permiten donar esperma de anónimos y óvulos a un individuo que desee tener un niño".

"Como el principal organismo profesional dedicado a la salvaguarda de la salud de los niños en las Islas Maltesas, la Asociación Pediátrica Maltesa resuelve que los miembros de la Cámara de Representantes deberían asegurarse de que: 

1- A ninguno de los embriones se les niega el derecho a vivir,
ni vean suspendido [congelado] su derecho a la vida, ni puesta ésta en peligro como ocurriría al congelar embriones" 

2- Todos los embriones tienen igual derecho a ser criados por sus padres naturales

3- Los individuos nacidos mediante fecundación in vitro deberían tener el derecho a saber la identidad de sus padres biológicos para evitar tener hijos con parientes biológicos ya que eso aumentaría drásticamente el riesgo de defectos genéticos en sus hijos, con todo el sufrimiento humano asociado que eso implica".



Miles en defensa del ser humano
La propuesta de manipulación, entrega y destrucción de embriones sacó a las calles a miles de malteses en defensa de la vida y la dignidad de cada ser humano, también del ser humano pequeño en su fase de embrión. 

Familias, jóvenes y manifestantes de todo tipo llenaron la plaza Castille hacia las 4 de la tarde, convocados por la Life Network Foundation (lifenetwork.eu). Entre el público participante (pero no como oradores) estaban el arzobispo de Malta, Charles Scicluna (durante años hombre de confianza de Benedicto XVI para temas complicados) y el obispo de Gozo, Mario Grech.



En los carteles y pancartas había dibujos de embriones con la frase "¿Quién de nosotros acabará en el congelador?"

Embriones "sobrantes", "reutilizados"... como cosas
Los promotores de la ley dicen que es necesarian para que conciban "parejas infértiles" (aunque ni siquiera está claro que se limite a "parejas") y dicen que se usarán "embriones no usados", como si fueran cosas para almacenar o reutilizar. Además, la ley, como ha pasado en tantos otros países, generará más y más embriones "de sobra" que se almacenarán en grandes cantidades o se destruirán.

La presidenta de Life Network Foundation, Miriam Sciberras, dijo que aunque todos tienen empatía hacia las parejas infértiles, entregar embriones o producir bebés para parejas del mismo sexo o individuos solos es "estirar la palabra discriminación más allá de todo límite". 

El pediatra Joseph Mizzi insistió en que una ley así produce miles de seres humanos que son congelados solo para que unas cuantas parejas tengan algunos bebés. 

Habló también una pareja infértil: explicaron que deseaban tener hijos... pero que esa ley podía llevar a hermanos y primos casándose y procreando entre ellos sin saberlo. 

La hija de un donante anónimo... 300 hermanos desconocidos
Habló también Joanna Rose, una mujer nacida de un donante anónimo de esperma: dijo que tiene unos 300 hermanos y hermanas, que desconoce por completo. También desconoce su historial médico, desconoce las enfermedades, tendencias, herencias genéticas que le deja su desconocido padre. Puede ver alguien en la calle que se le parezca en algo y pensar... ¿y si es uno de mis 300 hermanos? 

"La reproducción humana merece algo más digno que eso", denunció.  
 

Joanna Rose, doctora, inglesa, hija de donante anónimo de esperma, contraria a esta práctica, habla en Malta