"El último cartucho": con estas tres palabras, Aníbal y Almudena, uno de los cinco matrimonios responsables de llevar el pujante proyecto de Amor Conyugal a Argentina describen a Religión en Libertad lo que ha supuesto para decenas de familias los ya conocidos retiros que José Luis Gadea y Magüi Gálvez imparten desde hace veinte años.
Hace tan solo unos días que estos "matrimonios misioneros" regresaron de su aterrizaje en Mendoza y Buenos Aires y ya se encuentran nuevamente "desbordados" preparando próximos retiros. La experiencia fue un éxito. Y no solo por la cantidad -calculan que más de 90 matrimonios hicieron los retiros y unos 200 acudieron a jornadas de información sobre los mismos- sino, especialmente, por la calidad de los resultados: "Ha sido como proclamar el Evangelio y el matrimonio como Dios lo pensó".
Un aspecto en el que inciden es en "desmitificar" que el target de Amor Conyugal sean matrimonios en crisis. Aníbal simplifica la cuestión y expone que los "matrimonios rotos" pueden ser los más impactantes, pero sin duda no son la realidad mayoritaria. Esta, dice, se forma por "matrimonios felices, en perfecto estado" pero también por otros "que viven en la mediocridad" hasta que descubren "la grandeza a la que está llamado el matrimonio cristiano".
"No todos están mal. La mayoría tienen una situación normal, con sus problemillas diarios, pero hay muchos que no saben vivir el matrimonio como Dios lo pensó y que [al acudir a los retiros] se dan cuenta de aquello a lo que están llamados", afirma.
Sin embargo, no ocultan que también acuden a los retiros "matrimonios destrozados" y que luchan por "vivir su fe en un mundo hostil".
"Último cartucho"
"La lógica del mundo choca con la del Evangelio. Hemos encontrado matrimonios separados, que intentan sobrevivir con esperanza y otros que habían ido al retiro como último cartucho tras plantearse o decidir la separación", expresa el matrimonio.
Lo sorprendente es que el testimonio de muchas de estas familias que acuden a Amor Conyugal en España y América coincide en una palabra: "Esperanza".
"Nos hemos dado cuenta de la necesidad y ganas que tienen los matrimonios de recibir este regalo de la Virgen y el cariño, la alegría de mejorar su matrimonio. Hemos visto testimonios de esperanza, cómo la Virgen es capaz de rescatar a todos los matrimonios y cómo, con la oración y la perseverancia, la Virgen les abre el corazón", afirma Almudena. Todo ello, "claro", unido a los sacramentos y el acompañamiento posterior: "Con la oración, los sacramentos y la gracia, es posible porque el Señor no pide nada que no podamos darle".
Una respuesta para cada situación matrimonial
La pregunta es: ¿Cómo matrimonios "mediocres", marcados por la rutina o incluso prácticamente "destrozados" acuden a un retiro que les ofrece redescubrir una felicidad aparentemente inexistente? La pregunta también valdría para la mayoría de asistentes, matrimonios estables y felices que buscan "un plus".
Y para cada uno de ellos, hay una respuesta.
En el caso de los matrimonios que de cara a la galería no tienen más dificultad que "los problemillas" del día a día, Aníbal y Almudena expresa que el secreto está en la vida comunitaria.
"Ver matrimonios, no ir solos por la vida… la comunidad es muy importante, si vamos por nuestra cuenta nos arrasan y el hecho de ver tantos, el compartir y dar testimonio o apoyo mutuo es fundamental", afirma.
En el caso de los matrimonios "ni fu ni fa", observan cómo acuden a los retiros en búsqueda de esperanza, de "redescubrir el plan": "A través de las catequesis y los retiros se descubre ese hermoso plan que Dios tiene y es muy difícil que nadie difícil que alguien diga que no lo quiere".
Y en los "códigos rojos", el motivo que encuentran es que, por extendido que esté, "la separación no es algo que nadie quiera. La gente quiere un matrimonio feliz, lo que pasa es que no sabemos cómo llevarlo a cabo". Por eso, dice Almudena, son importantes los amigos, muchos de los cuales aconsejan a estos matrimonios que acudan a este u otros retiros. Entonces, "con su oración, la Virgen toca sus corazones y se vale para rescatar a esos matrimonios".
Eso sí, estos complejos procesos de perfeccionamiento o rescate matrimonial comienzan en un fin de semana, pero el camino dura "toda una vida" tras el retiro. Por ello, una labor fundamental de Amor Conyugal tanto en España como en las nuevas zonas donde se está implantando es "generar esperanza para empezar a caminar. En 48 horas puedes descubrir algo precioso, pero hay que empezar a construirlo después".
Eso sí, "no les vamos a dejar solos, como si hubiese sido un resplandor de fin de semana", tranquiliza.
Un problema "muy común" y una solución: "Cambiar la visión"
A partir de ahora, y como hacen en todo España, la organización desarrollará todo su amplio programa de acompañamiento matrimonial a los nuevos grupos, tanto en lo organizativo y material como, sobre todo, en lo relativo a la oración y lo espiritual.
Su "plan" de seguimiento no se limita a ideas vagas o sin aplicación concreta. Almudena enumera los comentarios al Evangelio, las catequesis sobre la gracia y los sacramentos, las relaciones que se establecen al ver otros matrimonios que pasan por las mismas situaciones e infinidad de situaciones prácticas y concretas son solo algunos de sus recursos.
Al fin y al cabo, este matrimonio misionero se considera "un simple medio" para "lo importante", que es transmitir "el plan perfecto de Dios para el matrimonio que pensó desde siempre, llenar el corazón de esperanza y a partir de ahí mostrar que es posible".
Antes de concluir, detallan uno de los esperanzadores consejos que puede solventar un problema "muy común entre los matrimonios".
"Se trata de cambiar la visión. Es muy común echar la culpa al otro de lo que pasa o querer que el otro cambie, en lugar de ser cada uno de nosotros los que trabajemos nuestro propio corazón y cambiarlo. En la medida en que cada uno cambia, nuestro corazón cambia, y también el matrimonio. Cuando tu esposo lucha por quererte más y lo ves, lo normal es que te unas y en lugar de luchar uno contra el otro, los dos luchan unidos contra el pecado", concluye el matrimonio.