Este viernes ha fallecido el bebé de once meses Charlie Gard, a quien sus padres intentaron aplicar un tratamiento experimental para mejorar su estado, topándose con la negativa del hospital primero, y de la justicia británica después.
"Nuestro precioso pequeño se ha ido. Estamos tan orgullosos de ti, Charlie...": con este escueto mensaje comunicó la noticia su madre, desolada, que por pocos días no ha podido celebrar el cumpleaños del pequeño, el 4 de agosto.
A sus padres, Chris Gard y Connie Yates, ni siquiera se les permitió compartir estos últimos días con Charlie en su hogar, pues el juez Nicholas Francis decidió que los pasase en un hospicio.
"Tuvimos la oportunidad, pero no se nos dio. Dulces sueños, pequeño. Que duermas bien nuestro hermoso niño", es el mensaje de Chris, a las puertas del tribunal el día de la última vista, que sintetiza su lucha de meses contra la administración sanitaria inglesa y la justicia británica y europea para que se respetase su derecho a intentar con su hijo el tratamiento que consideraban adecuado, y para el que habían conseguido financiación y apoyo de especialistas.