La actriz Melissa Rauch, más conocida por su papel como Bernadette en la exitosa serie The Big Bang Theory, está embarazada. La artista de origen judío de 36 años y casada con el escritor Winston Beigel ha hecho pública esta buena noticia. Sin embargo, ella lo ha hecho de manera diferente puesto que ha acompañado este anuncio con una carta abierta en la que abre su corazón y habla del aborto involuntario que sufrió hace un tiempo y que la marcó para siempre.

Su testimonio se ha convertido en un alegato provida en el que habla de cómo veía a su hijo en la ecografía, donde evidentemente veía a su bebé y no a un conjunto de células, habla también de las secuelas que el aborto aunque sea involuntario puede dejar en la mujer y que tantas veces se esconde. Pero también celebra el milagro de la vida y de la alegría por la llegada de su hijo. Su experiencia la ha dejado por escrito en la revista Glamour y se ha expandido por todo el mundo llevando una visión de la vida que no en muchas ocasiones aparece en dichos medios.


"La única declaración sobre mi embarazo que no me hace sentir como un fraude completo sería: Melissa está esperando su primer hijo. Ella está muy feliz, pero si es sincera, por el hecho de que tuvo un aborto la última vez que estuvo embarazada, está bastante aterrorizada de que eso pueda suceder de nuevo", inicia su carta.


Melissa anuncia su nuevo embarazo

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Melissa Rauch confiesa que “el aborto involuntario fue uno de los dolores más profundos que he sentido en mi vida. La imagen de nuestro bebé en el monitor de ultrasonido –sin movimiento, sin un latido de corazón-, después de haber visto ese mismo corazón pequeño, sano y parpadeante justo dos semanas antes, nos cegó completamente y me persigue hasta el día de hoy”.

La actriz no tiene problemas en hablar del sufrimiento de perder a su hijo durante el embarazo y de la depresión que vivió porque aunque “tuve momentos felices, y la vida siguió, la angustia siempre estaba al acecho”.

Además, en su carta se desprende una crítica a la cultura y sociedad actual en la que apenas hay ayuda y atención a la mujeres que han sufridos dramas como el aborto, mientras se fomenta una cultura abortista.


“Lo que me di cuenta es que si no se habla abiertamente de este tipo de pérdidas como debería hacerse, no hay una forma concreta de procesar estas emociones”, asegura la actriz que interpreta a Bernardette.  Y añade que “no necesariamente se va a hacer un funeral o tomarse un descanso en el trabajo para llorar, pero eso no cambia el hecho de que algo precioso ha sido inesperadamente arrancado de tu vida”.

Tras invitar a mirar hacia delante e intentar curar las heridas, Melissa se muestra muy contenta por su embarazo aunque algo temerosa de que se repita de nuevo la situación. Eso sí, asegura convencida.


“Lo que realmente sé con seguridad es que esta experiencia me ha cambiado para siempre. Sé que me ha hecho ser agradecida por cada momento de mi embarazo actual, y espero que me haga una mejor madre cuando finalmente pueda sostener en brazos al niño que está en mi interior”, asegura en la carta.



Por último, quiso dejar un mensaje alentador para las mujeres que pasaron -o pasan- por esta vivencia: "A todas las mujeres que tengan problemas de fertilidad y que han tenido un aborto espontáneo o están atravesando este dolor ahora, permitidme dejaos este mensaje: no estáis solas".


Melissa ya ha pasado como actriz un embarazo pues en la serie en la que es una de las protagonistas, su personaje Bernadette dio a luz a su hijo Halley al que tuvo con su marido Howard. Pero lo llamativo es que durante varios episodios el embarazo fue la trama principal dejando ante millones de espectadores auténticas escenas provida.

Utilizando la ciencia y el humor hablaban de su hijo no nacido como un ser humano, con órganos formados y con capacidades cognitivas. Y lo hacían con total naturalidad.

En el Hollywood más abortista se escucharon frases dichas precisamente por esta actriz como: “¿Te das cuenta que mi bebé tiene los órganos completamente formados y puede reconocer las voces?”; “No puedo creer que estés comparando tu experimento con mi bebé que es un ser humano”; o “el mío ya ha desarrollado el sistema inmunológico”.