Este viernes el Great Ormond Street Hospital anunció que dos hospitales internacionales han aportado nuevas pruebas para una posibilidad de tratamiento al pequeño Charlie Gard. Los médicos del hospital londinense quieren explorar esa vía y por tanto el centro planteó ante el Tribunal Supremo una iniciativa judicial que evitaría la muerte que los jueces británicos, con el respaldo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, habían decretado sobre el bebé de 10 meses.
Sus padres, Chris Gard y Connie Yates, contemplan con ilusión este giro radical del caso: "Esperamos y confiamos en que él tendrá ahora una oportunidad", declaró Connie a los medios a las puertas del hospital.
Según el comunicado del Great Ormond, los dos hospitales que han respaldado la posición de los padres "comunicaron en las últimas 24 horas que tenían pruebas recientes sobre el tratamiento experimental que proponen": "Creemos, junto con los padres de Charlie, que es justo estudiar esas pruebas", que han sido aportadas por cinco médicos de España, Italia, Estados Unidos y el Reino Unido.
En las últimas fechas se produjo el respaldo explícito de Francisco a los padres de Charlie, así como el compromiso del presidente norteamericano, Donald Trump, de interesarse por el caso, incluso en una conversación personal con la primer ministro Theresa May, a quien se han dirigido los Gard para que intervenga.
Pero el hospital tiene prohibido por el Tribunal Supremo transferir al niño para terapia a cualquier otro lugar, razón por la cual ha sido necesaria una nueva acción legal que se sustanciará el próximo lunes a las dos de la tarde.