Es el cuarto año que las familias, los rescatadores y el obispo celebran con una ceremonia conjunta la alegría de la vida natural, y también la entrada en la vida sobrenatural mediante el bautismo. En este tiempo, el obispo ha bautizado 60 de estos niños ya.
Marta Velarde Mayol, portavoz de Más Futuro, señala que en este día alegre las mamás miran el pasado, cuando unos meses antes de planteaban abortar, se horrorizan y prefieren no volver a pensar en ello. Otras quieren afrontarlo y ayudar a otras mujeres: "Quiero que la gente sepa que tu hijo siempre te va a hacer feliz, vaya como te vaya la vida, pero abortarlo, nunca”, explica Mirella, una de estas chicas, que bautiza a su hijo Eduardo.
Mirella llegó a la asociación +Futuro un 29 de septiembre de 2014. Los rescatadores provida Álvaro, Gonzalo y Covadonga llevaban ese día horas junto a un centro abortista de Madrid, y la intensa lluvia les había desanimado mucho y no les dejaba repartir sus folletos informativos.
Desde debajo de un portal vieron acercarse a una pareja y hablaron con ellos. Una señora que pasaba por ahí empezó a gritar a los rescatadores, insultando. “¡Largaros! Chica, mejor aborta, que estos no te van a ayudar”. Decidieron irse a un bar cercano. Invitaron a Mirella y su pareja a un café. Hablaron mucho tiempo con Mirella, también con su novio. Estaban muy asustados. Tras una larga conversación decidieron no entrar en el abortorio.
Al día siguiente Mirella vino con su madre a la asociación +Futuro, estaban muy indecisas. "Al final de la tarde éramos muchos con Mirella, los tres rescatadores vinieron también. El ambiente era alegre, la confianza de que ese bebé iba a tener una oportunidad de vivir nos hacía estar felices. Ya de madrugada Mirella me mandó un mensaje. Son esas noticias que te hacen seguir ahí, salvando bebés", explica Marta Velarde.
Mirella probó suerte después en América Latina, no le fue laboralmente muy bien... pero tenía a su bebé, Eduardo, que la llenaba de alegría y lo sigue haciendo. Por Internet explicaba a los rescatadores su pasos en la vida. "Mirella siempre es muy agradecida, ha adquirido carácter, seguridad en sí misma y ha crecido por dentro", explica Marta Velarde. También los rescatadores han crecido: Gonzalo y Covadonga han terminado enfermería, Álvaro terminó derecho y entró en el seminario. Ellos quieren salvar vidas, salvar almas, ayudar a los débiles, ayudar a crecer.
Otro caso distinto es el de Lucía, que tenía ya otros hijos muy seguidos. Cuando los rescatadores se cruzaron en su camino al abortorio, los escuchó un rato, pero entró en el local. Una de las rescatadoras, Rocío, la daba ya por perdida. Pero al poco tiempo la mujer salió, se acercó a ellos y les dio su teléfono. Más Futuro se volcó en ayudarla.
"Ahora Lucía no para de enviarnos amigas para que las convenzamos de que no aborten. ¡Estamos pensado ponerle una asociación solo para ellas! Ahora bautiza a su hija y no falta a ninguna convocatoria. La vida le ha regalado a su hija, que aunque le ha dado problemas de salud es a la que más mima. La niña siempre está sonriendo", explica Marta Velarde.
Otro caso es del Loren, extranjera, que no quería más hijos. "Estaba en una situación personal y social muy difícil. Nada le iba bien. Pero en la puerta del abortorio nos escuchó. Le hablábamos en inglés. Puso muchas pegas, pero un día llamó ella y se presentó con una maravillosa niña de 5 años. Desde entonces no hay semana que no la tengamos ahí".
Un día miró el almacén de ropa perfectamente ordenado y nos dijo: “¿esto es para nosotras? ¡Pero si no le importo a nadie!”. Y desde ese día es la mimada de la asociación pese a que algunos voluntarios no dominan el inglés. Su hija es una más en +Futuro. "Hoy Loren está feliz. Y nosotros también", explica Marta.
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