"El bullying o acoso escolar es una forma de agresión verbal, física o escrita que genera un daño en otra persona", recuerda el texto. "Suele presentarse en el aula, en la calle, en las redes sociales y otros ámbitos externos a las propias instituciones, y nunca debemos olvidar que es una situación que puede traer graves consecuencias psicológicas y físicas tanto en las víctimas como en los que incurren en este tipo de abusos".
A veces este acoso es directo y físico: peleas, palizas, golpes... Otras veces es indirecto, de tipo psicológico: pretende el aislamiento social del agredido mediante la propagación de difamaciones, amenazas o críticas que aluden a rasgos o limitaciones físicas, además del chantaje.
"Desde el Foro de la Familia lo primero en lo que trabajamos es en generar conciencia del problema y así poder trabajar para evitar a toda costa el maltrato en los colegios y Universidades de España. Esta problemática hoy supone un desafío para padres, docentes y educadores, ya que a menudo puede escaparse a la vista del más observador y parecer una lucha imposible de ganar", añade la plataforma de entidades familiares.
Las 5 habilidades que propone el Foro son estas:
"Es fundamental que los docentes formen a estudiantes y padres en la importancia de tomar en serio esta problemática y cómo reconocerla. Además, debe existir un plan de acción conocido por todos para responder a los maltratos que pudieran detectarse por nimios que parezcan. No es admisible, de ninguna manera, recomendar a la víctima de los agravios que no sea tan sensibles o que se esfuercen por hacer amigos: esto no hace más que estigmatizar y culpabilizarlo por lo que le está sucediendo".
"Una estrategia muy recomendable es fomentar un diálogo abierto con los estudiantes acerca del acoso y la intolerancia mediante asambleas o foros “anti-bullying” y dejar que ellos propongan ideas y discutan soluciones a los problemas. De esta manera, ningún alumno se sentirá ajeno a la problemática".
"Al participar en una discusión abierta sobre el tema, los estudiantes que no son víctimas ni victimarios directos del bullying, los “observadores”, tendrán más herramientas para sentirse involucrados y convertirse en agentes activos en contra de los maltratos. Realizar juegos de rol explicándoles a los alumnos cómo ponerse en el lugar del otro y ayudarse mutuamente a alzar la voz en contra del abuso de sus compañeros".
"Promover y cultivar día a día una vida basada en valores como la tolerancia, el respeto y, sobre todo, valores que nos lleven a crear un ambiente inclusivo, seguro y tolerante en el que los alumnos sientan que su identidad es respetada y valorada. Es fundamental fomentar en los alumnos valores como responsabilidad, cooperación, respeto, solidaridad, humildad…
"La víctima ha de poder entender que puede confiar en el adulto, en el profesor o en la familia, en situaciones de acoso o violencia. De la misma manera que las víctimas, los agresores deben recibir atención y ayuda para disminuir su conducta agresiva. A menudo, atacar y sentir la necesidad de dominar a los compañeros responde a inseguridades propias e incluso a situaciones de violencia experimentadas en el hogar. Ignorar al agresor y solo enfocarse en la víctima es incompatible con una verdadera resolución del problema a largo plazo".