Anahi Retsar hoy tiene 29 años, está casada y tiene cuatro hijos, dos de ellos adoptados. Incluso está en trámites para adoptar uno más.
Su hijo mayor se llama Catrial, y fue engendrado en una violación.
“Yo tenía 14 años y había ido a hacer un trabajo con unos compañeros de clase. Ellos me golpearon y violaron. Pasaron unas semanas y me di cuenta de que había quedado embarazada”, recordó la joven.
Anahi destacó que “de un hecho abominable” como la violación sexual, “puede salir algo realmente hermoso como un hijo”.
La joven recibió el apoyo de sus padres. “Fue para mí un gran alivio. De la violación no me había quedado trauma, porque solo había sido un momento. Entonces, me sentí feliz porque vi como del acto vil salía algo realmente hermoso”.
“Por suerte, cuando nació mi hijo, conseguí trabajo rápido. Tenía que hacerlo para poder mantenerlo porque soy de una familia humilde”, explicó.
Cuando Catrial tuvo 12 años, Anahi decidió revelarle que fue concebido en una violación y “que el papá que vivía con él no era su papá biológico”.
“Me respondió que lo único que le importa es que yo siempre lo amé y cuidé, y que considera que su único papá es Martín –es mi marido– porque él fue quien siempre lo amó y lo cuidó y que no le importaba como había sido concebido. Lo único que le importaba es que nosotros lo amamos. La felicidad que te dan esas palabras no se puede igualar”, dijo la joven madre.
La joven argentina, hoy feliz madre de familia numerosa, explica que “si tuviese que aconsejar a una muchacha que estuviese en mi misma situación, le diría que no mate a su hijo, porque es la única persona que la va a amar por el simple hecho de que seas su mamá y que no es quien para matarlo”.
“Si no lo quieren, que lo den en adopción, pero que no cometan algo mucho peor que una violación, que es el asesinato de un niño”, exhortó.
Ella misma afirma que “nunca se me hubiera pasado por la cabeza matar a ese niño, porque ser violada y ser una asesina y encima echarle la culpa a alguien que no la tiene, son cosas diferentes” escribió recientemente Anahi, en un texto publicado por el blog provida Salvar El 1. “El hijo no tiene la culpa de la mala acción de su progenitor y no tiene que pagar por su crimen”, dijo.