Es habitual que por cada hijo se formen grupos de wathsapp de clase, de extraescolares, cumpleaños, o festivales de fin de curso con el objeto de disponer de un canal de comunicación ágil que ayude a mantenerse informados sobre novedades e imprevistos. El chat sustituye a los corrillos de la puerta del colegio, y puede ser un medio muy eficaz para distribuir información importante en cuestión de segundos. Sin embargo, el bombardeo constante de mensajes es motivo de queja para muchos padres. Algunos llegan a tener 200 o 300 mensajes en estos grupos cuyo contenido es totalmente banal. Uno de los principales peligros consiste en liberar a los hijos de sus responsabilidades preguntando por los deberes en estos grupos. Por ello, a muchos profesores no les gusta el empleo que los padres hacen de los grupos de WhatsApp. "Mi padre no descolgó un teléfono jamás para preguntar cuáles eran mis deberes. Si al niño se le olvida su tarea, es su problema. Estamos eximiendo a los menores de sus responsabilidades", apunta el docente y autor de numerosos libros de educación Óscar González. En ocasiones se producen verdaderos linchamientos en los grupos de padres hacia los profesores Otro problema es la hiperprotección que se produce, que puede llevar a verdaderos linchamientos virtuales. Sean profesores o no, utilizar el chat para atacar, discutir o agredir verbalmente a otro integrante es algo que, a juicio del policía Pere Cervantes, coautor junto con Oliver Tauste del libro «Tranki pap@s», no se debería hacer jamás "primero, porque podría ser constitutivo de delito, y segundo, porque el cara a cara todavía suele funcionar". Por ello, ABC publica los 10 consejos de Educalike para mantener estas conversaciones de la forma más efectiva y satisfactoria posible: Hay personas que por distintas motivaciones pueden no querer estar en grupos de WhatsApp sobre este u otros temas. Todo el mundo puede tener motivos para salir de dichos grupos en un momento dado, pero casi nunca su objetivo es molestar u ofender a los demás. En ocasiones la cantidad de información banal vertida en un grupo de padres nos obliga a salir de él Estos grupos no son creados para tratar cuestiones particulares. Si no podemos evitar hacerlo, mostrémonos humildes. La humildad siempre es una virtud: "Perdonad que utilice el grupo para este tema, pero por error es posible que alguien tenga la bufanda de mi hijo...". "En este caso, simplemente sería conveniente añadir al final una frase de este tipo: “para no molestar a todo el grupo, quien quiera puede contestarme por mensaje privado. Gracias”. De esta forma evitamos que por cada pregunta planteada se sucedan 25 respuestas", apunta Cánovas. El segundo consejo que ofrece este experto es que, cuando vayamos a pedir algo, no olvidemos comenzar y terminar los mensajes con las palabras mágicas: Por favor y Gracias. "En la comunicación digital no vemos el rostro de quien escribe, ni podemos apreciar su tono de voz. Una petición mal trasladada puede interpretarse como una especie de orden", aclara. A veces es cierto que un silencio dice más que muchas palabras, pero en la era de la inmediatez somos demasiado sensibles a la velocidad de respuesta. Hay muchas personas que leen los mensajes una vez al día, o que piensan que la pregunta no es para ellos, o que necesitan tomarse su tiempo… En las conversaciones que mantenemos por mensajes, al igual que sucede en las tertulias radiofónicas, las ironías no suelen ser bien entendidas. Esto es precisamente lo que echamos de menos en la comunicación digital, pero NO hay que abusar si no añaden información. Debemos de hacer un buen uso de los emoticonos para evitar "sobrecargar" los mensajes de información innecesaria Si su hijo/a acaba de contarle algo que le ha enfadado, ha tenido un enfrentamiento con un compañero o con un profesor, o cualquier otra situación que a usted le afecte emocionalmente, ese es precisamente el momento para tomarse un tiempo antes de escribir en el chat. Recuerde que será leído, conservado y tal vez difundido por muchas personas. Recordemos que tenemos responsabilidad sobre todo lo que decimos y publicamos, y hemos de ser especialmente respetuosos en todo lo relativo a los menores de edad. Los grupos de WhatsApp de padres y madres no son el canal adecuado para dirigirse al colegio, ni para formular quejas, ni para solucionar un conflicto con otra familia. Para todas esas cuestiones existen otras formas y canales establecidos. Los padres de un niño pueden difundir y distribuir la imagen de su hijo si lo consideran conveniente, pero no pueden difundir la imagen de los hijos de los demás. Las familias suelen autorizar al colegio a realizar fotografías de sus hijos, y en ocasiones a publicarlas, pero no están autorizando con ello a los demás padres.