La auxiliar de vuelo, Charlene Carter, ha logrado una gran victoria en los tribunales tras haber sido despedida por la aerolínea Southwest por haberse expresado a favor de la vida a través de su cuenta de Facebook.
Un juzgado federal de Texas (Estados Unidos) ha dado la razón a esta azafata y ha condenado a la empresa a indemnizarla con 5,1 millones de dólares tras despedirla en 2017 por su postura contra el aborto.
Esta indemnización propuesta por el juez es por daños y perjuicios contra Carter, que está feliz ante el hecho de que se haya hecho justicia.
“Hoy es una victoria para la libertad de expresión y las creencias religiosas. Las asistentes de vuelo deberían tener voz y nadie debería poder tomar represalias contra una de ellas por ejercer su derecho a expresarse contra su sindicato”, afirma en un comunicado.
Por su parte, Adam Greenfield, abogado que representa al sindicato dijo que apelarán la decisión. Mientras tanto, la aerolínea Southwest agrega que siempre “ha demostrado un historial de apoyo a los derechos de nuestros empleados a expresar sus opiniones cuando se hace de manera respetuosa”.
“Estamos decepcionados con este veredicto y planeamos apelar ante el Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito”, agregó Southwest.
Charlene Carter se unió al sindicato en 1996. En 2017, la azafata criticó que el sindicato y su presidenta, Audrey Stone, asistieran a la Marcha de Mujeres en Washington D.C., una iniciativa que recibió fondos de Planned Parenthood.
A raíz de esto, Carter expresó su postura provida en Facebook, lo que le valió ser citada a una reunión para explicar sus publicaciones. Una semana después fue despedida y ella presentó la demanda. “Ningún trabajador estadounidense debería temer el despido, la intimidación o cualquier otra represalia simplemente por hablar en contra de que se gaste su propio dinero, supuestamente en su nombre, para promover una agenda que encuentran abominable”, asegura Mark Mix, presidente de National Right to Work Foundation, que defendió gratuitamente a Carter.
“Si bien estamos orgullosos de apoyar a la señora Carter y estamos complacidos con el veredicto, en última instancia, no debería haber lugar en la ley laboral estadounidense para obligar a los trabajadores a financiar una organización privada que viola sus creencias fundamentales”, concluye Mix.