¿Supervisión estricta y garantías para una eutanasia 'bajo control'? Nuevos análisis del caso belga demuestran que es imposible.

El Instituto de Bioética de la Universidad de Gante, en Bélgica, acaba de publicar en inglés, en The Journal of Medicine and Philosophy, un detallado análisis sobre los coladeros y el descontrol de la eutanasia en este país, después de 18 años y más de 21.000 eutanasias reconocidas (en la realidad pueden ser más de 30.000).  [El nombre del estudio en inglés es: Euthanasia in Belgium: Shortcomings of the Law and Its Application and of the Monitoring of Practice]

En todos estos años y todos estos casos, la Comisión "de control" sólo presentó 1 caso conflictivo a la Fiscalía, y sólo después de que saliera en una televisión australiana causando escándalo público.

La Comisión, señalan varios analistas, funciona como un escudo para proteger a los eutanasiadores, no una garantía para proteger la ley ni a los enfermos.

El informe Gante 2021 (aquí en PDF en inglés), presidido por Kasper Raus, médico y bioeticista del Hospital Universitario de Gante, señala que probablemente se practican un 30% más eutanasias que las que se notifican (citando Diericks et al, 2018), y que no está nada claro que las que se practican cumplan los requisitos legales porque los controles son prácticamente papel mojado.

Eso explica que cada vez se den más casos. De hecho, en pleno siglo XXI, en este país rico con grandes recursos médicos contra el dolor y la enfermedad, la eutanasia se ha triplicado: de 954 casos en el año 2010 a 2.655 en 2019.

¿Cándidos controles para España?

En España, este 3 de febrero la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP) pedía "estar presente en la comisión" que analice las peticiones españolas de eutanasia, para constatar la capacidad de consentimiento del enfermo, recordando "la incongruencia de plantear la ayuda a morir en personas que sufren trastornos que tienen entre sus propios síntomas, formando parte de la patología, la ideación suicida y el deseo de morir".

También pide esta asociación -con cierta inocencia cándida- "una valoración psiquiátrica" de "el estado de ánimo, la cognición, la capacidad, el consentimiento, la voluntariedad, la comprensión o el juicio", "con independencia de la enfermedad primaria que motiva la solicitud". Y solicitan "al menos un médico especialista en psiquiatría dentro de los miembros de la Comisión de Seguimiento y Control de la eutanasia".

La experiencia de la Comisión eutanasiadora belga demuestra que aunque todo esto se concediera, no sería ninguna garantía para los enfermos, por las distintas formas en que se aseguran de que nada llegue a Fiscalía.

El coladero de ignorar al psiquiatra

Por ejemplo, la ley belga pide que si se ha diagnosticado trastorno mental en el que pide la eutanasia, hay que recurrir a otro psiquiatra que examine la libertad y plena lucidez del enfermo. Hay varios trucos para eutanasiar en estos casos:

- primero, en realidad, como confirmó en 2015 el Tribunal Constitucional Belga, lo que diga el segundo médico o psiquiatra no es vinculante en ningún sentido; la eutanasia se puede hacer igual

- si el segundo médico psiquiatra dice que el paciente no es libre para pedir la eutanasia, se siguen buscando psiquiatras afines hasta que uno diga que sí es libre (en realidad, el recurso a un segundo médico se hace sólo para aliviar la carga psíquica del eutanasiador)

- si se ve complicado eutanasiarlo por temas psíquicos, se le diagnostican "polipatologías", el gran coladero en el que entra casi cualquier anciano: incontinencia urinaria, poliartritis, pérdida de vista y oído, etc... todo junto es "polipatología"... y una causa legal de eutanasia, o al menos así lo entiende la Comisión.

- en realidad nada impide tener psiquiatras amigos (incluso el cónyuge, hijo o colega de toda la vida del médico eutanasiador) que siempre den OK a eutanasiar a tus pacientes; la Comisión pide que sean "independientes" pero no lo monitoriza de ninguna manera, ni lo intenta y hasta reconoce que no puede hacerlo ("la demanda de estricta y completa independencia del médico consultado es ya muy difícil y de hecho inalcanzable", decía la Comisión en su informe de 2020).

De hecho, el informe Chambaere et al. de 2015 que repasaba 349 eutanasias de 2013 detectó que un 7,4% de casos no recurrieron a un segundo médico, pese a que la Comisión asegura que todos sus casos lo hacen.

Así funciona la Comisión eutanasiadora para que nada se investigue

La eutanasia es matar a un ser humano, ¿no debería la Fiscalía o algún juez asegurarse de que al menos se cumplan los requisitos legales en cada caso?

Los legisladores belgas, como los holandeses, decidieron que no, que había que mantener a los jueces y fiscales muy lejos y dar todo el poder a los "médicos" (es decir, a los técnicos eutanasiadores). Y fiarse de ellos porque sí.

Así se explica que de 21.000 casos en Bélgica sólo 2 hayan llegado a los tribunales: uno denunciado por un ciudadano, otro por la Comisión cuando la televisión australiana señaló un caso turbio.

La idea de fondo se declaró abiertamente: si la Comisión de control incluía fiscales o jueces en activo, los médicos eutanasiadores querrían evitarse problemas y harían las eutanasias sin informarlas o camuflándolas. Así no se arriesgaban a ser detectados. La Comisión de "control" en realidad debía servir solo para recoger datos y estadísticas y, teóricamente, asegurarse que se cumplen los requisitos legales. Pero no se asegura de ninguna manera.

La Comisión eutanasiadora belga cuenta por ley con:

- 8 médicos (se entiende que todos ellos afines a la eutanasia; los anti-eutanasia no quieren formar parte)
- 4 expertos legales
- 4 expertos en cuidar pacientes incurables

Cada eutanasia notificada llega a la Comisión con dos partes: la anónima, y la no anónima en un sobre cerrado. En 2018-2019, explica la Comisión (en su informe de 2020), sólo abrieron un 25% de los sobres cerrados, y sólo porque buscaban algún dato estadístico que faltaba en la parte anónima.

Para enviar a Fiscalía un caso problemático se necesita que voten a favor al menos 11 de los 15 miembros. Sólo pasó una vez en 18 años, el caso destapado por la TV australiana en su programa Dateline.

De hecho, incluso si los 8 expertos no médicos, escandalizados con un caso, quisieran elevarlo a Fiscalía, los 8 médicos podrían bloquearlo... que es de lo que se trata. Los médicos pro-eutanasia se cubren así entre ellos.

En el informe de 2018, la Comisión admite que hubo un caso escandaloso de paciente eliminado sin su petición; 9 miembros querían llevar el caso a Fiscalía, 7 miembros se oponían. No alcanzándose los 11 sobre 15, la Comisión aprobó el caso, lo archivó y Fiscalía no hizo nada.

Los formularios rellenados de cualquier manera

La Comisión eutanasiadora no investiga ni envía detectives ni entrevista a sospechosos ni busca de ninguna manera asegurarse de que nadie haga coerción ni sutil ni brutal a los ancianos y enfermos...  La Comisión sólo recibe formularios.

En los formularios, el eutanasiador ha de rellenar 3 casillas:

- la primera, con el diagnóstico exacto
- la segunda, para explicar "la naturaleza y descripción del sufrimiento continuo e insoportable"
- la tercera, las "razones por las que este sufrimiento no se puede aliviar"

Cada médico rellena estas casillas como quiere. "Tenemos poca información sobre cómo se rellenan estos formularios, ya que, al contrario que las comisiones regionales holandesas, la FCECE [la Comisión eutanasiadora belga] no informa de casos particulares", señala el informe Gante.

Pero en el informe de la Comisión de 2016 sí difundieron algún ejemplo. Por ejemplo, un médico, en la casilla sobre por qué no se puede aliviar el dolor, escribía: "enfermedad no susceptible de tratamiento, deterioro creciente y espera de declive". Eso es como responder a la pregunta "¿por qué no puede aliviarse el dolor?" con la respuesta "porque no se puede".

La Comisión: un escudo para eutanasiadores, no para enfermos

Queda claro que aunque cuando se creó la Comisión de control se decía que era para proteger a la sociedad, en realidad es una comisión de médicos eutanasiadores que protege a los médicos eutanasiadores y su negocio. Repetimos: de 21.000 eutanasias, la Comisión sólo llevó 1 a Fiscalía, y sólo tras aparecer en TV con escándalo, en 2015.

Un ejemplo que se difundió en 2018 fue el del doctor Ludo Van Opdenbosch, que dimitió ese año como miembro de la Comisión eutanasiadora.

Van Opdenbosch, neurólogo, es pro-eutanasia, ha practicado varias. Pero en cierto caso protestó porque la Comisión aprobaba un caso -ya realizado, siempre son a posteriori- de la eliminación de un paciente con demencia avanzada y enfermedad de Parkinson, que no cumplía ni uno de los requisitos para la eutanasia (ni sufría, ni estaba cerca de la muerte, ni lo pedía...). La Comisión debatió 2 horas el caso. Van Opdenbosch dice que no le dejaron apenas hablar y denunció que el formulario no demostraba que se cumplieran los criterios legales.


Wim Distelmans es el "Gran Eutanasiador", el presidente de la Comisión de Control de Eutanasia, que sólo protege a los eutanasiadores

El presidente de la Comisión, Wim Distelmans, respondió que no había sido técnicamente eutanasia, sino "sedación paliativa" a petición de los parientes... aunque el paciente ni sufría ni se estaba muriendo. El Informe Gante señala que a enero de 2021 ninguna autoridad judicial ha querido investigar el caso.

Nuevo truco de la Comisión: inventa las "condiciones esenciales"

El Informe Gante 2021 denuncia que la Comisión hoy permite eutanasias que no cumplen los requisitos legales, interpretando a su manera y arrogándose poderes que pertenecen a los legisladores o los jueces.

En 2018 la Comisión empezó a hablar de un nuevo concepto para permitir eutanasias: "condiciones esenciales" y "condiciones no esenciales". Eso no está en la ley, sino que es una reinterpretación de las condiciones de la ley. La Ley de Eutanasia pide que se cumplan toda una serie de condiciones, y no dice que algunas condiciones no sean esenciales y se puedan omitir.

Así, el informe de 2018 de la Comisión eutanasiadora admite: "Aunque en algunos casos raros uno o más requisitos del procedimiento no se siguieron correctamente, la Comisión aprobó igualmente los informes, después de asegurarse de que todas las 'condiciones esenciales' de la ley se cumplían: un paciente competente, una petición escrita, una condición médica sin visos de mejorar, sufrimiento constante e insoportable que no se puede aliviar y causado por una condición seria e incurable".

El Informe Gante 2021 señala que en ese mismo informe de 2018 la comisión reconocía que aprobó al menos un caso de eutanasia que no se pidió por escrito.

El Informe Gante señala que con estos criterios se saltan otros que pide la ley. Por ejemplo, cuando la muerte del paciente no es inminente, la ley pide al menos un mes entre la petición y la eutanasia; el informe de 2018 registra al menos 42 casos en los que no se esperó este mes

Conclusiones del Informe Gante 2021

El Informe Gante 2021 dedica su última página a resumir sus conclusiones, que constatan que los controles y salvaguardas que supuestamente debían ser rigurosos en la eutanasia belga "no funcionan como tal".

1. La ley que se aprobó para eliminar enfermos de enfermedades graves e incurables, hoy se usa para realizar eutanasias por "cansancio de la vida"

2. La consulta a uno o dos médicos "independientes" no es garantía alguna, su función es limitadísima y lo que digan no es vinculante, como reafirmó el Tribunal Constitucional belga. Al final se hace lo que dice el eutanasiador.

3. El control "a posteriori" (con el paciente ya eliminado) a cargo de la Comisión es ineficaz: la Comisión es incapaz de comprobar que se cumplen los criterios legales y de hecho se arroga la autoridad de reinterpretar los criterios a su gusto. Debido a su composición, la Comisión no vigila, sino que escuda, a los eutanasiadores.

4. "Expresamos la preocupación de que la FCECE [la Comisión eutanasiadora] de hecho tiene el poder de cambiar la interpretación de la Ley de Eutanasia, sin ser limitada por ningún control parlamentario, judicial o social".

Esta es la situación en Bélgica, con 21.000 eutanasias practicadas (en realidad serían más de 30.000 según diversos indicios) y casi dos décadas de experiencia.

Si hay este descontrol en la supuestamente estricta Bélgica, ¿qué "controles" cabe esperar en España y sus 17 autonomías?

El engaño de la eutanasia recoge algunos casos escandalosos de los primeros 15 años de eutanasia belga

 

Cosas sencillas que se pueden hacer a favor de los cuidados paliativos y contra la eutanasia:

- En España, súmate online a la Petición #MasPaliativos #StopEutanasia de la Plataforma Los 7000

- Difunde los testimonios y vídeos de vividores.org

- Reenvía los artículos de ReL con argumentos contra la eutanasia y a favor de los cuidados paliativos

- Difunde los vídeos de morirenpaz.org  

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