Esta semana comienza el nuevo curso escolar en España tras dos meses de vacaciones. Ordenadores, tabletas y móviles son en este momento un regalo recurrente como herramienta de apoyo al estudio o para estar en contacto con los padres cuando estén fuera de casa. Esta es la teoría, pero en la práctica estos dispositivos se convierten en elementos de ocio, al que niños y adolescentes dedican un enorme número de horas durante el día y también durante la noche.
El efecto de las pantallas y el riesgo de adicción al que están sometidos preocupa bastante a los profesionales, entre ellos a los pediatras. Su uso desmedido por parte de los adolescentes está llenando ya las consultas ante claros signos de adicción.
La Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (Sepeap) ha querido avisar a los padres sobre el uso que deben permitir a sus hijos. Y antes de dar algunos consejos ofrecen datos sobre la magnitud de la presencia de dispositivos móviles.
El uso masivo de estos dispositivos
Según datos de 2017 del Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (ONTSI), el 94,2% de los hogares con niños dispone de ordenador, el 77,6% de tabletas y el 95,6% tiene acceso a internet en la vivienda. Siete de cada diez niños de 10 a 15 años disponen de teléfono móvil y más del 90% han usado Internet en los últimos 3 meses.
El 90% de los niños de 13 a 15 años tienen teléfono móvil frente al 48% de los de 10 a 12 años. Los niños entre 10 y 12 años ya usan en un 91,8% internet, principalmente en sus hogares, y este porcentaje sube al 98,3% entre los 13 y 15 años.
Los especialistas reconocen las posibilidades educativas y también los aportes positivos de los dispositivos, pero también alertan del uso no racional, abusivo y también el realizado por niños que no deberían tener acceso a ellos.
Cuáles son los efectos negativos
El neuropsicólogo infantil Nacho Calderón, director de INPA, explicaba en una entrevista con Religión en Libertad, los efectos negativos de estos dispositivos, a tenor de su experiencia profesional con niños y adolescentes.
Así lo relataba: “Efectos reales que estamos notando en la clínica en niños considerados sanos: niños que han tenido una infancia más o menos normal cuando aparece una tablet o un móvil en su vida dejan el juego y comienzan a ser más agresivos hacia el entorno y más agresivos contra sus padres. Punto uno: pierden la capacidad de juego y por tanto pierden empatía. Cambia mucho el humor.
»Punto dos: tienen dificultades para conciliar el sueño. Las tabletas y los móviles emiten una luz llamada ‘luz azul’ que tiene un efecto similar al de la cafeína en el sistema nervioso y hace que aumenten los tiempos de vigilia. Los niños tardan más en conciliar el sueño, duermen menos y consecuentemente tienen menos atención porque lo que más afecta a la atención es la falta de sueño.
»Además la luz azul provoca un nivel de estimulación al sistema nervioso tan alto que el niño va a requerir ese tipo de luz para mantener la atención. De tal forma que cuando el niño esté delante del profesor, al no emitir éste esa luz azul le va a costar atenderle, va a estar a otras cosas y se va a distraer con más facilidad. Los móviles y tablets están generando déficit de atención con hiperactividad.
»Yendo a los casos más extremos llegaríamos por supuesto a problemas graves de conducta, muy muy graves de agresividad, de aislamiento social, niños que ya solo saben vivir a través de la pantalla. En casos en los que hay una patología previa como puede ser el autismo se pueden dar casos graves donde la desconexión con el ambiente es máxima y problemas de aislamiento muy muy graves".
España, por encima de la media europea en adicción
España está en estos momentos por encima de la media europea en conductas adictivas y en los que están en riesgo de padecerla. Así lo atestigua el Consorcio Europeo EU Net ADB, en su estudio de conductas adictivas en internet. Habla de un “patrón de comportamiento caracterizado por la pérdida de control sobre su uso, que conduce paulatinamente al aislamiento y al descuido de las relaciones sociales, de las actividades académicas y recreativas, así como en la salud y la higiene personal”.
Según los datos que ofrecen, de media en Europa las conductas adictivas las presentan el 1,2% de los adolescentes y el 12,7% está en riesgo de padecerlas. En España, sin embargo, el porcentaje es mayor llegando al 1,5% y al 21,3% respectivamente.
Algunos consejos a los padres
Ante el uso generalizado de estos dispositivos, y a tenor de los datos recogidos, la Sociedad Española de de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Temprana ofrece algunos consejos a los padres sobre el uso recomendado:
- Hasta los 18 meses, evitar la exposición a las pantallas.
- De 18 a 24 meses, iniciar el visionado de programas de calidad en compañía de los padres.
- De 2 a 5 años, visión de contenidos de calidad, acompañados de los padres y máximo una hora diaria.
- Desde los 6 años se debe buscar el equilibrio entre el uso de pantallas y otras actividades propias de sus edades.
- Se deben evitar las pantallas durante las comidas, horas de estudio y antes de dormir.
- Se debe evitar la existencia de dispositivos en el dormitorio y asegurar que el menor practique suficiente ejercicio físico y tenga las horas necesarias de descanso nocturno.