El amor es más fuerte que la muerte. Así lo ha experimentado un matrimonio de Estados Unidos, Allison y Josh, que no dudaron en adoptar a dos hermanos, uno de los cuales nació sin cerebro, a sabiendas que necesitaría numerosos cuidados y que su vida será previsiblemente muy corta.

Esta familia ya tiene cinco hijos pero vio de Dios que era necesario adoptar a esta niña enferma y a su hermano pues también ellos necesitan unos padres que la cuiden y la quieran. Lo más cómodo para ellos habría sido no hacer nada pero este matrimonio estaba llamado a otra cosa. Upscol recoge el testimonio de estos padres sobre cómo afrontar esta situación desde la fe:  


Cuando se está abierto a la vida, no hay obstáculo, enfermedad, o situación que frene ese impulso a abrazar, amar y acoger al otro tal cual es. Es la historia de Allison y Josh Lewis que decidió adoptar a dos bebés, uno de los cuales gravemente enfermo, sin cerebro y que vivirá un tiempo limitado. Con 5 hijos ya en casa, sintieron que Dios les invitaba a dar un paso más adelante. Y sabiendo que gozarían poco tiempo de su pequeña bebé, siguieron abrazando la vida.
 


Allison y Josh Lewis se conocieron en el colegio y rápidamente se enamoraron. En el 2000 se casaron y tuvieron 4 hijos y adoptaron a uno más. Su familia estaba completa, o al menos eso es lo que ellos creían, pero la vida les puso una complicada prueba que día tras día han ido superando. Ellos mismos aseveran que “Dios tenía un plan diferente para nosotros”.

En 2015, justo en el cumpleaños número 30 de Allison, ella recibió una llamada de un amigo quien también es un abogado que trata temas de adopción. Él sabía que ellos habían contemplado la posibilidad de adoptar una vez más. Les dijo que había una mujer embarazada que no iba a poder quedarse con su hijo y les preguntó si estaban interesados.


Allison y Josh explican que “oramos y lo conversamos el fin de semana y el lunes estábamos seguros que debíamos aceptar”. La pareja respondió con un sí rotundo.

El día del parto, la familia iba rumbo al hospital en Carolina del Norte cuando recibió una llamada del amigo: “¿Josh tiene las dos manos en el volante?”, preguntó. La noticia era importante. Les informó que no nacería solo un bebé, en realidad eran dos.

“Siempre me cuesta describir las emociones que teníamos en ese momento. Era algo parecido al éxtasis, deleite, abrumados, aterrados”.


Ava y su hermano gemelo


Por si una noticia tan grande no fuera suficiente, al poco tiempo el abogado llamó otra vez. En esta ocasión su tono de voz era diferente. “Lamento decirles esto (…) los médicos piensan que el segundo bebé no sobrevivirá”.

Así que cuando llegaron al hospital encontraron dos cosas. Un saludable bebé abrazando a las enfermeras y en contraste, una pequeña en cuidados intensivos que había nacido sin cerebro. “Los médicos nos miraron con compasión y dijeron, ‘No se la tienen que llevar. Sabemos que esto no es por lo que firmaron'”.


Tanto Allison como Josh dijeron al mismo tiempo: “Es nuestra hija. Sabíamos que sería parte de nuestra familia sin importar el diagnóstico. Dios creó su vida y el hecho de que no nació de la manera en que habríamos escogido, no cambiaba nada la realidad de que ella necesitaba una familia. Tenía un hermano que la necesitaba y nosotros la necesitábamos”. 


Ava ya está en casa con el resto de sus hermanos 

Ellos pasaron 3 semanas en ese hospital muy lejos de casa cuidando a la niña, cuando estuvo suficientemente estable, volaron hacia su hogar para internarla en el hospital local. Después de 44 días, Ava Leigh Lewis por fin fue a casa con su familia.


Elegir que Ava sea nuestra hija fue una de las cosas más ‘difícilmente fáciles’ que hemos hecho. Tenemos múltiples visitas a la semana de su equipo de cuidados (…) sus visitas son un recordatorio de que la vida de Ava en la tierra probablemente terminará mucho antes”.

La mamá le contó a The Little Things que ellos hablaron abiertamente del tema con los demás niños. Ellos saben que la vida de su hermana será muy corta, “pero saben que tenemos un montón de amor en un corto periodo de tiempo”.