Jill Manning, que testificó ante el Senado de EEUU acerca de los daños de la pornografía, es la autora del libro What's the Big Deal about Pornography: A Guide for the Internet Generation. ("Por qué tanto ruido con eso de la pornografía: una guía para la generación internet").
En la web Sorpresasparatupareja.com, han recopilado 10 causas por las que el consumo de pornografía en el matrimonio dañan la relación y la pareja.
What's the Big Deal about Pornography: A Guide for the Internet Generation, de Jill Manning
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De acuerdo a numerosos estudios, una exposición prolongada a la pornografía lleva a una disminución de la confianza entre la pareja. No es de extrañar, ya que la pornografía y el secretismo van de la mano.
La mayoría de las personas que ven pornografía hacen todo lo posible para que permanezca oculto. Las parejas se sienten traicionadas cuando se enteran de que se lo han estado ocultando tanto tiempo y se preguntan qué más habrá que no saben.
La pornografía te lleva a que trates a la otra persona como un objeto y no puedas tener una interacción significativa con ella. Hay una gran diferencia entre tener sexo y hacer el amor.
El sexo se trata de placer, mientras que hacer el amor se trata de conectar. El sexo se trata del cuerpo, mientras que hacer el amor se trata de la persona.
Cuando los hombres y mujeres habían sido expuestos a la pornografía eran más propensos a no estar satisfechos con la apariencia física, el afecto y el rendimiento sexual de su pareja. Además no sólo afecta en cómo ves a los otros, sino también en cómo te ves a tí mismo.
Los que ven porno piensan de sí mismos que son menos atractivos. Las investigaciones han descubierto que los consumidores de pornografía se comparan a ellos mismos y a sus parejas con los modelos de las imágenes que ven. Como consecuencia pierden interés en el sexo porque se vuelven más críticos con la apariencia de su pareja.
Promueve el egoísmo y el placer inmediato. Muchos piensan sólo en recibir, no en dar. Una relación donde uno solo está interesado en recibir no dura mucho tiempo. Un hecho muy curioso es que el día que menos pornografía se ve en América es el día de “Acción de Gracias”. Interesante, considerando que la gratitud y el egoísmo son opuestos.
Los resultados muestran que cuanto más porno ve un hombre, más probable es que quieran que las mujeres sean sumisas y subordinadas a ellos. Cambia la manera en que los hombres ven a las mujeres. Las ven como objetos y no como únicas y valiosas debido a la manera degradante en la que las mujeres y el sexo son retratados.
Y eso sin mencionar que el porno muestra a las mujeres siendo dominadas y abusadas sólo para su disfrute personal.
Puede llevar a una disminución de la actividad sexual. Una encuesta reciente de los usuarios que ven pronografía muestra que el 19% sufre eyaculación precoz, el 25 % no tienen interés en el sexo con su pareja, el 31% tienen dificultades con llegar al orgasmo y el 34% experimenta disfunción erectil.
Después de comprometerse a no masturbarse y no ver pornografía, el 60 % de ellos sintió que sus funciones sexuales habían mejorado y el 67% tuvo un aumento en sus niveles de energía y en productividad. Muchas personas dicen que usan la pornografía para darle un poco de vida a su relación pero, sin embargo, los estudios muestran que destroza tu líbido.
Las investigaciones han mostrado que los hombres que han sido expuestos a la pornografía se puntúan a ellos mismos como menos enamorados de su pareja de lo que se puntúan los que no la han visto. El hecho es que la pronografía no es sólo una fantasía, sino que hace más dificil tener relaciones de amor verdaderas.
Debido a que la pornografía es retratada como fácil y rápida, el sexo en el matrimonio es visto como algo complicado y que requiere mucho trabajo. Como resultado, el romance disminuye.
Incrementa la infidelidad matrimonial en un 300%. Viendo pornografía disminuye el compromiso con la relación. Las relaciones libres de pornografía son más fuertes y con un índice de infidelidades menor. El índice es al menos la mitad de los que han visto pornografía solos o con su pareja.
Es interesante cómo la sociedad nos dice que si no permites la pornografía en tu matrimonio estarás llevándole a él a la infidelidad, cuando en realidad la pornografía está ligada a la infidelidad.
Los hombres que tienen ciber sexo tienen un índice alarmantemente alto de depresión clínica, estrés y ansiedad. Estas 3 cosas pueden tener un impacto fuerte no sólo en nosostros mismos, sino en nuestro matrimonio.
Esto es lo escalofriante: cuanto más porno ve una persona, más severo será el daño a su cerebro y más dificil será liberarse. Científicos de la Universidad de Cambridge han estudiado recientemente el cerebro de los adictos a la pornografía y han descubierto que se ven exactamente iguales que los adictos a las drogas.
Al igual que con otras sustancias adictivas, la pornografía llena el cerebro de dopamina. Y cuanto más ves pornografía, más insensible te vuelves. La diferencia con otras adicciones es que con la pornografía no es que quieras más y más (como en el caso del alcohol), sino que quieres una pornografía diferente. Muy a menudo los usuarios se aventuran en contenido cada vez más perverso, por eso la pornografía está ligada a la violencia y el crimen.