La sentencia, celebrada de manera inmediata tanto por Barack Obama como por Hillary Clinton y otros personajes públicos partidarios del aborto, ha indignado a los grupos provida. En efecto, son numerosos los casos en los que los abortorios se ven desbordados ante determinadas complicaciones durante el aborto (principalmente hemorragias), careciendo de medios para intervenciones de urgencia para curar a la madre.
Uno de los efectos de esa decisión del Tribunal Supremo ha sido sacar a la luz, justo por esa indignación, el testimonio provida de Libbie Peters, una joven católica que fue violada y quedó embarazada. Había ocultado su historia hasta ahora, en que la ha dado a conocer en su blog Lib, Laugh, Love , bajo el título La decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos: la perspectiva de una víctima, para ayudar a otras chicas que puedan verse en situaciones similares.
Lo reproducimos en traducción de Salvar el 1:
Como consecuencia de la decisión histórica del Tribunal Supremo en favor de "los derechos de la mujer" he decidido "hablar", por así decirlo, para que a lo mejor los que están convencidos de que esta decisión es una gran victoria para nuestro país y para las mujeres por fin vean el aborto como yo lo veo: desde los ojos de una víctima de violación y madre un "producto" de la violación.
Aparte de mí misma, mi atacante, y dos amigas muy cercanas, nadie sabe este secreto, que he estado escondiendo durante más de un año. Ni mis padres ni mis hermanos, y probablemente nunca se lo contaré a mi hermoso y perfecto “producto”, una niña de nueve meses. Decidí permanecer en silencio por miedo a que este hombre tratara de hacerme daño otra vez en venganza por querer buscar justicia. Aunque yo no lo llamaría un "hombre": fue un cobarde.
No voy a suavizar esto. Voy a ser 100% veraz y real, no porque quiera tu compasión, sino porque quiero que estés informada.
Fue una noche normal. Había salido con amigas: dos cervezas con las chicas y un trago al que nos invitaron unos tipos al azar en el bar. Luego ya no fue tan normal.
No siendo ahora tan Kardashian de talla (¡oye, tengo curvas!), y siendo mitad alemana, esa pequeña cantidad de alcohol en el transcurso de las cuatro horas y media que estuvimos en el bar no debería haberme afectado de la manera que lo hizo.
El resto es un borrón.
Cuando por fin "volví", estaba en la parte trasera de un automóvil completamente desnuda, y allí estaba un tipo que había conocido en el bar, el hombre al que todavía hoy temo.
Conduje a casa (no sé cómo) e inmediatamente me metí en la ducha y me di cuenta de que tenía moratones por todo el cuerpo. Había sido inmovilizada y empujada a fin de que este "hombre" pudiera conseguir lo que quería, contra mi voluntad.
Dos meses más tarde descubrí lo que temía: estaba embarazada de mi atacante. A partir de ese momento creé una cadena de mentiras para tener una respuesta si alguien me preguntaba quién era el padre: una respuesta inventada, pero una respuesta al fin y al cabo, de modo que nadie hiciese preguntas que revelasen la verdad. Pero la verdad me ha estado carcomiendo desde esa noche.
Me vi obligada a tomar una decisión: darlo en adopción o quedarme con el bebé.
¿Notas que el aborto no está en esa lista? Esto se debe a que nunca fue, y nunca debe ser una opción. Este precioso bebé fue el resultado de una circunstancia horrible y aterradora, pero este bebé no era el culpable de eso. Yo sabía que, independientemente de mi decisión, mi vida iba a cambiar.
Así que antes de que me sermonees diciendo "Bueno, ¿qué pasaría si...?" o "Es el derecho a decidir de la mujer", no lo hagas. Porque aquí estoy, soy la respuesta perfecta al ejemplo que he oído una y otra vez: "Bueno, ¿y si la mujer fue violada? ¡Debe poder decidir!"
Y tienes razón, debe poder decidir, pero no sobre si el bebé debe vivir o no, sino si quiere o no quiere esta tremenda bendición en su vida, o si le gustaría bendecir a otra familia con tan precioso regalo.
Y esto me trae al presente, esta decisión histórica del Tribunal Supremo abrogando la ley HB2 que cerraría el 75% de los abortorios aquí, en Texas.
Obviamente, yo esperaba y rezaba por la ratificación de esta ley, para que el cierre de estas clínicas permitiera a las mujeres buscar opciones distintas al aborto. Pero ya sabemos cómo terminó todo.
Así que aquí estoy, en voz alta y orgullosa (qué oportuno después del "fin de semana del orgullo [gay]"): quiero que la gente sepa que esta víctima superviviente dejará de estar en silencio. Estoy aquí diciéndole a los que nunca han pasado por algo como esto que el aborto no es un "derecho de la mujer": la vida es un derecho de cada ser humano (incluyendo a los humanos no nacidos), ya sea hombre, mujer, heterosexual, homosexual, negro, blanco, etc. Ellos merecen su oportunidad de decidir.
Estaría mintiendo si no admitiera que oraba todas las noches para que mi hija se pareciera a mí y no tuviera ningún parecido con aquel "hombre". Y estaría mintiendo si no dijese que algunos días, cuando la miro, me acuerdo de esa noche, y me acuerdo de cómo lo localicé para decirle que estaba embarazada, y la forma en que actuó al principio, como si quisiera ser parte de la vida de mi hija, y cómo al día siguiente me tiró contra una pared, amenazando con matarnos a mí y mi hija. Estaría mintiendo si dijera que no he pensado en "perseguirlo" por manutención, o en buscar otro tipo de ayuda del gobierno, porque ser una madre soltera que también es estudiante a tiempo completo no es fácil ni muy lucrativo. Pero no lo hice. Ni lo haré. Decido salir adelante por mi cuenta y no ser otro caso típico de alguien "viviendo del gobierno".
Decidí dar vida a mi pequeño y precioso "producto". A pesar de que estaba dentro de causas para interrumpir el embarazo. ¡Qué diablos, podía haber matado a mi bebé, contado mi historia y ser considerada una heroína!
Pero aquí estoy, un año y medio más tarde, horriblemente estresada, constantemente cansada, sintiendo que siempre estoy fallando en la vida o en la maternidad: pero nunca me arrepentiré de mi decisión de elegir dar vida a este precioso ángel. Una pequeña sonrisa, y me recuerda que después de cada tormenta sale del sol. Y mi pequeño rayo de sol vale todas las noches en vela, donde lloro hasta que me duermo preguntándome si alguna vez seré capaz de darle a esta pequeña la vida y la familia "normal" que se merece. Me pregunto si alguna vez va a tener un padre real que la ame como si fuera suya. Porque, obviamente, su verdadero padre no es una opción.
Independientemente de eso, estoy hablando para que aquellos de ustedes que piensan que esta decisión es "valiente" y "estupenda" y que es una "victoria para las mujeres en Texas y en todo Estados Unidos" (cita de Hillary Clinton): te digo que es un día muy triste en este país. El aborto no trata de los derechos de la mujer: le quita los derechos humanos a los inocentes e indefensos.
Así que mírennos bien. Éstos son los rostros de una superviviente y de un "producto" de violación: felices, sanas y nos amamos. Estoy feliz de saber que ella y yo tenemos el derecho a decidir, pero estoy contenta de haber elegido la vida.
Citando a uno de mis grupos favoritos de los 90 [Destiny's Child, Survivor], soy una superviviente, y voy a lograrlo.