El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, se dirigió el pasado sábado a miembros de la diócesis en una conferencia en el seminario en la que glosó diversos aspectos de la exhortación apostólica postsinodal Amoris Laetitia.

Entre ellos destacan los párrafos 131 y 132 (agrupados bajo el epígrafe Casados por amor), en los que el Papa defiende el matrimonio como institución y hace, según el prelado vasco, una "apología en toda regla" del matrimonio "ante los jóvenes que no se casan", con argumentos que le parecen "muy utilizables" en las explicaciones catequéticas.

Se contraponen así a las habituales críticas al matrimonio como institución "innecesaria" para amar, como proclamaba poéticamente uno de los versos de Yo no te pido que evocó el obispo: "Yo no te pido que me firmes diez papeles grises para amar", cantaba Pablo Milanés.


Pero Francisco explica por qué esos "papeles grises" sí significan algo para el amor, según los criterios que fue desgranando monseñor Munilla siguiendo la Amoris Laetitia:

-son un modo de encauzar la estabilidad del amor y su crecimiento real y concreto;

-son una configuración visible del amor, que manifiestan su relevancia y la seriedad de la identificación con el otro;

-expresan que se ha abandonado el nido materno para asumir una nueva responsabilidad;

-es una protección y cauce para el compromiso mutuo;

-expresan la decisión real y afectiva de convertir dos caminos en uno;

-muestra la seriedad del compromiso público adqurido;

-es una manifestación y un resguardo para el sí ofrecido, una garantía para el otro.