Brittni De La Mora es una antigua actriz de películas pornográficas con más de 375 títulos en su carrera. Fue una actriz reconocida en su género hasta que un día Dios llamó a su puerta y le hizo ver todo lo que conllevaba su trabajo. Ella lo cuenta en una entrevista a la cadena de noticias CBN News, así como el trabajo que desarrolla ahora ayudando a actores a salir de este negocio y a los consumidores a superar esta adicción.
Brittni con su marido
Cinco muertes en tres meses
La exactriz explicó en la entrevista que tuvo la oportunidad de salir de esta industria, pero lamenta mucho que haya antiguas compañeras suyas que no hayan resistido la presión y el desgarro interior, y hayan acabado suicidándose. En la entrevista señala que en el espacio de unos tres meses, cinco antiguas compañeras murieron por diferentes formas: unas por sobredosis de drogas y otras directamente por suicidio.
Una de ellas, Oliva Lua, murió con apenas 23 años después de tener que sufrir, sin ningún tipo de apoyo de las personas que trabajan con ella en la industria de la pornografía, numerosos desafíos en su vida personal que además le indujeron al mundo de las drogas. Según la cadena de televisión Fox News, la estrella porno de 23 años fue encontrada muerta en un centro de rehabilitación en California.
En esas mismas fechas, otra conocida actriz porno August Ames acabó con su vida ahorcándose. August también recibió acoso por parte de diferentes directores de la industria pornográfica por negarse a grabar escenas con hombres que habían hecho porno gay.
Un tercer caso es el de una antigua amiga de Brittni, Shyla Stylz, la cual apareció muerta en la casa de su madre en extrañas circunstancias y con solo 35 años de vida.
Son historias dramáticas y ejemplo de lo que hace esta industria que solo se preocupa por ganar dinero rápido, sin contar con las consecuencias de quienes trabajan en ella. Brittni, que ahora trabaja con su marido en una Iglesia evangélica ayudando a los jóvenes a salir de la pornografía, confesó que “nada más me hubiera gustado que haber estado allí para ellas”, como sí ha podido estar con otras.
Atrapados por la pornografía
En la entrevista compartió que “a menudo, cuando ingresas a este mundo, ya estás buscando algo. Yo estaba buscando el amor en todos los lugares equivocados. Ingresas a esa industria con una falsa esperanza”. “Lo que sea que estés buscando en tu vida, extrañamente crees que lo vas a encontrar allí. Y desafortunadamente, ese no es el caso”. Es una frustración que sucede no solo a los actores y actrices que participan y en este tipo de cine, sino también a todos aquellos consumidores que engañados por falsas promesas acaban enganchados a “unas falsas esperanzas que saben que nunca van a llegar”.
“Cada vez que entras en una industria tan oscura como esta, resulta que encuentras las puertas abiertas y, dado que estaba buscando el amor, fue como si mi corazón se aplastara cuando no pude encontrarlo allí y se abrió la puerta a la depresión”. Para muchos, continua Brittni, después “vienen las drogas y luego los intentos suicidas y los pensamientos suicidas”. Y, claro, muchos acaban consumando su muerte.
La propia Brittni explicó que ella quería salir pero se sentía atrapada: “Pensaba que si dejaba este trabajo nadie me contrataría y no sería capaz de llevar una vida normal... así que pensé que no había otra salida que suicidarse”, lamentó.
Dios sale al encuentro
Sin embargo, Dios se hizo el encontradizo y esa ayuda vino curiosamente de su propia familia, de sus abuelos, con los cuales comenzó a asistir a la iglesia. Allí encontró a Jesucristo y le invitó a entrar en su vida, pero le tomó tiempo separarse de su mundo de estrella porno: había demasiados compromisos el económicos, personales y miedos a los que enfrentarse.
Brittni explica que “empecé a desarrollar una sensibilidad al espíritu de Dios después de eso. Recuerdo una vez que iba a filmar una escena en Las Vegas y antes de irme al aeropuerto, el Espíritu Santo me dijo que trajera la Biblia. Así que cogí mi Biblia y estaba leyendo el libro de Apocalipsis... y llegué al capítulo 2, versículo 20, donde estaba hablando de esta mujer llamada Jezabel que lleva al pueblo de Dios a la inmoralidad sexual y cómo Él le ha dado tiempo para arrepentirse y si no se arrepiente, entonces Él va a arrojarla a ella y a sus hijos en una cama de profunda angustia. Y cuando leí esa escritura fue como si el temor del Señor cayera sobre mí. Y no solo era el temor del Señor sino el amor y la gracia de Dios porque sabía que Él me había estado dando una y otra vez oportunidades para arrepentirme”.
Página web cristiana que lucha contra la adicción y la difusión de la pornografía
Una vida renovada
Poco después de este viaje a Las Vegas, Brittni dejó definitivamente la industria del sexo, se enamoró, vivió en castidad su noviazgo y finalmente se casó. Con su marido dirige una asociación para ayudar a adultos jóvenes a salir del mundo de la adicción al porno y ayuda en lo que puede a otras actrices y actores que quieren dejar este mundo.
Ella ha señalado en la entrevista que los cristianos y las iglesias deberían luchar cada vez más por abrazar a aquellos que han vivido vidas ‘duras’ como ella: “La Biblia es clara cuando dice que la bondad de Dios lleva a las personas al arrepentimiento”, dijo.
“Así que tenemos que ser los primeros en mostrar el amor de Dios y mostrar su bondad. Pero para comprender verdaderamente el amor y la gracia que Dios tiene para las personas que están quebrantadas, debes estar en su presencia todos los días. Porque si no estás pasando tiempo en la presencia de Dios, entonces no estás sintiendo su amor por ti mismo y si no has sentido completamente su amor por ti mismo, ¿cómo puedes entregar su amor a aquellos que lo necesitan?”, se preguntó la exactriz. La oración es fundamental por todos los que están en la industria de la pornografía.
Ella continuó: “Jesús murió en la cruz por todos. Por todos los que tienen un pasado como el mío. Por las personas que son prostitutas, drogadictos, todos los últimos, por el hecho de que Él estaba dispuesto a dar su vida por esas personas, necesitamos ser las primeras personas en expresar su amor y no arrinconarlos. Son dignos del amor de Dios”.