"Tenéis que poner la cara de feliz, porque va a nacer un niño que tiene síndrome de Down": así concluye el mensaje que ha dirigido Ana, una pequeña de 11 años con trisomía 21, a su prima, estudiante de Medicina.
Sus palabras han sido tan entrañables, y suponen tal argumento frente a la masacre de personas como ella a través del aborto, que la Fundación Jérôme Lejeune España ha lanzado su campaña #UnNiñoComoYo para transmitir esta realidad a la comunidad médica y científica de España y al resto de la sociedad, según explican.
La labor médica en el Síndrome de Down, señalan, "es clave": "Desde la forma en que dan el diagnóstico a los padres antes de su nacimiento, hasta en su labor de atención médica durante toda su vida, pasando por investigar para mejorar su calidad de vida, no quedándose fuera de ensayos clínicos".
"Hola soy Ana, tengo 11 años, y tengo síndrome de Down. Soy la prima de Lucia. Me llamo Ana, para que lo sepáis. Si vosotros vais a ser médicos, os voy a pedir que si una madre que tenga un bebé que venga con síndrome de Down, como yo, no pongáis cara de pena, sino que tenéis que poner la cara de feliz. Porque va a nacer un niño que tiene síndrome de Down, como yo, que he nacido. Yo he nacido en la tripa de Begoña para que lo sepáis, que es mi madre", explica Ana.
Con la difusión de vídeo y el inicio de la campaña, desarrollada de forma coordinada con la familia de la pequeña, la Fundación Jérôme Lejeune España continua su labor en defensa de los más vulnerables ante el aborto. Una práctica que, según datos de la propia organización, está acabando con la vida de la práctica totalidad de las personas como Ana.
Solo en España los nacimientos de personas con trisomía 21 han descendido cerca del 90% en los últimos 40 años.
"Son pocos los casos en que padres deciden seguir adelante con su embarazo. Por eso, luchamos por una sociedad que acoja, cuide, proteja y estimule a todos sin distinción y a una niña como Ana", añaden desde la Fundación.
La historia de Ana, una niña feliz... que hace felices a todos
Sin embargo, la campaña no estuvo planeada. El padre de Ana, Ramiro, detalló a Diario Sanitario que la repercusión del vídeo se les fue de las manos sin intención alguna. Se trataba de un trabajo para la Facultad de Medicina, para su sobrina, pero al compartirlo entre familiares la difusión se disparó. De hecho, esta familia vive en Madrid, el vídeo se grabó en noviembre, y la semana pasada saltaba a los móviles de medio Albacete. También lo han compartido en Linkedin y en un sinfín de redes sociales médicos de toda España.
Y es que Ana trata de explicar en el vídeo que es una niña como cualquier otra, que tiene amigos, como Agustín, Clara o Paula, y que es feliz. Pero en el vídeo se ve que es excepcional por su capacidad para comunicar. Si el objetivo de la estudiante de Medicina era remover conciencias, lo ha conseguido.
Ana estudia quinto de Primaria y, a sus 11 años, es bilingüe, domina el español, que habla en casa, y el inglés, con el que se comunica en el colegio. Debe a sus padres, pero sobre todo a sus cinco hermanos, esa soltura que demuestra, sin timidez alguna, a la hora de pedir a los futuros médicos que no consideren el síndrome de Down una mala noticia.
"¡Hago feliz a todos!"
No es la primera vez que la pequeña Ana da la vuelta a medio mundo a través de las redes. Ya en 2019 el portal Bebes y más se hizo eco desu historia, cuando tenía 7 años. Desde entonces ya se comunicaba en los dos idiomas mencionados y estudiaba francés. También asegura que le encanta leer, el ballet y el chocolate. "Soy lista, divertida y alegre. Además, ¡hago feliz a todos!", aseguraba entonces en un perfecto inglés en uno de los videos. Puedes ver su historia completa en esta cuenta de Instagram.