La escultura, realizada sobre piedra, muestra ante ella la imagen de su hijo abortado, con forma transparente, que le acerca la mano a la cabeza como un gesto lleno de ternura, de perdón y sanación.
“Muchas personas dijeron ‘oh, soy yo’. Estaban llorando, tantas personas dijeron que la escultura tocó sus corazones”, ha explicado el artista en declaraciones a Aciprensa ante el impacto que ha tenido en estos años su peculiar escultura.
Hudacek creó la escultura, ubicada en Eslovaquia, cuando aún era un estudiante y el monumento ha sido muy elogiado por la representación que hace del dolor, la tristeza y el pesar que sienten las mujeres que han pasado por la traumática experiencia de un aborto.
El artista, que le presentó una réplica de la estatua original al Papa Francisco durante la audiencia general del 21 de octubre del año pasado, explicó a Aciprensa que el proyecto fue inspirado por un amigo suyo.
Cuando regresaba a su casa, un amigo, “que reza y medita mucho”, le dijo “que tenía que esculpir una estatua” que represente los efectos del síndrome post-aborto, “un gran problema y no hay tal estatua que se refiera a este tema”.
El artista se confesó “conmovido de tal forma que quiso hacer un monumento por los niños no nacidos”, pero no tenía idea de dónde comenzar, así que le pidió a mucha gente rezar.
“Estaba rezando y muchas personas vinieron a mí y me dijeron que necesitaban una imagen de perdón”, dijo. Mientras pasaba el tiempo, la imagen se hizo más y más clara en su mente: “Se veía como una madre llorando y su hijo que la perdona”.
Muchas personas se han dirigido a él para decirle cómo la estatua les habla directamente sobre sus problemas. Cuando ellos miran la imagen, explicó el artista, “ven y experimentan lo que necesitaban ver y experimentar”.
Hudacek añadió que la estatua busca satisfacer la necesidad de misericordia. Habla sobre la curación a través de un niño que viene hacia una madre que “realmente necesita perdón, necesita de la misericordia de Dios”.
A pesar del éxito de su escultura, el artista aseguró que no es realmente su trabajo, sino el de Dios. Dijo además que frecuentemente pidió a las personas que recen por él mientras estaba trabajando en la obra. Para él, sus oraciones hicieron el largo proceso algo más fácil.
“No es mi obra, soy solo un escultor y debo trabajar con el material”, dijo. Cuando rezó pidió a otros que rezaran, “el trabajo no fue tan difícil”.
Hace unas semanas, Hudacek completó una tercera versión del “Memorial para los niños no nacidos”. Esta edición es de más de dos metros de alto. Pero hay una adición: esta escultura muestra a un padre junto a la madre sufriente y su hijo abortado.
Esta estatua se ubica actualmente en un cementerio en Wroclaw (Polonia), donde ha sido colocada sobre la cripta de un niño que murió antes de nacer. Esta particular estatua fue hecha “solo para las personas de Wroclaw”, explicó el artista, que vive actualmente en el pequeño pueblo eslovaco de Telgárt.
Hudacek señaló que si bien solo Jesús puede curar, él espera que su escultura pueda ofrecer “una pequeña sanación” para las mujeres que han abortado.
“Es interesante ver mi estatua en Internet o en muchos lugares siendo presentada en diversas formas”, dijo Hudacek, y expresó su alegría de que la escultura de frutos en distintas partes del mundo.
“Lo veo como un tema mundial, por lo que estoy personalmente impresionado y me alegro de poder participar en la obra de Dios”, concluyó.