El pasado miércoles 9 de septiembre se aprobó en el Parlamento Europeo un informe de ideología de género presentado en junio por el Grupo Socialista y la eurodiputada socialista portuguesa Liliana Rodrigues.
El nombre oficial era “La capacitación de las niñas a través de la educación en la Unión Europea” pero ya todos lo llaman el “Informe Rodrigues”. No tiene validez legislativa en sí, pero influye en la jurisprudencia europea.
El informe busca que las escuelas adoctrinen en la ideología de género, privando a los padres de ejercer su derecho a educar a sus hijos conforme a las convicciones morales y/o religiosas que ellos consideren.
“La perspectiva de género debe convertirse rápidamente en un criterio de la evaluación interna y externa de las instituciones educativas”, dice el Informe Rodrígues.
Mariano Calabuig, presidente del Foro Español de la Familia (www.forofamilia.org), denuncia el sesgo ideológico de este informe y recuerda que “la Constitución Española, en su artículo 27.3, dice que los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”.
Esta misma semana se publicó en el BOE la ley catalana de igualdad en la que se recoge en el Artículo 2.d y en el artículo 21, cómo debe ser la “coeducación” en las escuelas y universidades de la comunidad. “La sección segunda determina las garantías para asegurar una formación educativa basada en la coeducación, y establece las obligaciones con relación a las manifestaciones culturales, medios de comunicación y tecnologías de la información y la comunicación, en el ámbito universitario y de la investigación, con la incorporación transversal de la perspectiva de género en todos los estudios universitarios y en el ámbito deportivo”.
“Tanto en el informe europeo como en la ley catalana, se está imponiendo la ideología de género sin dar opción a los padres a ejercer su primer y principal derecho. Pretenden que no sean los padres los que eduquen a sus hijos en materia afectivo-sexual, sino que sean los profesionales de la enseñanza. No se enteran de que los que educan a los niños son sus padres”, recuerda el presidente del Foro de la Familia.
Calabuig añade: "La sexualidad no es una ciencia y por tanto no puede imponerse una única visión de la misma por ley. Esto es propio de estados totalitarios que desprecian la libertad de pensamiento e imponen un “pensamiento único”.
El Foro Español de la Familia pide que las administraciones públicas protejan la libertad y la pluralidad en los modelos educativos para que los padres puedan ejercer libremente el derecho que por ser padres les pertenece. Por tanto, todas estas propuestas y leyes están violando el mayor derecho que tienen los padres: la educación de sus hijos.
"Una y otra vez se está intentando imponer desde las instituciones europeas una antropología particular que nada tiene que ver con la tradición europea ni con el pensamiento de lo que la mayoría de los padres consideran una sana educación para sus hijos", denuncia Calabuig.
"No se trata más que de un ataque a la libertad que se viene observando en los últimos tiempos por medio de imposiciones ideológicas dispersas en el tiempo y en el espacio pero que todas ellas conforman un modo de hacer claro en contra de la libertad de expresión y de pensamiento", afirma el presidente del Foro de la Familia.