Mark Regnerus es un sociólogo de la Universidad de Texas en Austin y un católico valiente, que investiga los efectos en los niños de crecer en familias con progenitores del mismo sexo. Sus estudios señalan muchos problemas para los niños en estas unidades convivenciales y eso ha molestado a los lobbies LGTBI y sus defensores.

Mark Regnerus, durante su intervención en el congreso sobre Mayo del 68 de la Universidad Francisco de Vitoria.

Ha recibido presiones, amenazas, insultos y desprecios, aunque "casi exclusivamente por Internet", explica a ReL con tono de paciencia filosófica. Su antiguo profesor Christian Smith, en su libro The Sacred Project of American Sociology (una crítica al activismo ideológico de izquierdas de los sociólogos de EEUU) declara que la "caza de brujas" contra Regnerus nace, simplemente, de que "a alguna gente no le gusta lo que señalan sus datos". Ha acudido a Madrid estos días al Congreso 50 años de Mayo del 68 en la Universidad Francisco de Vitoria. Ahí lo entrevistamos.

- ¿Conoce usted a Miguel Bosé?

- No, ¿quién es?

- Es un famoso cantante español. Su sexualidad era un misterio durante años. Parecía dejar sugerir vagamente que era bisexual. Un día apareció con unos gemelos y dijo por Internet que eran sus hijos. Unos meses después, mostró otros gemelos y dijo que también eran sus hijos. Nadie preguntó por la mujer que los parió, ni de donde salieron. Hace poco hemos sabido que se ha peleado con su pareja sexual...

- ¿Hombre o mujer?

- Hombre. Parece que la causa fue cómo educar a los hijos. Y que uno se ha quedado una pareja de gemelos y otro se ha ido a México con la otra pareja. Y eso que el vientre de alquiler no es legal en España. ¿Qué le parece?

- ¿Y los periodistas no hicieron preguntas sobre de dónde salieron los niños?

- En España hay tradición periodística de no sacar muchos temas íntimos si el famoso se muestra muy reservado al respecto...

- Creo que los periodistas no cumplieron con su trabajo, hicieron asombrosamente pocas preguntas. ¿Es que el público no quería saber? Son preguntas difíciles, pero si aparecen con 4 niños pequeños... ¿de dónde han salido? ¿Nadie lo pregunta? Y si hay leyes sobre el vientre de alquiler y te las saltas...

- En España no puedes practicar el vientre de alquiler, pero puedes inscribir niños que 'adquieres' en el extranjero...

- ¡En el caso de Elton John en Inglaterra con sus niños todo el mundo hacía preguntas! Algo tan básico como... ¿dónde está la madre? La gente no quiere dejar a un niño sin una madre. Además, decir que un niño no necesita madre y padre es mala ciencia. La ciencia sociológica sabe que tener madre y padre puede no ser imprescindible pero sí es bueno. Lo ideal, de hecho, es criarte con tu padre y madre genéticos. Cuando creces con los novios de tu madre, por ejemplo, hay más riesgos de abusos y maltratos. Y la pareja mujer de una madre lesbiana en realidad es una madrastra aunque tenga papeles que digan otra cosa.

- ¿Cuánta libertad tiene usted en EEUU para investigar los efectos de la revolución sexual en los niños y las familias?

- Para investigar, para hacer preguntas y buscar datos, hay bastante libertad. Y también para publicar, pero no en formato "peer review", el más prestigioso académicamente. Puedes seguir esa metodología, ser muy estricto en tu estudio, etc... pero el editor no se atreve a publicar según qué cosas por miedo. El estudio del Ruth Institute sobre la relación entre abusos sexuales, clero homosexual y cultura gay en ciertos seminarios, es muy bueno, pero no lo han dejado llegar a una revista peer reviewed. Entonces, los críticos dirán: "ese estudio dice lo que quieren sus promotores". Y así es menos convincente, aunque la metodología sea buena.

- ¿Investigar le causa problemas?

- Investigando he tenido pocos problemas. Mis problemas han llegado a la hora de publicar. Es más complicado. En 2012 unas activistas denunciaron a mi editor. No sé que pasó con la denuncia, creo que la universidad ganó la querella. Los activistas LGTB son muy activos en plantear querellas y mucha gente que querría publicar se lo piensa dos veces. Sobre todo los editores temen enfrentarse a querellas. Eso es una barrera a la libertad académica.

Mark Regnerus, en el potro de tortura de la corrección política. El intento de censura contra sus investigaciones ha alcanzado relevancia nacional en Estados Unidos.

- ¿Y ha recibido usted amenazas, acoso agresivo...?

- Sí, pero casi todo en las redes sociales. Y casi siempre exclusivamente de activistas LGTBI on line. Pero nunca han venido a mi casa ni a mi oficina. Antes la gente que me rodea se asustaba un poco. Pero yo digo que hay que mantenerse firme y no tener miedo.

- Pues en España hay muchas universidades católicas y creo que ninguna estudia los efectos de las familias gays y temas similares, "peligrosos"...

- A veces no se trata tanto de pedir coraje al académico, como de que la universidad ofrezca sus servicios legales y su protección. La universidad ha de querer proteger la libertad académica. En Estados Unidos todavía hay bastante libertad académica y las universidades aún la defienden, con sistemas de protección para profesores e investigadores. Quizá las universidad católicas deberían atreverse a esto. Esconderse en un agujero pensando que en 10 años las cosas mejorarán porque sí, no es serio. Si como estudioso abandonas estos temas diez años... ¿cuándo volverás? Y cuanto más tardes más te costará investigar.

- ¿Ha pensado en instalarse en algún país exótico, en África, Asia, Rusia, para seguir estudiando temas LGTB o sexuales con más libertad?

- Quizá podría publicar con más libertad y que más gente esté contenta a mi alrededor. Pero lo bueno para investigar es la libertad para hacer preguntas. Esa libertad la tengo en Estados Unidos. Y me han ascendido hace poco en mi universidad, así que me va bien.

- ¿Cuál es la mejor forma de mostrar el desastre que ha causado la revolución sexual, 50 años después?

- Yo lo hago con estadísticas porque me dedico a eso, pero no es muy eficaz. Las estadísticas no emocionan mucho a la gente. Quizá sería mejor mostrarlo con películas. El Papa habla de mostrar lo bueno, lo bello. Quizá es más fácil dar datos sobre rupturas que explicar o mostrar lo que funciona bien. Sí, lo más eficaz sería hacer películas, pero costaría darles gran difusión.

- Los sociólogos progresistas...

- Es decir, los sociólogos, punto... 

- ¿Qué dicen esos progresistas para negar el desastre? Las familias rotas, la revolución sexual, la parentalidad dañina...

- Antes, en los años 80 y principio de los 90, aún negaban que se estuvieran rompiendo mucho las familias. Ahora ya no lo niegan. Admiten que las familias norteamericanas son hoy mucho menos estables y eficaces. Pero dicen, "vale, es normal". No se preguntan como evitarlo, sólo "cómo les ayudamos a estar mejor". No niegan que la familia estable tradicional es buena. Pero añaden que las otras modalidades también pueden ser buenas. Si les señalas los problemas, dicen "todo el mundo tiene problemas, no pasa nada". Y están muy comprometidos ideológicamente con dos temas, dos pilares incuestionables: la anticoncepción y que las mujeres saquen muchos títulos y carreras y trabajen fuera de casa, por encima de todo.

Las célebres 7 ilustraciones de MAC para mostrar el drama y la angustia del divorcio para los hijos.

- ¿Y sobre las formas de educar, de ser padres...?

- Sobre los modelos de buena o mala paternidad los sociólogos sí permiten más debates. ¿Padres autoritarios o laxos? ¿Demócráticos? ¿Cuánta libertad dar a los niños? Hay mucha gente haciendo ciencia sobre esos temas. Son complejos. Yo, en mi estudio sobre niños en familias del mismo sexo, en realidad no estudié qué hacían los progenitores como educadores. Yo solo estudié con quién estaban en casa: dos papás, dos mamás... En realidad, estudiar qué hacen los padres con los hijos es más un tema de estudios psicológicos que de estudios sociológicos.

- Hay gente conservadora que piensa que todos estos desastres de familia y género se arreglarán solos, porque a la naturaleza no se la puede forzar...

- ¿De donde sacan esa fantasía? La naturaleza no volverá a ningún estado ideal imaginario. La hemos estado alterando siempre. La hemos cambiado. Últimamente la hemos cambiado mucho. No se arreglará por sí sola.

- ¿Qué recomienda a los padres hoy para educar a sus hijos?

- Los padres no se pueden esconder, no podrán evitar quedarse implicados en el debate intelectual sobre familia y sexualidad. Esconder la cabeza en un agujero no funcionará. Tampoco pueden esperar a que venga un salvador a solucionarlo. Eso no va a pasar. Como cristianos vivimos en una cultura extranjera, ajena. Es así y es un reto. Pero las personas hacemos eso, afrontar retos. Tenemos que educar a nuestros hijos en ese contexto, protegerlos como podamos, educándolos.

- ¿Es usted escéptico con la aparición de líderes cristianos?

- Tenemos casi más resistencias internas que enemigos externos. ¿De donde saldría ese líder? Más bien necesitamos que la gente se levante y ofrezca resistencia a esas prácticas malas, que dañan a las personas. Si no nos resistimos, seremos cómplices.

- ¿Qué nos falta?

- Nos falta actuar. Muchos tenemos ideales de resistencia en nuestra imaginación, pero no los llevamos a la práctica, no actuamos. Tenemos que salir, como cristianos, de esa mentalidad pasiva del 'que lo hagan otros'. Si quieres algo, si quieres defender estos valores, lo has de hacer tú, con tu dinero, con tus palabras, con tus amigos, con tus pies...

Sobre la Humanae Vitae de San Pablo VI

En 1968 coincidió la revolución sexual y postmoderna con la encíclica profética de San Pablo VI sobre sexualidad, que reafirmaba la enseñanza cristiana tradicional contra la contracepción y señalaba, en cambio, la posibilidad de la regulación natural de la fertilidad para matrimonios, que es ética cuando se dan razones serias para espaciar los nacimientos.

Regnerus, en su ponencia en el congreso 50 años de Mayo del 68, alabó esta encíclica desde un punto de vista sociológico. "Es corta, va directo al grano, tiene mucho contenido sobre sexualidad, y hay partes que, incluso sin motivación religiosa, pueden reforzarse".

Pasado medio siglo, se ven contradicciones curiosas: China tuvo que anular su política del hijo único y los líderes de Occidente siguen potenciando la anticoncepción pese a la grave falta de nacimientos. "También tenemos evidencias empíricas de que el matrimonio estable y la monogamia y el autocontrol son buenos para la sociedad, pero en todas partes se fomenta lo contrario", denunció.

Humanae Vitae, en su apartado 17, habla de los efectos sociales de la contracepción. El Papa vaticinaba una bajada del estándar moral. "No se necesita mucha experiencia con la debilidad del ser humano para ver que los jóvenes, expuestos a tentación, caen más fácilmente si se les dan incentivos", venía a decir el Papa. "Pablo VI en realidad decía que se necesitan estímulos para la vida moral y tenía razón cien por cien", constata el sociólogo.

"El sexo es un intercambio básico social. Sea para matrimonio o para un rollo de una noche, la gente acude a ese 'mercado'. Yo creo en el amor pero también en la oferta y la demanda. Quizá si ves el Catecismo sobre el matrimonio no te parece muy romántico. Ahora se ha ampliado el mercado con Internet: el de gente accesible para el sexo. Así, este mercado se deshumaniza aún más. Y aumenta la ansiedad, confusión, arrepentimiento..."

Pablo VI decía también que un hombre acostumbrado a los anticonceptivos olvidaría el respeto que merece a la mujer. Regnerus pone un ejemplo de sus investigaciones sociológicas. "Kevin, de 24 años, de Denver, nos dijo: "las chicas son muy emocionales; si sabes lo que ellas quieren, no se lo des hasta que llegue el momento; si lo retienes, tendrás lo que quieras cuando quieras, tendrás el control"".

Como sociólogo, constata que el sexo es hoy más barato y disponible que nunca antes, y masivo, con píldoras, porno, tecnologías de comunicación. Y el verdadero compromiso es hoy más complicado y difícil "Es más difícil que un varón pueda casarse... si quisiera. El sexo barato no ha hecho que sea más placentero, ha hecho que el matrimonio se aplace más y más... y que sea más difícil de conseguir".

¿Qué hacer entonces? Pablo VI diría que la Iglesia está convencida de que ayuda a construir una civilización auténticamente humana. Seguirá haciéndolo, vaticina Regnerus, "y los que actúen virtuosamente serán señalados como bichos raros". Pero "es normal, cada época ha tenido sus problemas para la vida cristiana", constata sin dramatismo.