Las pantallas son ya parte del paisaje de casi todos los hogares. Tabletas, teléfonos móviles que funcionan en la práctica como un televisor… los dispositivos móviles han inundado los hogares, pero con el confinamiento su papel ha pasado de protagonista a hegemónico. ¿Qué efectos están teniendo en esta pandemia? ¿Su uso aún más masivo es coyuntural o está ya aquí para quedarse?
Los efectos en los niños, aunque sin olvidar sus consecuencias en jóvenes, adultos e incluso personas mayores que viven solas, ya asustaban a los expertos antes de la llegada a nuestras vidas del coronavirus, pero ahora la situación la califican de “alarmante” a nivel psicológico.
Pantallas como guarderías
En el primer confinamiento las familias tuvieron que salir adelante como pudieron. De un día para otro los niños fueron enviados a casa y muchos padres se vieron obligados a teletrabajar. En muchos casos, tanto el padre como la madre debían cumplir sus labores profesionales, por lo que las pantallas se convirtieron en muchas ocasiones en “guarderías” donde mantener tranquilos a los niños.
Entre los adultos, el confinamiento también disparó el tiempo de exposición a pantallas. Redes sociales, información sobre la pandemia, o simple entrenamiento. No sólo los niños son vulnerables a sus efectos.
Pero una vez que pasó ese primer confinamiento, ¿qué está pasando en estos meses igualmente complicados? ¿Qué pasará en el futuro? Distintos estudios, y también la propia experiencia directa de algunos expertos, intentan dar respuesta a estas preguntas.
Por ejemplo, Iris Pérez, la psicóloga clínica infantil de la Clínica Universitaria de Psicología y Psiquiatría de la UIC Barcelona, advertía en días pasados que un posible nuevo confinamiento aumentará “de forma alarmante” la sobreexposición de los niños a las pantallas en un momento en que en las consultas están recibiendo a menores que en el primer confinamiento “sobrepasaron incluso las nueve horas de uso diario”.
En su opinión, en los casos vulnerables como muchos de los que están viendo “puede ser un problema” debido a que en el confinamiento “se incrementó notablemente el uso de dispositivos digitales por parte de los niños hasta límites insospechados”.
Esta psicóloga alertaba que para los colectivos de riesgo “el reto puede llegar a convertirse en un problema importante”. “Me refiero a menores que sufren un trastorno mental anterior a la situación actual, aquellos que no lleguen a desarrollar estrategias adecuadas para hacer frente a un nuevo cambio en la rutina y aquellos menores cuyos padres/madres y figuras de apego afronten de una manera conflictiva la situación por motivos económicos, de salud mental, dificultades de convivencia, enfermedad o muerte de un familiar cercano”, ha añadido.
Menos ejercicio y juego al aire libre
Un estudio de grandes dimensiones realizado por el Instituto Tecnológico del Producto Infantil y de Ocio-AIJU incide en cómo la pandemia ha cambiado hábitos y usos en las familias. Además de aumentar el tiempo ante las pantallas, ha descendido aún más el juego al aire libre por parte de los niños, que además juegan más tiempo solos.
En dicho informe, insisten en este punto. Si antes del confinamiento el 82% de los menores pasaba al aire libre menos tiempo del recomendado, ahora la situación ha empeorado notablemente, pues los niños comparten menos juegos con sus iguales en espacios abiertos y un 23% ha dejado de hacer actividades extraescolares deportivas.
Otra de las conclusiones del estudio es el crecimiento exponencial de los videojuegos en esta pandemia, así como el tiempo que los niños pasan delante de las pantallas. En este sentido, si antes del confinamiento el 61% de los menores pasaba más tiempo del recomendado por los expertos, el porcentaje aumentó al 95% durante el confinamiento y se ha mantenido en el 80% durante este curso escolar.
Esta preocupación se da a nivel global en estos momentos. Catholic News Service recoge el estudio de Common Sense Media para EEUU, que confirma igualmente el gran aumento de consumo de pantalla que se ha producido a raíz del coronavirus.
Según revela, el uso diario de las pantallas es ahora a las 3 horas y cinco minutos de media para niños de entre 5 y 8 años. Entre los pequeños entre 2 y 4 años, la cifra es de dos horas y media. Los menores de 2 años están un promedio de 49 minutos al día frente una pantalla.
"Entre los niños de 5 a 8 años, el 44% de los padres dice que su hijo pasa demasiado tiempo con los medios, y casi la mitad (el 47%) dice que puede ser difícil lograr que su hijo deje de usar estos medios", afirma el informe.
Además, entre las conclusiones aseguran que “muchos niños continúan viviendo en hogares donde el televisor está encendido la mayor parte del tiempo, ya sea con alguien viéndoloo no”. De hecho, el 39% de los padres confiesa que el televisor está encendido “siempre” o "la mayor parte del tiempo".
¿Qué están viendo estos niños en sus pantallas? “Los videos online ahora dominan el tiempo de pantalla de los niños. Por primera vez, estos vídeos en sitios como YouTube tienen la mayor proporción del total de niños que están viendo la televisión” o algún dispositivo, dice el informe.
Así, aseguran que ver algún tipo de contenido de video representa el 73% de todo el tiempo de pantalla, extra el estudio de las respuesta de los padres de estos niños.