El 28 de febrero, la activista provida Abby Johnson (antigua trabajadora de un abortorio) publicó en su Facebook una imagen que es por sí sola un argumento contra el aborto: un embrión de 7 semanas, donde se aprecian perfectamente los ojos, los brazos y las piernas.
La fotografía acompañaba al siguiente mensaje, que una madre hizo llegar al grupo provida de Abby.
Ésta es la historia:
"Sufrí un aborto espontáneo el Domingo de Ramos del año pasado. Pensamos que sería un chico y le llamamos David Raphael. Lo único que pedí en oración cuando el médico me dijo a la 11 semanas que mi hijo había muerto un mes antes (a las 7 semanas de gestación) es que tuviese algo que enterrar.
"El doctor dijo que o bien sería demasiado pequeño como para encontrarlo, o que su frágil cuerpecito resultaría destrozado durante el proceso de aborto y no quedaría nada.
"Lo expulsé la tarde del Domingo de Ramos. El saco estaba intacto y todavía flotaba en el líquido amniótico. Hice una fotografía para no olvidar ese momento y cómo Dios escuchó mi súplica. Pienso que será una foto sorprendente para mostrar a quienes están considerando abortar. Aunque sólo tenía 7 semanas cuando murió, se puede ver formándose sus brazitos y piernecitas.
"Mi hijo de cuatro años encontró la foto trasteando en mi móvil, un día que yo no estaba mirando. Vino y me preguntó quién era ese bebé. Incluso un niño considera que, a las 7 semanas, un embrión es una persona".
La imagen (ver abajo en tamaño grande) se ha hecho viral, recibiendo más de medio millón de "me gusta" en apenas dos días.