Que una familia se rompa no es un asunto meramente privado: tiene un coste para toda la sociedad y merece ser un tema a tener en cuenta en la política de un país y en elecciones.

Aunque en España se habla poco o nada del tema de la ruptura familiar desde que el gobierno socialista de Zapatero consagró el divorcio exprés (una de tantas leyes antifamilia que el Partido Popular ha aceptado y mantenido), en el Reino Unido el debate es vivo.

La Marriage Foundation (www.marriagefoundation.org.uk) lo ha medido: las rupturas familiares le cuestan 47.000 millones de libras al país cada año [64.750 millones de euros] y perjudica a los padres y especialmente a los hijos. Por eso, esta fundación plantea la importancia de que “en los 5 próximos años el gobierno establezca políticas decididas a conseguir relaciones más seguras, estables y nutricias”, es decir, familias menos volátiles.

“Los niños las necesitan para un desarrollo sano y mejores oportunidades en la vida; los padres y familias las necesitan para florecer y prosperar; todos las necesitamos como sociedad si queremos reducir el coste creciente del fracaso”, insiste el Manifiesto Electoral 2015 de esta asociación profamilia (aquí en PDF en inglés).

Para ello, la Marriage Foundation pide a los candidatos y políticos en este año electoral 5 políticas urgentes:


“Se necesita una estrategia de todo el Gobierno con un ministro responsable urgentemente”.

“Debería aumentar seriamente el apoyo al matrimonio mediante el sistema fiscal. La llamada penalización de pareja, donde los padres con niños reciben miles de libras al año por vivir separados –o fingirlo- debe reconsiderarse”.

“La formación en relaciones humanas para adultos es una de las herramientas clave para combatir la ruptura familiar. Los niños también necesitan esta educación en la escuela para ayudarles a conseguir relaciones más plenas y de larga duración”.




“La ley del divorcio no se ha revisado en medio siglo. El próximo gobierno debería repasar todas las leyes relacionadas con el divorcio y sus acuerdos finacieros”.


Se debe presentar como el estándar que beneficia a todo y combatiendo los mitos contrarios pertinaces. “Mitos como que “el matrimonio es solo un papel” o “la cohabitación es tan estable como el matrimonio” deben erradicarse mediante educación y declaraciones públicas claras”.

El Manifiesto Electoral de Marriage Foundation reconoce que “los gobiernos no pueden legislar directamente que haya familias más fuertes, pero pueden favorecer el ambiente correcto para ello y así marcar la diferencia. Al final, las familias fuertes dependen de lo que hagamos, de nuestros comportamientos, pero hay habilidades que se pueden aprender, apoyos que se pueden dar, ignorancias que pueden disiparse y la responsabilidad se puede incentivar”.

“Todos saldríamos ganando”, concluye el manifiesto.

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