Hicieron un vídeo que multiplicó la recaudación, y entonces pensaron poner en marcha Jubilee Project, una iniciativa que lanza campañas inspiradoras con la idea de que "hacer el bien es contagioso". Han producido ya más de un centenar de cortometrajes con historias muy simples pero muy eficaces, con millones de visionados en distintas plataformas de la red.
Eric conoció a Jason en un retiro de su iglesia, y luego a Eddie, comenzando una buena amistad que Eric lleva más allá: "Soy hijo único, así que considero a Jason y Eddie mis hermanos". Y añade que el éxito de Jubilee Project "es la prueba de que no se debe a nuestro propio impulso o voluntad. Puedo decir francamente que no podríamos haber hecho esto sin la voluntad de Dios en nuestra vida. Cuando uno vive para sí mismo y busca sólo obtener gloria y fama, se consume. Y a mí me ha pasado muchas veces. Pero cuando hacemos cosas por un fin superior, por algo mucho mayor que nosotros, Él nos da la fuerza y la convicción para continuar".
Eddie, Jason y Eric, el sorprendente Jubilee Project.
Con Blind devotion [Devoción ciega] han rendido un precioso homenaje al amor verdadero, basado en una decisión y en una acción, más que en sentimientos que van y vienen. Es su forma de apoyar también la difusión de un libro de Francis Chan, predicador cristiano no denominacional, Tú y yo para siempre, sobre el amor en la perspectiva de la eternidad.
Blind devotion [Devoción ciega] cuenta la historia de un hombre que ama a su esposa, que se está quedando ciega, con hechos, y es amado por su esposa, en lucha con la ceguera, con hechos también. No es, por tanto, una historia de pasiones extraordinarias o sentimientos melifluos, y de hecho la traumática situación, de duras consecuencias para ambos, provoca un enfriamiento en su trato mutuo.
Sin embargo, ambos demuestran con sus acciones que lo que les une es el deseo del bien del otro, más que la satisfacción propia. Y, en última instancia, es ese bien del otro lo que les hace felices.