Ana Asensio, psicóloga y responsable de la web Vidas en Positivo colabora habitualmente con revistas de tema familiar. En Hacer Familia ha publicado un decálogo para mantener una relación de pareja sana y estable, especialmente cuando ya hay hijos y la vida se acelera con mil exigencias.
1. Perdona... y perdónate
Acaba con los rencores y perdona eligiendo con consciencia comenzar de nuevo, esto es fundamental para poder reparar una relación que ha pasado o está pasando una crisis.
2. Apoyaos siempre: sed socios en la vida
Ten en cuenta que la persona con la que compartes tu vida, compartes lo más importante de tu vida, tu tiempo, tu amor, tus hijos, tu economía, tu intimidad, tu casa: sé un buen socio de vida y un gran compañero de tu pareja.
3. Cuidad las relaciones íntimas
Una relación de pareja requiere de relaciones de intimidad. Atender a las relaciones íntimas y fomentar la pasión de la pareja es muy importante. Sin ellas, será otro tipo de relación: amistad, compañerismo...
4. Cuidad mucho la comunicación entre los dos
Es importante no dar por entendidas o sobreentendidas cosas. Hay que decir lo que deseamos comunicar y si no entendemos o algo nos duele, preguntar. También es importante cultivar la confianza en el otro y la tranquilidad de que podemos hablar, porque estamos en un entorno seguro.
5. Generosas dosis de respeto y aceptación
El respeto y la aceptación son cualidades que garantizan el éxito en las relaciones. La pregunta es fácil, ¿cómo te sientes tú cuando te sientes aceptado y respetado?
6. Dedicad ratos juntos los dos, sólo para disfrutar
Cultivad tiempo a solas de disfrute y para los dos. El tiempo a solas es un regalo para la pareja. Este tiempo juntos, sin niños ni tareas que atender, es vital para que el matrimonio se nutra y siga vivo.
7. Cada uno puede cultivar su espacio propio de relax
El autocuidado también hace mucho bien a la pareja. El ocio compartido, el relax compartido o individual acordado, también trae muchos beneficios y aire fresco a la relación.
8. Una o dos veces al año, hablad de dónde estáis "ahora"
Evaluad juntos lo que sois y hacia donde vais. De vez en cuando, cuando os nazca de dentro o al menos una vez o dos veces al año haced un reseteo de cómo estáis, hacia donde vais, qué queréis. Poned en común proyectos, sueños, estados, necesidades, agradecimientos. Muchas veces descubres más en una conversación de un par de horas con tu cónyuge que en todo un año de convivencia.
9. No te desahogues enfadándote con el otro
Apliquemos madurez, no hagamos caer nuestras frustraciones y enfados sobre nuestra pareja. A veces el día no es como nos hubiese gustado, o el trabajo nos aprieta, o los hijos nos desbordan. En esos momentos, es importante no ir hacia el otro a depositar nuestra frustración. Podemos desahogarnos de manera razonable, contando nuestro día, pidiendo ayuda, simplemente hablando. Evitemos aumentar la bola de nieve con más enfados.
10. Parémonos a ser cariñosos
Hay que aplicar cariño, autocuidado, cultivo de la pareja. Es necesario parar de vez en cuando y pensar que lo que no hacemos hoy, es un día menos que podíamos haber hecho. Si quieres amar, cuidar, dar besos, recibir besos y decir te quiero, aprovecha cada momento, y reflexiona sobre si prefieres dejarte llevar por la vorágine loca del día a día y la rutina, o parar, respirar y hacer tu día a día a tu manera. Una pareja saludable necesita poner voluntad, actitud y ganas, saber que la vida tiene sus momentos y que vivimos los nuestros y los de nuestra pareja también. Y comprender que es bueno atender al amor verdadero, la entrega, la generosidad, el alegrarte por el bien del otro y sentir confianza y apoyo.
(Este es un artículo de Hemeroteca, publicado previamente en ReL en febrero de 2020... pero los consejos no caducan)