La suya es la historia de una vida que no tenía que existir.
Han hecho una película con su historia, October Baby (2011), para decir que entre elegir la vida y descartarla hay una gran diferencia: una persona. Y una persona no es un detalle.
A Gianna Jessen la he visto siempre en una pantalla, en fotografía y en alguna filmación que he encontrado en la red. También esta vez la veo a través de una pantalla, pero pronto podré darle la mano porque en breve estará en Italia. Pero vayamos al punto.
Gianna Jessen ha sobrevivido a un intento de aborto salino; fue dada a luz viva, el 6 de abril de 1977, después de combatir durante 18 horas con una maldita solución salina inyectada en el útero materno para destruir a la criatura.
Algo fue mal en los planes del doctor muerte: esta vez el aborto fue abortado, un exuberante sobresalto de vida aplastó al dragón.
-Gratitud por estar viva.
-Vivo una vida interesante e…inusual. Empecé a luchar desde el principio.
-Porque he recibido la vida y quiero llevar adelante la vida. Para mí, ser provida tiene que ver con la dignidad de cada vida humana, con la dignidad de la madre, del padre, del niño. Del hombre. Sigo luchando porque quiero defender a quien es vulnerable a la muerte de manera injusta. Cada vez hay más cosas que hasta hace pocos años eran consideradas horribles y que ahora se están convirtiendo en la normalidad en el pensamiento de la gente, y esto es verdaderamente preocupante en lo que atañe a los valores de la vida, no sólo en el vientre materno.
-Una madre. Tengo mis hijos, es cierto, pero hay tantas personas que nunca han crecido, que siguen viviendo como adolescentes. Me gusta pensar en mí misma como una madre que intenta dar unos principios, unos valores, sabiendo que a una madre no le interesa ser adorada, sino adorar a sus propios hijos. Las personas pueden incluso no apreciar lo que tengo que decir, pero en un mundo sin progenitores y sin límites, sin nada que de verdad traiga la paz, cuando alguien dice: “Hey, sé que hay límites”, al cabo de un tiempo te das cuenta de que las personas empiezan a escuchar seriamente. Porque han experimentado el otro camino y han visto su efecto, que es la muerte, no la paz.
-Pienso que vivimos tiempos complicados. Si amas el bien, la belleza y la gentileza, te preguntas cuántas personas quedan en el mundo que piensen como tú. El verdadero problema es que hoy ya no existe el bien y el mal, la verdad es cualquier cosa que desees que sea. Es la verdad hecha a medida de uno mismo. Todo esto es ridículo y también un poco arrogante. Pienso siempre en lo pequeños que somos: no podemos hacer que un corazón lata, no podemos salvarnos de un accidente de carretera, no podemos mantener nuestras funciones corporales… Somos pequeños, pero creemos que podemos salvar al planeta Tierra utilizando cinco veces la toalla para la ducha…
-Quiero decir que tenemos la arrogancia de pensar que está en nuestro poder salvar al planeta de la destrucción, mientras que por otra parte ¡no queremos tener nada que ver con Dios! Si Dios no existe y nada tiene importancia, ¿por qué salvamos la Tierra? ¿A quién le importa? Cuando pienso en la lógica y la arrogancia de todo esto me digo que nuestro tiempo es un tiempo preocupante en el que vivir. Por otro lado, es también un tiempo bellísimo porque pienso que es la ocasión perfecta para decir la verdad a la gente. Llegará un punto en el que veremos que esta arrogancia no tiene sentido y desearemos ver al verdadero Dios.
-Mi Padre. El único Padre que he tenido. Soy cristiana. Necesito a Jesús. Me guía, me protege, comparte todo de mí. Es todo para mí y no puedo hacer nada, no tengo ningún objetivo … incluso combatir el aborto, por muy noble que sea, se convierte en algo sin significado si no puedo estar con Jesús, conocer a Jesús. Dios es Aquel que resucita a los muertos, que hace lo imposible, permanece a tu lado, te responde, se preocupa por mí, me regala el anochecer, me escucha…
-Les diría: ¿no quieres tener nada que ver con Dios? Vale, no pasa nada… ¿Adoras la ciencia médica? Pues entonces mira las ecografías. En ellas ves a un niño que baila en el vientre de su madre y cuando tiene tres semanas ya puedes oír el latido de su corazón. No he entendido nunca porqué no hay otro momento de la vida humana en el que, cuando oyes el latido del corazón, lo niegas o lo ignoras. Pero según la lógica del aborto se puede llegar a decir que un corazón que late es algo irrelevante. Frente a quien me dice "quiero poder elegir", digo no. La elección era irse o no irse a la cama con ese chico, esa era la elección. Parece que podemos hacer todo lo que queremos sin consecuencias.
-No quiero condenar a nadie, pero quiero llevar adelante la vida. Las mujeres que han abortado viven en el dolor, en la rabia, en el desprecio hacia ellas mismas y deben convivir con todo esto. Entonces hablo porque de verdad quiero verlas libres. A quien defiende el aborto y dice: “lo hacemos por las mujeres”, me gustaría decirles que también yo soy una mujer y que lo era también en el vientre de mi madre. ¿Por qué ninguna activista, ninguna feminista luchó por mi vida? Entonces es una mentira, no se hace por las mujeres, sino que es política y negocio. En cambio, debemos dar espacio a esos centros que ayudan a las mujeres a vivir un embarazo complicado, para que superen esos momentos difíciles. Demasiadas mujeres llegan al aborto porque piensan que están solas, que no hay nadie que las ayude verdaderamente. Son miles las vidas que han sido salvadas por estos centros. Cientos de miles en todo el mundo.
-Podemos y debemos dejar de quitar la vida, de abusar de las mujeres y de los niños por motivos políticos, de poder y de dinero. Pero hay otra respuesta que vale para todos los tiempos. Solos no podemos hacer nada, el hombre tiene necesidad del Salvador.
Gracias Gianna. La tuya es una historia que no habríamos podido contar nunca y esto produce un extraño efecto. Un efecto sobre el que no se reflexiona nunca suficientemente. Es la diferencia entre elegir la vida y descartarla. Para quien quiera ver esta diferencia de carne y hueso, Gianna estará en Italia, en Imola el próximo 24 de febrero y en S. Giovanni in Persicelo (Bolonia) el 26 del mismo mes. Para información www.chestertonpersiceto.it (por la entrevista damos las gracias a Monica Gibertoni y Lucrezia Jones).
(Traducción de Helena Faccia Serrano, Alcalá de Henares)
Conozca más sobre la hermosa película October Baby y el testimonio de Gianna en éste artículo. Bajo estas líneas, el trailer de la película inspirada en su vida (que se puede conseguir aquí).