"No puedes cambiar tu destino, pero puedes vivirlo a tu manera. MetLife valora el sueño de cada padre de dar a sus hijos una buena educación para conseguir una vida mejor. Comprendemos cada sacrificio que haces por el futuro de tus hijos. Comparte tu sueño para tu hijo, y podría convertirse en realidad".

He aquí el llamado publicitario y la oferta de MetLife Hong Kong para promocionar sus seguros de vida. Un spot que, como todos los que vienen de Asia en los últimos años, fomentan el amor familiar en cualquiera de sus direcciones: esposos entre sí, padres a hijos, hijos a padres, abuelos a hijos y nietos, hijos y nietos a abuelos...

La historia escogida en este caso es de las que buscan sin rodeos la lágrima fácil del espectador, tocar su fibra sensible para hacerle pensar sobre su propio hogar.

Una niña muestra a su padre un trabajo del colegio en el que le colma de elogios: es su héroe absoluto. Pero tiene un defecto, del que la pequeña es consciente: es un mentiroso, y lleva una doble vida que él creía desconocida para su hija.

El desenlace... mejor verlo.