«Dios me ha “adoptado”. Por eso yo doy toda mi vida para salvar a estos pequeños abandonados».
La historia de Lee Jong-rak conmueve profundamente el alma y la conciencia humana. Tanto que su testimonio de vida, universalmente reconocido, se volvió un filme documental filmado en Seúl, Corea del Sur.
“The Drop Box” – este es el título – saldrá los primeros días de marzo de 2015 y ya está capturando la atención del pueblo coreano, sacando a la luz un problema no secundario como el abandono de los recién nacidos en los primeros días de vida.
En todo el mundo, son cientos de miles de recién nacidos abandonados cada año por madres que no pueden o no quieren cuidarlos.
Por eso, desde 1998 un pastor cristiano ha acogido en su propia vivienda decenas y decenas de recién nacidos, muchos de los cuales tienen grandes discapacidades. Y los ha cuidado gracias a la ayuda de su esposa Chun-ja y de un pequeño equipo de “ángeles” que se prodigan 24 sobre 24 en el cuidado de los bebés que llegan gracias a su “caja de bebés”.
A través de una pequeña caja expresamente colocada a un lado de la casa – el “drop box” título del filme – los padres de los pequeños, a menudo inesperados o con graves deformaciones físicas, pueden confiarlos a los cuidados de la familia Lee.
Una idea sencilla y, al mismo tiempo, genial, presente también en algunos hospitales italianos, que ha permitido al pastor coreano salvar la vida de muchos bebés que de otra manera habrían terminado en la calle.
Detrás de esta opción de vida, existe una motivación dolorosamente personal: poco menos de hace 30 años, la esposa de Lee dio a luz un bebé completamente desfigurado, tanto es que él decidió escondérselo durante un mes, en la esperanza que lograse encontrar un modo para explicarle que su único hijo, aún vivo al día de hoy, había nacido gravemente enfermo.
Casi por casualidad, el eco de la misión humanitaria del pastor llegó a Estados Unidos. En 2011, después de haber leído un artículo en Los Angeles Times dedicado a Lee Jong-rak, el director Brian Ivie y los coproductores Will Tober y Bryce Komae, entonces aún estudiantes en una universidad californiana, decidieron recaudar los fondos necesarios para documentar esta increíble historia de valor y sacrificio.
El resultado es The Drop Box, que en Estados Unidos será proyectado en las salas del 3 al 5 de marzo: un intenso documental, por momentos desgarrador, pero lleno de esperanza.
En una época dominada por la “cultura del yo”, la entrega de un hombre que ha dedicado su vida a los demás brilla más que mil estrellas.