El Ministerio de Sanidad acaba de publicar las cifras de abortos en 2017. La cifra total ascendió a 94.123 y detrás de ellos hay numerosas mujeres con graves heridas que arrastrarán el resto de su vida si no reciben ayuda.
El Proyecto Mater, que lleva a cabo la Archidiócesis de Toledo, ayuda a mujeres embarazadas en dificultad, pero también a aquellas que han abortado y que sufren el síndrome post-aborto. Una de ellas es Laura, que cuenta su testimonio y el enorme sufrimiento que ha arrastrado tras abortar en varias ocasiones:
Testimonio de Laura
Ponerme a escribir estas palabras es muy complicado para mí. Se trata de recordar algo que todavía no tengo superado. Yo, por desgracia, he ido a abortar varias veces. Siempre me llevaban los mismos motivos: miedo a la reacción de mi familia al tener un bebé con un chico que no les gustase o no estar casada con él, y mis pensamientos sobre que era muy joven y no podría salir adelante.
De esta forma, al verme incapaz de tener un bebé yo sola, decidía ir a abortar. Una de las veces, la que más recuerdo, era un embarazo de gemelos. Fui a Madrid con una amiga para que me lo hicieran gratis. Me sentía mal porque en el fondo no quería quitármelos y más sabiendo que eran dos, pero, una vez más, por miedo a que mi familia no aceptase el embarazo fui a abortar.
En ese momento el miedo y el pensar que era muy joven para ser madre, hicieron que tomara la decisión que tomé. A día de hoy pienso que ha sido una decisión muy mala porque por mi decisión acababan las vidas de mis bebés, los cuales no tenían la culpa de nada. Yo no soy quién para decidir quitar la vida a alguien, por eso lo único que espero es que algún día puedan perdonarme.
El aborto solo ha producido en mí sentimientos de dolor, tristeza, arrepentimiento por el daño que he hecho a mis propios hijos, quitarles la vida. Actualmente no pienso en el aborto como una opción, por eso cuando alguna chica se está planteando la posibilidad abortar yo sólo le puedo decir que piense mucho porque estará a punto de cometer un gran error imposible de borrar y del que se va a arrepentir toda su vida.
Yo, después de abortar a los gemelos, me volví a quedar embarazada… otra vez iba a actuar de la misma forma, pero esta vez mi madre cuando ya estaba entrando a la clínica me llamó por teléfono y me dijo que no lo hiciera que ya encontraríamos la ayuda necesaria para que mi hija y yo saliésemos adelante. Estas palabras bastaron para que me diese la vuelta.
Tuve una niña, la cual me ha cambiado la vida. Aún recuerdo la primera vez que la tuve en brazos, no paraba de llorar al verla. En ningún momento me he arrepentido de tenerla.
No sé si un aborto se puede superar o no, a mí me está llevando años reponerme. Todavía cuando veo gemelos me acuerdo de los que yo no dejé nacer o al mirar a mi hija pienso ¿por qué ella sí y sus hermanos no? Como decía antes, solo espero que esos niños me perdonen por lo que les he hecho.