Tan incondicional, que primero pidieron a una serie de mujeres explicar cuáles habían sido sus sueños antes de la llegada de su primer hijo, cómo esos sueños se habían visto afectados por la nueva responsabilidad que venía a sus vidas y, sobre todo, si echando la vista atrás tenían algo que lamentar.
Las respuestas pueden preverse, porque no es ningún descubrimiento la capacidad de sacrificio de una madre. Pero el clip logra conmover y, aunque con un pañuelo en las proximidades, hace pensar e invita a agradecer...